Alberto Martínez, Alicia Talavera y Rosa González
Lunes, 26 de agosto 2024
La campaña estival vive su recta final con sensaciones encontradas. A falta de seis días para que agosto baje el telón, los principales sectores involucrados en el turismo comienzan a hacer balance del período vacacional que más expectativas levanta cada año. Las estadísticas se ... frotan las manos ante, previsiblemente, un nuevo récord histórico en cuanto a volumen de visitantes a la Comunitat Valenciana. Los hoteles han superado la ocupación del 2023. Pero nadie se atreve a lanzar las campanas al vuelo. Los gremios con mayor protagonismo durante estos meses advierten de un cambio en la tendencia de los viajeros: una caída en la capacidad de gasto que ha afectado, fundamentalmente, a los hosteleros.
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Este fin de semana, tanto el aeropuerto de Manises como el de Alicante-Elche han elevado sus registros del año pasado. Valencia ha registrado 706 vuelos entre el viernes y el domingo, mientras que en el mismo período de 2023 fueron 685.
Adrián, taxista, se encuentra junto a la puerta principal de la zona de llegadas en Manises. Sujeta una tablet con el nombre de Tania Oliveira brillando en la pantalla. Ella es una turista portuguesa que está aterrizando junto a su familia. El conductor, quien les trasladará hasta el hotel, lleva tres años prestando este tipo de servicios. Conoce el aeródromo como la palma de su mano y advierte de que, al margen de la comparativa facilitada por Aena, ha percibido «un poquito menos de volumen de trabajo en Valencia» durante el verano.
Mientras da sus impresiones, aparece la persona a la que esperaba. Tania llega con su marido y sus dos hijos procedente de Lisboa. «Venimos de vacaciones cuatro días. Ya estuvimos en Madrid y Barcelona. Esta es la tercera vez que vez que venimos a España y hemos elegido Valencia. Queremos ir a la playa y a visitar el centro de la ciudad y la Ciudad de las Artes y las Ciencias», explica la portuguesa.
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Largas colas en los puntos de alquiler de coches. De repente, llama la atención el jolgorio de un grupo de jóvenes. Son diez chicos italianos que se han decantado por Valencia para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos. Portan, como mandan los cánones, camisetas customizadas. El futuro novio, Lui, en un color diferente. Les espera un fin de semana intenso.
En el aeródromo de Alicante se han producido 1.136 durante el fin de semana, superando los 980 de hace un año. Estos datos, sumados a la liberalizada actividad ferroviaria, a los récords de cruceristas, a los hoteles hasta la bandera y al imparable 'boom' de los festivales de música, apuntan a que el verano terminará con la Comunitat fijando una nueva plusmarca de turistas. En cambio, no todos los sectores que comen del pastel se muestran satisfechos.
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Alberto Martínez de la Calle
Las playas de la Comunitat se han vuelto a abarrotar durante el fin de semana. Los residentes y los viajeros apuran a remojo sus vacaciones de agosto. Cuenta atrás para volver a la rutina. En las Arenas, por ejemplo, los restaurantes de primera línea de costa lucen una actividad frenética. Pascual Sánchez, director de La Pepica, se siente pletórico: «Nosotros sí que podemos decir que hemos cumplido con las expectativas. Incluso mejor de lo que esperábamos. En julio y agosto, hemos tenido entre semana entre 800 y 1.000 comensales diarios y los fines de semana unos 1.200 diarios. Estamos hablando de un 5 o un 10 por ciento más que el año pasado. Seguimos siendo referente y no ha habido ningún problema». Sin embargo, sí que es consciente de que, con una perspectiva general, el sector de la hostelería «está más flojete». Y entiende que la celebración de eventos internacionales como la Eurocopa y los Juegos Olímpicos en Alemania y París, respectivamente, han podido afectar.
Hostelería
Los resultados no están siendo los esperados. Manuel Espinar, presidente de Conhostur (Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunitat), expresa su decepción con la tendencia dibujada. «Las expectativas que teníamos este verano eran muy buenas. Pero la primera quincena de julio nos dimos cuenta de que hubo un bajón de facturación de entre el 20 y el 25 por ciento. Se recuperó algo en la segunda quincena de julio. Pero el mes de agosto no ha sido lo que tendría que haber sido y en este momento estamos con bajadas de facturación de entre un 10 y un 15 por ciento respecto a agosto del año pasado», lamenta.
