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Un pueblo valenciano que vive en castellano
Requena ·
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Requena ·
La exención es la norma habitual. Todos los alumnos de 2º de Bachillerato del instituto Número 1 la piden al considerar la materia una dificultad añadidaPablo Alcaraz
Domingo, 1 de octubre 2023, 00:36
La avenida del Arrabal de Requena está copada por gente que disfruta de un almuerzo en las terrazas o pasea por la acera de la ... alameda. Conchi, Montse y Rosario comentan que la historia de Requena «tira más para Cuenca que para Valencia». Las vecinas apuntan a que la ciudad y sus más de 20.000 habitantes tendrían un mayor peso específico en Castilla-La Mancha que el que tiene hoy en día en la Comunitat Valenciana. El pasado de la comarca de la Plana de Utiel-Requena está ligado a Castilla y en concreto a la provincia conquense. Las poblaciones estaban bajo la jurisdicción manchega hasta que en el año 1851 sus tierras pasaron a la demarcación de Valencia. Los saludos de la gente por la calle, los carteles urbanos, las comandas o las cuentas de los bares se piden en castellano. Los único reductos de la lengua valenciana se ven en instituciones dependientes de la Generalitat o de la Diputación.
Conchi comenta que entiende algunas palabras en valenciano, pero que en Requena nadie lo habla puesto que la frontera lingüística la marcan las localidades de Godelleta y Cheste, a unos 55 kilómetros de allí. Montse está a favor de la riqueza de idiomas y cuenta que los más jóvenes se han formado en valenciano, pero no lo utilizan fuera de las aulas. Su hijo sí ha recibido la enseñanza en valenciano y ahora cursa un grado universitario. Rosario sí sabe valenciano, pero tiene trampa porque ella es de Valencia capital.
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En el mismo paseo, a Arsenio no le ha sonreído la suerte con un 'rasca y gana'. Eva María es la vendedora de la ONCE afincada en la avenida desde hace cuatro años y la encargada de verificar los cupones. La máquina devuelve el boleto, mala señal. «Ni da suerte ni reparte premios», bromea el hombre. «Si los diera me despedirían», contesta ella. La trabajadora de la Organización Nacional de Ciegos cuenta que ningún vecino del municipio le ha pedido un ticket en valenciano. «A veces saludo a los clientes con un 'bon dia' o con un 'adéu, xiquet', pero mi madre decía que éramos de Cuenca», explica Eva María. Arsenio reside en Requena desde hace tiempo y señala que hay gente mayor que llega a molestarse si en alguna conversación sale el tema de la lengua. «Aquí las raíces tiran mucho», sentencia.
El tema más polémico relacionado con la lengua es la educación, una competencia estatal delegada en la Generalitat Valenciana. La ley del Plurilingüismo aprobada en 2018 fue una de las medidas estrella del Botánico, con la obligatoriedad de la enseñanza progresiva del valenciano en zonas castellanohablantes. Las protestas y manifestaciones en defensa de la libertad educativa se sucedieron por las zonas de mayoría castellana de la Comunitat.
«El problema principal que denunciamos es la imposición del valenciano y su expansión sobre otras materias», cuentan desde la AMPA del IES Nº1 de Requena. Desde la misma asociación de padres y madres cuentan que, tras cada paso impositivo dado por parte del gobierno valenciano aparecían algunos grupúsculos extremistas partidarios del Reino Independiente de las Tierras Altas (RITA) en las manifestaciones. «Queremos ser valencianos a nuestra manera», sentencian. Desde la Confederación Valenciana de APAs/AMPAs (COVAPA) subrayan que la lengua «es de las personas no de los territorios».
Los 64 alumnos de la actual promoción de segundo de bachillerato del IES Nº1 de Requena han pedido la exención este curso. Un grupo de cinco de ellos comentan que en cuanto pueden se lo quitan, al verlo como una «dificultad añadida» de cara a la nota media de Bachiller y a las pruebas de acceso a la universidad (EvAU). «En primero algunos todavía lo estudian, pero en segundo es muy raro encontrarse con alguien que curse Valenciano», comentan los estudiantes. En el primer curso de la enseñanza postobligatoria, el centro requenense tiene exentos de la enseñanza en valenciano a un 44% de los 75 matriculados. Sin embargo, el porcentaje de estudiantes que se deciden quitarse la materia es inferior al 10% en los cuatro cursos de la ESO.
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