Puig plantea reducir la distancia en los bares y ampliar aforo en discotecas

El camino hacia la nueva normalidad pasa por ir poco a poco modificando las medidas de seguridad impuestas tras la pandemia y permitir reactivar la economía gracias a una mayor permisividad, eso sí, siempre cumpliendo las restricciones impuestas por Sanidad.

Es lo que pretende el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien ayer planteó reducir los espacios entre mesas en bares y restaurantes y ampliar el aforo en los locales de ocio nocturno de la Comunitat Valenciana. El Consell ha recogido el guante lanzado por el sector y planteará en los próximos días a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, estas medidas. De su departamento depende dar luz verde a estas propuestas. Ya lo dejó claro el jefe del Ejecutivo valenciano durante la rueda de prensa: «las decisiones sanitarias serán las que decidan».

El planteamiento para avanzar en la desescalada pasa por reducir de dos metros a uno y medio la distancia de separación entre mesas tanto en las terrazas como en el interior de los locales de hostelería. Una medida que ayudaría a poder disponer de un mayor espacio para ubicar el mobiliario urbano al reducir la distancia de separación entre las mesas, y de ese modo se mantendría el mismo, 1,5 metros, que la distancia mínima interpersonal.

Es cierto, que en muchas localidades de la Comunitat, bares y restaurantes se han visto beneficiados de una mayor ocupación de la vía pública gracias a las modificaciones de las ordenanzas municipales que han hecho posible que los hosteleros puedan acoger a un mayor número de clientes, pero esta nueva situación, si sale adelante, aportaría un plus a la delicada situación por la que atraviesa la hostelería.

Pero al margen de los bares y restaurantes, la otra novedad planteada por Puig va dirigida a reactivar el ocio nocturno con cambios en la limitación del aforo y que puedan alcanzar el 75%. De ese modo, pasarían de un permiso que tienen actualmente de un tercio del aforo a disponer de un mayor espacio, aunque nada comentó de pedir permiso para que ya se pueda bailar. Una medida que sería un gran a atractivo para aquellas personas que quieren disfrutar del ocio nocturno ahora en verano.

Ambas ideas las anunció en una comparecencia pública tras mantener una reunión telemática con el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, para evaluar la situación del sector turístico derivada de la pandemia y estudiar medidas de apoyo.

Entre las nuevas acciones del Consell, Puig presentó un plan para incentivar la demanda turística en temporada baja, aunque de momento no anunció ninguna partida presupuestaria para poner en marcha el programa de incentivos al turismo. Se trata de impulsar un plan para potenciar la demanda en momentos de baja ocupación y «superar la estacionalidad», destacó, quien apuntó que ahora «se trata de ver de qué manera se puede incentivar la demanda» para paliar los efectos en el sector.

Este plan se desarrollará en dos etapas, la primera desde el 1 de octubre hasta el 15 de diciembre, y la segunda tras las Navidades, el 7 de enero, y hasta Semana Santa, para «reactivar el turismo en otoño e invierno». Según explicó el presidente del Consell se trata de seguir «un itinerario favorable donde se sumen el esfuerzo de la iniciativa pública y la privada».

Para reactivar la actividad en los meses de menor ocupación, Puig explicó que «se destinarán ayudas para que aquellos establecimientos que convenien con la Generaliat puedan establecer precios de referencia con el fin de dinamizar el sector en momentos de baja ocupación».

Este programa para reactivar el turismo se suma a otras acciones que ya ha impulsado el Consell en los últimos meses como la partida económica de más de seis millones de euros en ayudas directas a empresas y autónomos del sector turístico adheridos al programa de producto de Turisme Comunitat Valenciana y que cuentan con el distintivo de calidad Sicted. Además, del plan de infraestructuras para paliar los desperfectos causados por el temporal 'Gloria' o la línea de ayudas del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) con un importe de 10 millones para ayudar con créditos a la recuperación de la actividad en el sector turístico.

Del mismo modo, el jefe del Ejecutivo valenciano aprovechó su intervención en el Palau para destacar que esta es una «semana importante» en materia turística ya que al margen de la reunión que mantuvo ayer y a la espera de poder dar vía libre a las nuevas medidas planteadas, el viernes los Reyes visitarán la Comunitat que han incluido en la ruta de viajes por destinos turísticos españoles.

Felipe VI y doña Letizia estarán en Benidorm para dar «apoyo y visibilizar el turismo valenciano», apuntó el presidente de la Generalitat que mañana acudirá a Dénia para presentar la incorporación de los 1.000 auxiliares de playa que informarán de las medidas de protección en el litoral valenciano.