La red de Metrovalencia se reabrirá de forma progresiva con la prioridad de restaurar las líneas de tranvía, que podrán empezar a circular a partir del 11 de noviembre, es decir, la próxima semana todavía no habrá servicio. Así lo ha confirmado este viernes la Conselleria de Infraestructuras a través de un comunicado después de la interrupción del servicio el pasado martes por las intensas lluvias.
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Desde entonces, el impacto de la DANA ha dejado la red con numerosos desperfectos a lo largo de las distintas líneas, donde ha desaparecido vía y catenaria e, incluso se ha visto afectado la instalación del puesto de mando, ubicado en la base de València Sud.
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Así, el personal de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y el personal de la conselleria que dirige Vicente Martínez Mus ya ha comenzado a trabajar para levantar un nuevo puesto de mando para coordinar el servicio después de que las instalaciones de la sede central se vieran gravemente afectadas por la DANA, con graves daños tanto en los talleres como en las oficinas y en el puesto de mando.
Para esta labor se ha diseñado un plan de reapertura en tres fases con el objetivo de restablecer las circulaciones lo antes posible. La primera de ellas es establecer en la sede de Machado un puesto de mando alternativo para poder controlar las líneas de tranvía tras quedar inoperativa la sede principal. La previsión inicial es que las líneas de tranvía vuelvan a estar en funcionamiento a partir de la semana del 11 de noviembre.
De forma paralela se trabaja en la restauración de líneas como la L3 (Rafelbuntol), la L5 (Marítim-Serrería) y L7 (Marítim-Torrent) de metro, que se podrán reabrir en una segunda fase. Esta parte de la red ferroviaria de Metrovalencia no presenta daños significativos y, una vez restablecido el sistema de control central, en el medio plazo, podría recuperarse, explica la conselleria.
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Por su parte, el tramo comprendido entre Sant Isidre y Castelló, el trayecto sur de la L1, es el más afectado y cuenta con todo tipo de graves desperfectos, tanto en las vías como en las catenarias. Esta L1 (Bétera-Villanueva de Castellón), que comparte trayecto con la L2 (Llíria-Torrent) y la L7, es la que más tardará en recuperarse. Por ello, se está diseñando un nuevo mapa de transporte por carretera para garantizar la movilidad de los municipios afectados.
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