Borrar
Visitantes en el Cementerio General de Valencia, ayer.

Ver fotos

Visitantes en el Cementerio General de Valencia, ayer. iván arlandis

Reencuentros en Todos los Santos

La tradicional visita al cementerio se escalona por la lluvia y el puente festivo. «Nos hace muy felices ver a personas que el año pasado no vinieron por la pandemia y pensábamos que nos habían dejado», destaca una florista

daniel guindo

Domingo, 31 de octubre 2021, 23:41

«Siempre juntas, vaya donde vaya estás conmigo, iaia. Te quiero, princesa». Esta frase, escrita con caligrafía infantil sobre un corazón de cartulina dorada, decoraba en la mañana de ayer una de las lápidas del Cementerio General de Valencia en la víspera del Día de Todos los Santos que se conmemora hoy. Tras el chaparrón de primera hora de la mañana, el sol y una agradable temperatura permitieron que el camposanto valenciano volviera a lucir inundado de flores dado que este año la visita al cementerio ha sido especialmente escalonada. «Desde el martes o el miércoles está viniendo gente», señalaron varios de los floristas asentados frente al recinto. «Este año muchos visitantes se han adelantado», corroboraron los informadores de los autobuses urbanos de la EMT. La amenaza de lluvia, el puente festivo y las ganas por acercarse a sus seres queridos ha hecho este año que el engalanado de los nichos se haya adelantado y se haya concentrado menos en la previa.

Carmen, que como cada año decoraba con flores frescas la lápida de su padre, tenía también esta impresión. «Hay menos gente que otros años, imagino que por la lluvia. Nosotros este año no hemos traído a mi madre, que con 91 años ya es muy mayor, pero siempre venía». También fue una jornada para los reencuentros. Los de visitantes habituales al cementerio por estas fechas, pero que el pasado ejercicio, por el temor a la pandemia dada su avanzada edad y a las limitaciones de acceso, evitaron acercarse al camposanto y faltaron a la cita. «Nos hace muy felices ver a clientes que el año pasado no vinieron. Son mayores y pensábamos que nos habían dejado, pero no. Está siendo un día de reencuentros», describió Patricia, de Flores Marga, sin poder esconder una amplia sonrisa tras la mascarilla. Precisamente las medidas de precaución fue otra de las notas dominantes. «Nos han preguntado hasta si estamos vacunadas», indicó Mari Carmen, de Flores Rodríguez, en un puesto provisional instalado junto a uno de los accesos. El gel hidroalcohólico también estaba presente en todos los mostradores.

La imagen del cementerio, sin embargo, era totalmente distinta a la del pasado año y, salvo por las mascarillas, era lo más parecido a una jornada prepandemia, aunque con una afluencia algo menor. Sin control de accesos y con todas las puertas abiertas. El sarcófago de Vicente Blasco Ibáñez daba la bienvenida en la entrada principal, rodeado por una cinta y con un escueto cartel en cinco idiomas que ofrecía unas pinceladas sobre la obra de Mariano Benlliure diseñada por Javier Goerlich. El panel estaba acompañado por un código QR para ampliar la información, aunque no funcionaba.

Claveles, gladiolos, margaritas y orquídeas copan los ramos pese a la subida de precios

«La orquídea es una flor cara, pero este año no les ha importado». Patricia, de Flores Marga, reconoce que este año han llegado a subir los precios de las flores entre un 20 y un 25% –Mari Carmen, de Flores Rodríguez, rebajaba este incremento a entre el 10 y el 15%–, pero esto no ha sido impedimento para que los visitantes hayan seguido con la tradición de engalanar las lápidas de sus seres queridos. «Hemos notado que si el año pasado no pudieron venir, este año se han gastado un poco más. Además, ya venían con la idea de que iban a ser más caras», apunta Patricia para justiciar que el producto se ha encarecido en origen y que incluso los vendedores han tenido que reducir su margen de beneficio para no subir todavía más los precios.

Claveles, gladiolos, margaritas, rosas y liliums están copando los ramos pese a la escasez de algunas flores, como el clavel rojo. «Los proveedores, por el miedo a lo que pasó el año pasado, cuando se vendió muy poco, no han querido arriesgar, y mucha flor que viene de fuera no ha llegado. Pero hemos podido compensarlo al ofrecer otras opciones. Para los encargos hemos tenido que contar muy bien lo que guardábamos para poder dar el servicio», agrega. Además, asegura que cada año aumenta la cifra de ciudadanos que opta por flores artificiales.

Esta vendedora aprecia que «la gente está más animada y eso se nota si se tiene que gastar más» e insiste en que en los últimos diez o doce años «no se han subido los precios».

Pese a la amplia presencia policial –los agentes se encargaban especialmente de la regulación del tráfico–, una docena de gorrillas trataba de obtener unas monedas dando indicaciones a los conductores en el aparcamiento principal, aunque los vehículos estacionados inundaban también solares cercanos. Los autobuses de línea –más que los servicios de refuerzo– sí tuvieron un pico de pasajeros entre las 10.30 y las 12.00 horas, pero no se vieron colas ni vehículos abarrotados. «He atendido a 174 personas y sólo he recibido seis quejas«, indicó uno de los informadores de la EMT. Y la mayoría de ellas tenían que ver con el traslado de una de las paradas para evitar que la aglomeración de vehículos taponara el acceso desde el Bulevar Sur, cambio que obligaba a recorrer varios metros a pie. »Ha sido una mañana tranquila en comparación con otros años«, añadió.

Ya dentro del camposanto, la imagen de las lápidas engalanadas, la gran mayoría, contrastaba con el estado de otras tumbas, partidas y presas de la vegetación. La falta de poda tapaba algunos de los carteles informativos sobre las distintas zonas del cementerio mientras que la tradicional colonia de gatos apenas se inmutaba con el trasiego de los visitantes.

Y también fue un día de contrastes. Para los más pequeños era una jornada lúdica, casi como ir al parque. Para Julio, por ejemplo, la oportunidad de rendirle un nuevo homenaje a su mujer, fallecida hace doce años.

Por otra parte, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, visitará mañana el Cementerio General de Valencia, con motivo de la conmemoración de los Fieles Difuntos, y presidirá una misa de campaña, a las 16 horas, en la explanada del camposanto por el eterno descanso de los fallecidos en el último año en la ciudad, con un recuerdo especial por las víctimas de la pandemia.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Reencuentros en Todos los Santos