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«Sobrecarga de trabajo». Es la frase más repetida por sanitarios y pacientes en los centros de Atención Primaria de Valencia tras el experimento del alcalde, Joan Ribó, de probar la semana laboral de cuatro días en la ciudad. Los centros de salud estuvieron saturados ... este martes pasado y el miércoles todavía se notaban los efectos de forma evidente, con más gente de lo habitual y tiempos de espera más largos para los enfermos. La decisión del Ayuntamiento de decretar como festivo local el pasado lunes ha obligado a redistribuir las agendas a los facultativos, lo que ha provocado una nueva semana de retrasos y acumulación de citas, como ya ocurrió en las dos semanas anteriores por sendos festivos en lunes, y pasará en la próxima, que también el lunes 1 de mayo es fiesta.
En el centro de salud de Tres Forques la jornada es muy ajetreada este miércoles. Iris trabaja allí como enfermera y da fe de este exceso de trabajo tras el festivo del lunes. «Tenemos que atender en la semana a las mismas personas porque son curas programadas, si nos quitan un día, el resto de días llevamos una sobrecarga, porque hay que seguir curándolos igual», apunta la joven sanitaria. «El martes había muchos pacientes más de lo habitual, y tuvimos que atender los del lunes y los del martes, porque no vas a dejar de atender a alguien porque haya un día más de fiesta. Cuando más lo notamos es el martes y los viernes», expresa.
Pepa ha tenido que esperar casi una hora para que la atendiera un médico. «Si cierran un día festivo, tienen que recolocar a los pacientes el resto de la semana. Debería estar abierto el centro de salud los festivos, aunque fuera con menos personal», critica la mujer, que añade que en junio «ya no van a abrir por las tardes, y habrá que desplazarse hasta la avenida del Cid, donde hay muchísima gente», lamenta. También le ha afectado a Susi, que acompañaba a su madre al centro de salud. «Hemos tenido que esperar bastante porque veníamos de urgencia. Deben redistribuir a los pacientes del festivo entre todos los médicos, eso provoca más tiempo de espera, porque si viene alguien de urgencias, tratan de colocarlos entre visita y visita, y si ya tienen mucha gente esperando con cita previa, pues se sobrecarga», explica.
Esta situación de aglomeraciones después de cada festivo es una denuncia que ya ha hecho en varias ocasiones Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico. «Los días festivos los centros de salud están cerrados y los pacientes no tienen opción de acceder, eso provoca que se acumulen para el día siguiente. Las jornadas de más afluencia sin cita previa son los lunes o los días después de un festivo, que es cuando los centros de salud están sometidos a una mayor tensión por el aumento de la demanda», apunta el dirigente.
El Sindicato, que mantiene la tercera huelga de médicos para el 8 de mayo ante la falta de acuerdo con la Conselleria de Sanidad, exige «medidas serias y eficaces para que se cumplan sin que haya un caos en la asistencia a los centros sanitarios para garantizar que las agendas tengan el tope de 35 médicos diarios», indica Pedrera. «Propusimos que se abrieran Puntos de Atención Continuada las 24 horas para mejorar la accesibilidad en la Atención Primaria y que se sustituya a todos los médicos que no vayan a trabajar, porque ahora si un facultativo se ausenta, sus pacientes se los reparten entre los demás, que se suman a los que ya tienen en agenda y eso provoca una saturación de agendas, y por tanto el incumplimiento de la Conselleria de lo que pide CESM», lamenta el secretario.
Pero mientras Sanidad sigue sin poner una solución, los pacientes, como Juan o Mari Carmen, tienen que soportar largas esperas para ser atendidos en el centro de salud de Nou Moles. «Está a tope, hay más gente de lo habitual, he tenido que esperar casi una hora porque lleva retraso, y sólo venía a por los resultados de unos análisis», apunta el hombre. «El martes vine y había muchísima gente. Cuando hay fiesta, al día siguiente o el día antes siempre hay más aglomeración, toca esperar bastante rato», dice la mujer. Y Eva, que viene de otro centro donde le ha atendido un radiólogo, pide que un médico vea el resultado de sus pruebas, sin éxito. «Me han dicho que me tengo que esperar a mi cita, el 17 de mayo, supongo que porque van saturados. Aquí hay siempre mucha gente y la cita previa te la dan para un mes, es una vergüenza», destaca.
Y en ese experimento de la semana laboral de cuatro días de Ribó también se vieron afectados los colegios. Los centros educativos cerraron el lunes, y los padres que trabajan fuera de Valencia tuvieron que buscar soluciones para dejar a los niños. Hubo que echar mano de la ayuda de los abuelos y familiares, o quien pudiera teletrabajar o incluso cogerse el día libre. Sin embargo, no se han registrado quejas en las AMPA por este motivo. «No ha pillado de nuevo a las familias, no ha supuesto ninguna complicación, aunque siempre es un trastorno no poder seguir la rutina habitual», señala Vicente Morro, de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos.
En los centros educativos el 24 de abril no estaba contemplado como festivo en el calendario escolar que notificaron a las familias a principio de curso, en septiembre de 2022. Fue cuando se elaboró el calendario laboral, a finales de noviembre, cuando el Ayuntamiento decidió este cambio de la festividad del 22 de enero al 24 de abril. En algunos colegios fue el pasado día 3 de este mes de abril cuando se comunicó a las familias que el Consistorio había decretado este lunes como festivo y que el colegio permanecería cerrado, con poco margen de reacción para los padres.
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