I. D.
VALENCIA.
Martes, 31 de julio 2018
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reclamó ayer que se «aceleren» las negociaciones para intentar poner fin al paro de los taxistas y afirmó que la solución «no es la transferencia a las comunidades» de las licencias a empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC), sino «un acuerdo estable que dé respuesta a la esencia del conflicto que está planteado entre dos operadores: los taxis y los VTC».
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Así lo aseguró en una visita al nuevo apeadero del metro en Ribarroja, donde estuvo acompañado por la consellera de Obras Públicas, María José Salvador. Ambos pidieron la desconvocatoria de la huelga y apelaron al daño para la imagen de la Comunitat. «Con el potencial turístico que tenemos no es la mejor carta de bienvenida una huelga como ésta», indicó Salvador.
«También recordó el refuerzo adoptado en los servicios de metro de Valencia y Alicante, con más convoyes en las frecuencias, lo que se ha traducido en 60.000 y 25.000 plazas más, respectivamente. También se ha prolongado el horario del metro hasta la madrugada en la línea que da servicio al aeropuerto de Manises.
La consellera abogó por sentar a todas las partes «a buscar una solución compartida». «Primero porque las directrices europeas marcan el libre mercado. Nosotros recurrimos al Tribunal Supremo la concesión de 200 licencias VTC y el Supremo nos ha dicho que las tenemos que conceder. El marco jurídico es el que es», remarcó e instó a «buscar una solución para reencontrar ese equilibrio de 30 licencias de taxi por una de VTC», dado que «ahora estamos sobredimensionados en todo el territorio».
Mientras, desde el Ayuntamiento, silencio un día más a pesar de los colapsos registrados en el cap i casal. Fuentes municipales indicaron que el alcalde, Joan Ribó, no se va a pronunciar sobre un tema que afecta a la Generalitat y, especialmente, a Fomento. «No es una cuestión que regule el Ayuntamiento», recordaron. Al mismo tiempo remarcaron que el Consistorio, a través de la EMT, «está poniendo todos los medios para paliar en la medida de lo posible los efectos de la huelga» con puntos informativos.
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Desde el grupo municipal del PP el concejal Alberto Mendoza criticó la «pasividad» de Ribó «a la hora de exigir responsabilidades y de paliar los efectos de la crisis generada por el actual Gobierno».
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