La reapertura de Bonaire, entre la emoción y la confusión

También acudieron al centro comercial decenas de curiosos para ver qué tiendas estaban abiertas. «No esperábamos que esto estuviera así. Creíamos que por la campaña de navidad se daría mucha caña», cuenta un joven que ha venido con un amigo, pensando que encontrarían más restaurantes abiertos. «Así que vamos a comer al Foster's, que es el único que hay abierto», añade. Con el ánimo de «cotillear» también se acercaron dos mujeres que llegaron al centro comercial en un Metrobús. «No venimos a comprar, venimos a cotillear. Y a lo mejor de paso compramos algo», indican.

El gerente del restaurante también ha recibido con optimismo el arranque de la jornada. «No esperábamos nada, así que ha sido una buena sorpresa», señala el profesional. En el interior se podían observar ocho mesas ocupadas sobre las 14 horas. «Han venido cerca de 20 personas. Algunos son conocidos del establecimiento y otras personas suponemos que trabajan o viven cerca y han querido pasarse sabiendo que abríamos hoy», afirma. En su caso, han tenido que renovar todo el mobiliario para poder volver a la actividad, algo que también están haciendo el resto de empresas. En ese sentido, se puede ver como compañías como Leroy Merlín y Milbby siguen con labores de limpieza.

La gran mayoría de los visitantes se acercaron a Bonaire convencidos de que el panorama sería diferente. «Ha venido gente a preguntar si abrían las tiendas de ropa. Incluso algunos venían pensando que abría todo el centro comercial», cuenta el personal de seguridad. Eso mismo cuentan dos mujeres que salían de hacer la compra en Alcampo. «Pensábamos que habría tiendas de ropa abierta. Pero sólo hemos visto el Alcampo, así que hemos aprovechado», cuentan.

Norauto es una de las tres empresas que reabrieron este viernes 13 junto a Alcampo y Fosters. El taller también recibió a más personas de las esperadas en la jornada de la mañana, pero conforme se acercaba el medio día comenzó a disminuir la afluencia. «Ahora están llegando a cuenta gotas. Pero nosotros hemos abierto sabiendo que no vamos a ganar dinero. No lo hacemos por negocio, lo hacemos por animar a la gente de las poblaciones vecinos, como Aldaia y Alaquàs, a que salgan de esas burbuja trágica que les ha tocado vivir y poder acariciar un poco la normalidad», explica el personal laboral del establecimiento.