El juzgado ha cerrado la investigación judicial sobre la difusión de vídeos de elevado contenido sexual del prestigioso cirujano Luis Senís. La titular de Instrucción 8 de Valencia aprecia indicios de criminalidad en dos mujeres, anteriores parejas del profesional médico, por delitos contra la intimidad y revelación de secretos.
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Ambas féminas no habían aceptado que Senís decidiera romper la relación con ellas por lo que de común acuerdo establecieron un plan para vengarse, según se desprende de la resolución judicial. Al menos una de ellas conocía que el cirujano mantenía una relación con otra persona. La investigada se hizo con dos teléfonos propiedad de Senís. Uno de los aparatos contenía los vídeos sexuales del médico y otra mujer, grabados voluntariamente por ambos. Las dos exparejas acordaron enviar por redes sociales las grabaciones de esos encuentros sexuales.
El contenido de esos vídeos se convirtió en viral y en apenas un día empezaron a circular por toda España. Conviene recordar en este punto que cualquiera que difunde información de esta naturaleza está cometiendo un delito. Las imágenes llegaron fundamentalmente por WhatsApp. Pero hubo quien incluso los subió a páginas pornográficas de fuera de España donde fueron visionados por miles de personas.
Las mujeres que enviaron los vídeos lo hicieron con la intención de que los destinatarios pensaran que los archivos, en realidad, los enviaba el propio cirujano. Consta información en la causa que apunta que ambas investigadas, que compartieron las claves de los teléfonos e instrucciones sobre cómo ejecutar su venganza, trataron de culpar del hurto del móvil a la mujer que protagonizaba los vídeos. El motivo de toda esta actuación fue el despecho, según se apunta en la resolución judicial.
El auto, que equivale al procesamiento de otro tipo de procedimientos, supone el final de la investigación y da traslado al fiscal para que califique los hechos y pida la apertura de juicio. También puede solicitar nuevas diligencias para completar la instrucción o archivar la causa si considera que no constituye delito.
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El episodio de los vídeos pornográficos de Luis Senís precipitó su particular descenso a los infiernos. En un principio, lo atribuyó a una trama para destruirle profesionalmente. El especialista gozaba de cierto prestigio en la profesión. Meses más tarde, en octubre de 2019, fue detenido con medio kilo de cocaína en una operación antidroga en Valencia. Las últimas noticias judiciales, en cambio, han sido positivas. Ha sido absuelto de una negligencia médica.
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