La reforma del TSJ se retrasa hasta principios de 2022

El nuevo Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat todavía tardará en ver la luz. Si a finales del año pasado se habló de mediados del año próximo como fecha de inicio de las obras tras una licitación en junio los plazos ahora van más allá y la Conselleria de Justicia maneja ya diciembre de 2021, o incluso enero de 2022, como el momento en que arrancará la obra que devolverá al edificio histórico la seguridad constructiva de la que ahora adolece y un nuevo aspecto que combinará futuro y pasado.

Así lo ha explicado hoy la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, durante su visita a la sede histórica en compañía del subdirector de Infraestructuras y Mantenimiento de Sedes Judiciales de la Generalitat, José Ignacio Casar Pinazo. La Generalitat ha querido mostrar cómo marchan las catas arquitectónicas y arqueológicas, un proceso previo a la fase constructiva que comenzó a finales del mes pasado y se prolongará hasta finales de enero del año próximo. Su propósito es doble: por un lado, conocer al máximo las entrañas de un edificio que ya ha pasado por tres transformaciones distintas para identificar sus puntos débiles y, al mismo tiempo, sacar al descubierto espacios de valor histórico.

Estos tesoros del pasado ya están saliendo a la luz en una labor de cirugía arquitectónica, la de las catas, que va a requierir levantar todos los pavimientos del edificio para luego dar la mejor respuesta posible en seguridad y evitar problemas futuros. La idea inicial, ha explicado Casar, es «recuperar el aspecto original de espacios del siglo XVIII en la planta baja y de principios del XX en la primera». El descubrimiento del pasado de la sede ha sido posible tras la eliminación de algunos elementos de la última reforma como techados o tabiques.