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El Sindicato Médico ha apretado el acelerador. Aunque ha aplazado la huelga, ha puesto en evidencia que los ánimos están calientes en la sanidad pública valenciana. Y es que la situación, según denuncian las organizaciones laborales, es complicada. Las listas de espera se cronifican, los ... médicos tienen una agenda apretadísima o se demoran las citas para la Atención Primaria.
La Comunitat Valenciana ha cerrado el año con cerca de 70.000 pacientes en lista de espera. El departamento de salud que se encuentra en peor situación es el de Castellón, donde los ciudadanos tienen que esperar 129 días de media para ser atendidos. En el caso del de La Fe se superan también los cien días.
Uno de los grandes problemas de la sanidad valenciana es la falta de financiación. Así lo señala Dolly Prunés, presidenta de la sección de Sanidad del CSIF, que señala que «se queda corta». «No estamos en niveles óptimos para proceder a una reestructuración del sistema». Considera que esta situación se arrastra desde antes de la pandemia. «Lo que ha pasado ha sido que el Covid lo ha agravado aún más», explica. «No se pueden tomar medidas si no hay dinero», añade. «Así sólo se puede seguir parcheando y no se hace frente a los grandes problemas estructurales que tiene la sanidad valenciana», manifiesta.
Según un estudio realizado por el CSIF, la necesidad de personal asciende a 11.000 plazas para un funcionamiento adecuado de la Sanidad Pública. Con esto señalan que las 6.000 creadas por la Conselleria de Sanidad este año no son suficientes. Y, además, Prunés sostiene que este número no es tal ya que estas se generaron cuando terminaron los contratos realizados durante el Covid. «Además, a 31 de diciembre no se han creado todas ellas», explica la sindicalista del CSIF.
La falta de personal se hace más ostensible en el caso de los médicos, según denuncian desde el Sindicato Médico (CESM-CV). Desde esta formación han reclamado que se incremente la cifra de facultativos, tanto en los hospitales como en los centros de salud, y especialmente en relación a la especialidad de pediatría. Además, se sienten agraviados porque de las 6.007 incorporaciones de este año, sólo 1.174 han sido facultativos, apenas el 20% de la cifra total.
Otro de los grandes problemas, destacados desde distintas formaciones sindicales, es la incesante fuga de talentos. «Les formamos aquí con un gran inversión económica y cuando terminan se van o a otras comunidades autónomas o fuera de España», explica Prunés. La razón no es otra que las malas condiciones que tienen para trabajar en la Comunitat Valenciana. Uno de los hándicaps principales son los sueldos que en el caso de los facultativos son inferiores a los de otras autonomías españolas. Este es un factor que hace que muchos se planteen mudarse a otras zonas. En este sentido, Prunés señala que el Ministerio de Sanidad tendría que establecer una homogeneización en todo el territorio nacional para evitar que la competencia entre autonomías. «Tiene pocas competencias y encima no las ejerce», destaca la presidenta de Sanidad del CSIF.
Durante las últimas semanas las Urgencias de los principales hospitales valencianos se encuentran saturadas. «Es una situación que se repite año tras año sin que se pongan medidas para solucionarlo», apunta Prunés. Y en la misma dirección se dirigen las críticas del Sindicato Médico: «Todo con una situación de aumento de incidencia de enfermedades respiratorias que año tras año producen el colapso de servicios al ciudadano sin que se sea capaz de adecuar los servicios para afrontarlo». Desde todos los sectores reconocen que uno de los problemas es la mala situación de Atención Primaria donde si el paciente no puede ser atendido se va a Urgencias.
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Dos semanas para conseguir ver al médico de familia. Es una muestra más de la situación en la que se encuentra la Atención Primaria en la Comunitat Valenciana. Este retraso puede ser más elevado en poblaciones pequeñas donde se ha llegado a esperar a un mes para el médico de familia. Estas demoras se deben, en parte, a las dificultades que la Conselleria de Sanidad tiene para cubrir las bajas del personal médico. Además, la administración ha detectado que este año se ha registrado un incremento del 18% de la demanda asistencial en Atención Primaria, es decir, de la cantidad de citas que piden los pacientes con respecto a 2019.
Hasta siete pacientes a la hora han llegado a tener algunos médicos en Atención Primaria, especialmente en los médicos de familia. Ha habido jornadas en las que los facultativos han tenido hasta 73 enfermos en agenda para verlos durante una jornada laboral de siete horas. No hay que olvidar que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud es de 26 pacientes al día, casi tres veces menos. Estas situaciones provocan, por un lado, que se demore la asistencia de los que están programados con posterioridad, que las llamadas telefónicas no suelan realizarse a la hora fijada (los médicos aprovechan los pocos huecos que tienen o alargan su jornada) y que los profesionales no puedan dedicar a cada uno todo el tiempo necesario.
Durante los últimos años no se han puesto en marcha grandes infraestructuras médicas. Entre otras actuaciones, el Botánico abandonó la idea de hacer un nuevo hospital Arnau de Vilanova que ya estaría en funcionamiento. Además, se han dinamitado proyectos como el de la antigua Fe.
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