Pulso ante la carretera de El Saler

El Palmar, El Perellonet, la Devesa, Mareny de Barraquetes, Sueca e incluso Valencia. De estos lugares y seguramente algunos más llegaron ayer los participantes en la asamblea convocada por el alcalde de El Perelló, Juan Botella, poara poner ideas en común contra la remodelación de la CV-500 presentada por la Conselleria de Obras Públicas. En síntesis, la autovía de El Saler pasará a convertirse en un bulevar y se ha formado ya un frente común de entidades de rechazo.

La actuación se divide en dos fases, como dijo ayer Botella antes del encuentro celebrado en el colegio público de la entidad local menor ante medio millar de personas. La Generalitat ultima ya la colocación de un semáforo junto a la pedanía de El Saler, mientras que hará lo mismo en las inmediaciones de la gola del Pujol. El primero sustituye a la pasarela tirada por un camión y que comunicaba con el puerto en la Albufera, mientras que el segundo pretende regular el tráfico a la altura de un mirador y embarcadero.

La segunda fase es el estudio ambiental para la remodelación de toda la carretera, en fase de exposición al público y donde se da por segura la presentación de alegaciones. Botella se reunió junto con representantes de pedanías, entidades locales menores, hosteleros y vecinos con la directora general de Transportes, Roser Obrer.

El resultado fue, como comentó el alcalde, que «los semáforos se van a poner sí o sí, mientras que nos dijo que el estudio ambiental forma parte de un proyecto a largo plazo. Aún así, queremos debatirlo ahora para no encontrar sorpresas luego».

Del encuentro, la voluntad era acordar un recurso común y seguramente alguna movilización d eprotesta. La colocación de los semáforos, regulados con un pulsador, y la reforma posterior de la carretera convertirán una vía rápida, al menos en su parte inicial, en prácticamente un bulevar urbano arbolado. Esto, defiende Botella y otras asociaciones como los hosteleros de El Palmar, supondrá un gran perjuicio a decenas de negocios, así como a los propios vecinos de la zona.

Como publicó LAS PROVINCIAS, una de las partes más cuestionadas del futuro proyecto es la conversión del desvío de la carretera CV-500 a El Palmar en una plataforma único de siete metros de anchura donde deben convivir el tráfico con el paso de viandantes y bicicletas. La previsión de la Generalitat es que todo esté acabado en un plazo de diez años con un coste de 13,76 millones.

Botella señaló que una de las causas alegadas por la conselleria en la reunión de esta semana fue que la remodelación reducirá los accidentes, algo que cuestionó el alcalde, quien ha rechazado la propuesta al considerar que la alternativa es llegar a la parte sur por la pista de Silla, donde tanto en sentido de entrada como de salida «también se encontrarán con atascos».

Por su parte, el vicealcalde de Valencia, Sergi Campillo, dijo que se trata de una iniciativa de la Conselleria de Obras Públicas, para destacar que «a priori, todo lo que sea pacificar la carretera hemos colaborado, como estamos haciendo con el acceso desde El Saler a su puerto». Del estudio ambiental para transformar la carretera en un bulevar, dijo que «queremos estudiarlo, es complejo y hemos recibido ya la petición de un informe. No podemos avanzar nuestra posición, pero siempre hemos apostado por la pacificación de la carretera».

El delegado de Devesa-Albufera comentó que, con los primeros cambios, en referencia a la disminución de la velocidad o la línea continua desde el final de la autovía, hubo «augurios de que iban a cerrar los restaurantes y no ha pasado nada», para replicar al alcalde de El Perelló que «es contradictorio que algunos municipios no quieran ningún obtáculo antes de llegar a su término municipal, cuando su parte de la carretera está llena de semáforos».