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JOAQUÍN BATISTA
VALENCIA.
Jueves, 14 de noviembre 2019, 00:32
Las condiciones para mantener los conciertos de Bachillerato de cara al proceso de renovación que arrancará en enero se han endurecido en el 54,54% de los municipios donde funcionan colegios que disponen de fondos públicos para esta etapa. Así se desprende de la comparación del mínimo de alumnos que exige la conselleria para mantener buena parte de las aulas respecto al requisito aplicado en el procedimiento anterior. El que se inicia en mes y medio servirá para determinar las clases que continúan en el 2020-2021, mientras que el de este año sirvió para decidir las que han seguido funcionando en el ejercicio actual. Aunque el trámite sea algo más difícil, la elevada demanda ayuda a que la inmensa mayoría de los centros no se vean afectados.
El lunes el Dogv publicó el número de estudiantes que se pide a los centros, que varía en función de la localidad y se actualiza cada año. De los 33 municipios donde hay algún Bachillerato concertado, en 18 el valor exigido es superior al del proceso anterior, por lo tanto se necesita una matrícula mayor para cumplir el requisito. En 11 ha bajado, lo que implica que este es más laxo, y en los cuatro restantes el parámetro es igual, como en Valencia ciudad (26). En cambio en Castellón y en Alicante crece, pasando de 26 y 28 a 27 y 29 respectivamente.
El reglamento de conciertos de la Comunitat, en lo referido a esta etapa postobligatoria, aplica un cálculo similar al que se utiliza para los de régimen general (Infantil, Primaria y ESO), que viene determinado por la normativa estatal de 1985. Para la primera línea de Bachillerato el número de alumnos que se necesita es fijo (25), pero para las segundas y sucesivas se aplica la tabla que varía por municipios.
La conselleria, en base a los datos de escolarización de los que dispone, calcula la media de matrículas de los centros públicos de la misma localidad, y al valor resultante le resta dos puntos, creando así la ratio definitiva. Esta última concesión se interpreta como una manera de facilitar el mantenimiento de aulas. La única información que se publica es el dato, no la metodología completa ni las cifras brutas, lo que a veces genera suspicacias entre los centros perjudicados por la renovación. Dicho de otra forma, la población escolar del entorno determina el número de alumnos que necesita un concertado para mantener las segundas y sucesivas líneas.
Los municipios donde más se enrudece el requisito son Burjassot y Oliva (la ratio sube en cinco alumnos), y en el que más baja es Callosa d'en Sarrià, donde se reduce en 9. En cuanto a grandes ciudades, donde lógicamente se escolariza más alumnado, se mantiene el parámetro en Elche (27) y Orihuela (27), sube en Torrevieja (de 26 a 29), Torrent (de 26 a 28), Paterna (de 24 a 26) y Sagunto (de 24 a 26) y baja en Gandia (de 28 a 26).
Para Infantil, Primaria y ESO la ratio media del entorno que se debe cumplir se aplica para valorar el mantenimiento de todas las aulas (no hay un valor fijo para la primera línea, como en Bachillerato). Para Infantil, en 35 municipios sube el número de alumnos exigido, en 33 baja y en 40 se mantiene; en Primaria se incrementa en 24, baja en 22 y sigue igual en 62; y en la ESO sube en 37, desciende en 28 y no varía en 36. El mayor endurecimiento se produce en la última, aunque no es tan acusado como en Bachillerato.
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