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Espinar, de esta forma, concluye que el promedio en la Comunitat ha sido «de un 15 por ciento aproximadamente de bajada respecto al verano de 2023». Una circunstancia que, a priori, puede resultar paradójica. «Es verdad que a nivel turístico hemos superado récord en el aeropuerto de Valencia en turistas internacionales y los hoteles han estado por encima del 80 por ciento. Pero algo que veníamos denunciando se ha empezado a materializar este verano. Y es que la renta disponible del turista se ha mermado y la capacidad de gasto que ha tenido para la hostelería y el ocio se ha mermado. Hemos sido los primeros afectados y se ha notado en el ticket medio de los turistas que se han sentado en nuestros comedores, en la rotación de clientes y en la frecuencia. Y eso ha hecho que baje la facturación como está bajando», profundiza.
Considera que este fenómeno debe marcar un antes y un después. «Nunca se había dado esta casuística. Ha sido algo preocupante. Estamos hablando de un año récord a nivel de turistas, pero un año en que la hostelería ha empezado a resentirse de una manera muy importante. Y esto nos lleva a la reflexión de que hay que cambiar la ecuación», comenta Espinar, quien apuesta por un cambio de rumbo: «La sostenibilidad lleva a que igual hay que dejar de contar turistas e ir a por un turista de calidad. Todos los turistas son buenos y todos los turistas que entran en la Comunitat son bienvenidos, pero de alguna manera hay que intentar, dentro de este camino de la sostenibilidad que llevamos, apostar por un cliente que eleve la rentabilidad de los negocios turísticos de la Comunitat. Ese es el camino que ya se ha emprendido pero tenemos que meter la sexta. Somos un sector importantísimo dentro de la economía española».
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Espinar subraya los municipios que han funcionado mejor: Valencia, Benidorm, Alicante, Peñíscola, Gandia, Benicassim... «Los locales están por encima del 80 por ciento. El nivel de clientela se ha seguido manteniendo pero con un ticket medio mucho más bajo que el año pasado. Y al final los gastos fijos son los mismos», añade.
Por ejemplo, el presidente de los hosteleros de Cullera, Juan Femenía, calcula que se ha reducido el desembolso por cliente un 12 por ciento. «Hay mucha gente pero van buscando el mínimo gasto. Reservas tenemos muchas, lleno la mayoría de días, pero vemos cómo piden lo justo, la paella y una ensalada o a veces ni eso», comenta. Un comportamiento que afecta tanto a turistas nacionales como extranjeros.
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Curiosamente, esta dinámica también ha quedado patente en la cafetería del aeropuerto de Valencia, donde una trabajadora explica que la afluencia de clientes «ha sido menor que el verano pasado». Pese a todo, esta empleada se muestra satisfecha: «Está yendo muy bien, no paramos, pero el año pasado era un 'boom' constante».
Infraestructuras
Los aeropuertos de la Comunitat están batiendo récords. Manises vivió en julio el mejor mes de su historia con 1.086.627 pasajeros, superando en un 1,32 por ciento el hito marcado en agosto de 2023. El aeródromo de Alicante también estableció un hito al recibir a 1.989.648.
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Por lo que respecta a la red ferroviaria, también crece la llegada de visitantes. Pese a que el verano ha estado marcado por las incidencias en la conexión con Chamartín, la liberalización, es decir, la entrada en los servicios de la alta velocidad española de nuevas operadoras (Ouigo e Iryo) que se sumaron a Renfe (AVE y Avlo), ha representado un incremento de viajeros.
Así, la alta velocidad entre Madrid y Valencia se ha situado como la segunda en número de pasajeros, superando a la veterana Madrid-Sevilla. En el primer puesto continúa Madrid-Barcelona. Una actividad que se respira en la estación Joaquín Sorolla. Allí, en la oficina de Europcar, dedicada al alquiler de coches, el trabajador Javier Fernández habla de una dinámica durante las últimas semanas.
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«La disponibilidad que tenemos es escasa porque hay mucha demanda. El balance de este verano es positivo. Ha habido mucho turismo. Es cierto que agosto ha disminuido respecto a otros años y ha estado más centrado en junio y julio. Ahora en agosto, es más bien un cliente que no viene directamente aquí. Se ve holandeses, franceses, ingleses, italianos, australianos... Vienen de Barcelona o Madrid y, por ejemplo, van hacia otras ciudades del sur», explica Fernández.
En cuanto a los cruceros, los números son contundentes. Entre junio y septiembre, la Autoridad Portuaria de Valencia prevé la llegada de 273.203 pasajeros. Sin embargo, de los 100 navíos esperados en este período, sólo uno tiene programada la pernoctación. Un aspecto que alimenta el debate sobre el impacto económico de este turismo.
