El profesor Luis Rojo alerta sobre los riesgos potenciales del 'sharenting' en la salud mental infantojuvenil
Universitat de València ·
La exposición continua a imágenes, a menudo seleccionadas y retocadas, puede tener efectos perjudiciales en la autoestima
AT
Miércoles, 12 de marzo 2025
El profesor de Psiquiatría la Universitat de València y doctor del Hospital La Fe Luis Rojo Bofill advierte en una carta al editor recientemente publicada en la revista 'The European Journal of Psychiatry' que la publicación habitual de información sobre los menores por parte de sus progenitores puede tener consecuencias potencialmente perjudiciales para la salud mental de los niños y adolescentes expuestos.
El especialista apela a que legisladores, educadores y personal sanitario, como pediatras o profesionales de la salud mental, conozcan en profundidad el sharenting (por la combinación de los términos en inglés sharing y parenting) y se sensibilice a la sociedad sobre sus posibles riesgos.
El fenómeno del sharenting está extendido en España, donde el 89% de las familias publican en Internet contenido sensible sobre sus hijos al menos una vez al mes, según el estudio EU Kids Online 2020.
Esta exposición continua del menor a «imágenes de sí mismo a menudo seleccionadas y retocadas por sus padres puede tener efectos perjudiciales en su autoestima e imagen corporal y generar dinámicas entre padres e hijos que afecten a su salud mental», según sugiere la literatura científica y el doctor Rojo Bofill recuerda en su misiva.
En ocasiones, prosigue el especialista, la sobreexposición de los hijos se hace para atesorar recuerdos o compartir experiencias cotidianas, consejos de crianza o logros de los niños pero «también se están difundiendo datos altamente sensibles de los menores que van a marcar su huella digital».
Otras veces, añade el psiquiatra, los propios familiares registran situaciones humorísticas o escenas vergonzantes con un propósito recreativo, «pero esos contenidos son más fácilmente viralizables y el éxito anima a los padres a grabar más bromas».
La búsqueda frecuente de momentos para inmortalizarlos y compartirlos, o incluso buscando un lucro económico o mayor influencia en redes sociales, puede llegar a convertirse «en un factor estresante y deteriorar o tensar la relación entre padres e hijos», indica el profesor Rojo Bofill. Además, advierte, ese material puede ser usado por terceros con fines de humillación o acoso cibernético, entre otros.
Las consecuencias a largo plazo de estas prácticas son todavía inciertas, pero, en cualquier caso, el profesor Rojo Bofill considera que «su probable asociación con la futura aparición de síntomas de salud mental hace imperativo que los profesionales de salud mental comprendan, exploren y ayuden a sensibilizar sobre ellas».
La atención ya está puesta en, por ejemplo, el campo legislativo. Así, el reciente Informe del comité de personas expertas para el desarrollo de un entorno digital seguro para la juventud e infancia plantea propuestas para proteger la privacidad, seguridad e integridad on y off-line de los menores, así como para regular el uso o explotación comercial de publicaciones en Intenet protagonizadas por ellos.
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