Puig admite que no reaccionó a tiempo y cifra en 341 millones la factura del coronavirus

El presidente de la Generalitat pide perdón y la oposición le ofrece su apoyo mientras que Oltra recibe duras críticas

burguera

Miércoles, 22 de abril 2020

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pidió ayer perdón en Les Corts, por no haber reaccionado a tiempo ante la llegada del coronavirus. Esa petición de disculpas en sede parlamentaria contrasta con la actitud del Gobierno central, lo que le valió ayer al líder socialista las felicitaciones de toda la oposición: PP, Ciudadanos y Vox. Puig cargó con críticas a la gestión del Consell, pero el tono fue bastante más constructivo del que se emplea a nivel nacional y, desde luego, también bastante menos afilado que el balance que hizo la oposición de la gestión de la vicepresidenta Mónica Oltra, especialmente en materia de residencias para mayores.

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Puig y Oltra comparecieron ayer ante la Diputación Permanente de Les Corts. El presidente de la Generalitat recibió críticas generales, pero también alguna felicitación y, sobre todo, comprensión. Hasta se podría decir que salió reforzado. La vicepresidenta y consellera de Inclusión se encontró con una oposición mucho más severa, se le reprochó falta de diálogo y Vox pidió su dimisión. El catálogo de reproches fue tan variado que se le afeó tanto haber adoptado un perfil bajo como desear ganar protagonismo mediático. En cualquier caso, fue unánime el reproche a la escasa comunicación de Oltra con los portavoces de la oposición en su sector.

«Pido disculpas como presidente por no llegar a tiempo, por habernos visto superados por la falta de material», señala Puig

El presidente de la Generalitat compareció para explicar el impacto del Covid-19, las medidas tomadas frente a la pandemia y para sostener la economía tras la crisis sanitaria. El último pleno fue la sesión especial celebrada el 12 de marzo. «Pido disculpas como presidente de la Generalitat por no llegar a tiempo, por habernos visto superados por la falta de material protector ante un tsunami que nos ha sobrepasado a todos», señaló el jefe del Consell.

Puig desveló que la factura del Covid-19 en la Comunitat, sólo en lo que se refiere al gasto comprometido o ejecutado ya por la Generalitat, asciende a 341 millones de euros. En este sentido, Puig lo desglosó en 145 millones para medidas sanitarias (de ellos 52,5 millones correspondiente a la compra de material en el mercado chino), 123 millones para impulsar la economía, 41 millones para medidas de inclusión, investigación y cooperación, 27 millones en acciones educativas, culturales y cinco millones en medida de limpieza, desinfección e información. «Esta es la primera parte de la factura a la que hemos de hacer frente. Harán falta nuevas aportaciones, seguro, pero la Generalitat será garante de los derechos de los valencianos», señaló el presidente que realizó una intervención marcadamente autonomista.

La oposición tiende la mano a Puig mientras que critica a Oltra porla falta de comunicación con los portavoces

«No todos hemos de salir igual, y reivindico el derecho de la Comunitat a adaptar su post-confinamiento a su realidad particular. En esta cuestión, como en tantas otras, el centralismo y la uniformización no son ni inteligentes ni eficientes. La unidad de acción ha sido positiva y hay que reafirmarla. Al tiempo que se ha descentralizar la gestión por comunidades autónomas, y dentro de nuestra región, por territorios locales», recalcó Puig.

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Tanto la portavoz del PP, Isabel Bonig, como el de Ciudadanos, Toni Cantó, o el de Vox, José María Llanos, reconocieron el gesto de pedir disculpas de Puig (también lo hizo posteriormente la central sindical CSIF), si bien también le señalaron la falta de eficacia de algunas medidas, como los hospitales de campaña, y la necesidad de realizar más pruebas.

Deseo de llegar a un acuerdo pero sin fijar «día y hora» para negociar

Tanto el presidente de la Generalitat como la oposición mostraron su deseo de colaborar a la hora de llegar a un acuerdo marco similar al que se pretende alcanzar a nivel nacional con el fin de consensuar medidas de cara a superar el escenario económico y social posterior a la crisis. Sin embargo, la sartén por el mango la tiene Puig en esa materia. El jefe del Consell es quien puede, o no, asumir propuestas de la oposición. En cualquier caso, la buena voluntad quedó demostrada ayer en Les Corts. No obstante, parece que las agendas son imposibles de cuadrar. A pesar de las reiteradas veces que tanto el PP como Cs le instaron a que pusiese «día y hora» para fijar la cita, ante lo que el presidente reclamó que esos acuerdos no se subordinase a «urgencias mediáticas».

La portavoz del PP en Les Corts, Isabel Bonig, expresó que la voluntad de colaboración expresada por la oposición «no significa mutualización de los errores y responsabilidades, que los hay». El portavoz de Ciudadanos en el parlamento valenciano, Toni Cantó, tras escuchar el discurso inicial de Puig, ha lamentado que le hubiera gustado «que hubiera puesto fecha y lugar para que desde Les Corts podamos iniciar un trabajo conjunto para esta tarea de reconstrucción».

La oposición criticó que Les Corts permanezcan cerradas, sin sesiones de control al presidente de la Generalitat. Además, todos los portavoces del bloque de la derecha señalaron la importancia de reformular el presupuesto de la Generalitat y de reconfigurar el Consell. Puig, por su parte, admitió la posibilidad de un acuerdo, pero «sin ninguna urgencia mediática» ni «cheques en blanco», desde la empatía y con la sociedad civil.

«Esto no va de marketing, hagámoslo bien», indicó el presidente socialista, quien advirtió de que «todos han de saber que van a ceder en ese proceso». El dirigente socialista valoró el talante de la oposición, especialmente el de Toni Cantó, que lidera Ciudadanos, partido con el que el PSPV acaba de alcanzar un acuerdo para gobernar Torrent al margen de Compromís.

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