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Alojamiento
El sector hotelero está de enhorabuena. «En su conjunto el verano ha sido bueno, superando los datos de 2023. Nuestros datos nos dan una ocupación media en lo que va de verano de un 85 por ciento», destaca Luis Martí, presidente de la Confederación de Empresas Turísticas de la Comunidad Valenciana. Domina el mercado internacional. Eso sí, observa inclinaciones llamativas, como «estancias más cortas» y «menos gasto per cápita». Y pone sobre la mesa otro factor: «Seguimos batiendo récords, pero la rentabilidad no crece tanto como parece, ya que los gastos y la inflación se han incrementado mucho, y no toda se ha repercutido al cliente».
Los últimos datos publicados por el INE (Instituto Nacional de Estadística) señalan que las pernoctaciones en establecimientos hoteleros de la Comunitat crecieron un 4 por ciento en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, la tarifa media diaria por habitación se situó en 129,81 euros, lo que supone una subida del 7,4 por ciento interanual. Pero hay más aristas. Por ejemplo, la competencia de los apartamentos turísticos ilegales.
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En el hotel Neptuno, en primera línea de playa en la Malvarrosa, no caben más huéspedes. «El verano para nosotros ha ido súper bien, hemos tenido una ocupación espectacular. El mes de julio hemos tenido una ocupación del cien por cien y en previsión también el mes de agosto será de un cien por cien. Todos los días, completo», apunta Gerardo Ercolani, jefe de recepción del hotel. A escasos metros, junto al paseo, se suben a sus bicicletas Nicole y Alberto. Esta pareja de turistas italianos ha optado por alojarse en el centro de la ciudad durante su viaje, que dura cuatro días. «Está siendo una experiencia muy bella y divertida. Es una ciudad tranquila. Nos está gustando más que Barcelona y Madrid. Lo que más nos está gustando es la paella. Hemos venido a Valencia atraídos por la Basílica, los monumentos... Pero por la playa también», comentan.
Cullera, por su parte, está batiendo récords de ocupación este mes de agosto, superando el 95% durante la primera quincena y llegando al completo los fines de semana. Desde la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta indican que la ocupación de agosto está siendo similar a la de 2023, aunque en julio se produjo un ligero descenso.
Comercio
El comercio no se está resintiendo como la hostelería por los recortes de gastos de los turistas. La mayor parte de los empresarios está firmando unos números semejantes a los del verano de 2023. «Ganan favorablemente los que han tenido un resultado igual o mejor tanto en julio como en agosto. Están muy parejos los dos meses. Están entre un 60 y 65 por ciento aquellos que declaran que les ha ido igual o mejor que el año pasado», expone Rafael Torres, presidente de Confecomerç (Confederación de Comercio de la Comunitat).
De esta forma, entre el 35 y el 40 por ciento manifiestan que el resultado de la campaña de verano está siendo peor que en 2023. Precisamente, en algunos comercios de Dénia, los propietarios se pronuncian en esta línea. «En julio ha venido gente, pero no como otras veces y, además, no ha comprado tanto como otros años», señalan. En agosto la caja está funcionando algo mejor y ahora tienen la esperanza puesta en los turistas extranjeros que en septiembre y octubre suelen visitar la zona.
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Torres, en cualquier caso, se muestra conforme: «En esta campaña de verano la conclusión debe ser positiva. Una de las grandes razones, lógicamente, es el nuevo récord de viajeros. Está claro que en términos absolutos están gastando porque están viniendo muchas más personas a este país y a la Comunitat concretamente».
Ocio
Alrededor de 204.000 personas procedentes de 113 países asistieron al Rototom Sunsplash, celebrado en Benicàssim entre el 16 y el 21 de este mes. El éxito de esta cita, que prepara su 30 aniversario para 2025, es sólo un ejemplo del 'boom' de los festivales de música que se está produciendo en la Comunitat en los últimos años.
Un negocio al alza que, no obstante, debe revisar algunos aspectos organizativos. Los principales eventos se concentran entre junio y agosto. El Arenal Sound congregó a 300.000 personas en 80 conciertos, mientras que el FIB atrajo a 135.000 asistentes en 66 actos. Un informe presentado en julio por la Federación Valenciana de Industrias Musicales desveló que el gasto medio diario de los asistentes a festivales asciende a 120,1 euros y se dedica en su mayor parte al propio festival y a servicios de restauración.
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