«Lo que no puede ser es que ocupen los dos carriles y yo tenga que ir por el del bus»

Los taxistas valencianos se sumaron el domingo a la huelga convocada por Madrid y Barcelona colapsando ayer el centro de la ciudad. Numerosos conductores particulares se aglutinaron a lo largo de la jornada de ayer a lo largo de la calle Colón y tuvieron que soportar largas colas hasta poder acceder a la calle Xàtiva. La huelga taxista se apropió de los dos carriles destinados a la circulación de vehículos, obligando a los demás ocupantes de la calzada a transitar por el carril bus.

Muchos conductores, que vieron cómo su rutina se vio perjudicada por el bloqueo del tráfico, protestaron por la situación generada en la calle Colón. Un trayecto que abarca desde la plaza de la Porta de la Mar hasta casi la plaza de toros. Los peatones observaron el gran cordón blanco que formaron los taxis a lo largo de la avenida comercial más importante de Valencia. Una fila inmensa de coches, la mayoría vacíos, ocupó los dos carriles dificultando la circulación de los demás vehículos.

Los taxistas abandonaron sus coches para concentrarse delante de la sede de la Delegación del Gobierno. Esta forma de reivindicación generó protestas y críticas por parte de los conductores que tuvieron que soportar desviaciones urbanas y un tráfico extremadamente pausado. «Por culpa de esta huelga, voy a llegar tarde a trabajar», destacó un conductor valenciano, paralizado durante 10 minutos. Otros consideraron que la forma de actuar del sector del taxi no era la correcta y que, además, no conseguirán alcanzar sus objetivos por esa vía.

«Lo único que van a lograr si prolongan esta huelga, es que los conductores se enfaden y se revelen», subrayó Carlos Sánchez, mientras señalaba el cordón de taxis.

Esta huelga contra las VTC promete prolongarse por lo menos hasta que lo decidan los taxistas que están en la calle o hasta el miércoles, momento en el que tendrá lugar la reunión que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, mantendrá con las comunidades autónomas con la intención de solucionar el conflicto. Hasta entonces, los conductores valencianos tendrán que padecer las consecuencias originadas por el parón como son las retenciones y el bloqueo de las carreteras. Además, tendrán que soportar las concentraciones de este colectivo en lugares de gran demanda como es la calle Colón o los puntos adyacentes.