Taller de Arteterapia en el que los escolares han podido expresas sus emociones. LP

Una infancia sin barro

La Federación Valenciana de Asociaciones de Padres y Madres impulsa el proyecto 'Una infancia sin barro' para ayudar social y psicológicamente a los escolares afectados por la DANA

B. González

Benigànim

Viernes, 29 de noviembre 2024

La DANA del pasado 29 de octubre ha provocado daños de incalculable valor. Los principales, las 220 vidas humanas que se ha llevado la riada. Ha truncado la vida de miles de familias que lo han perdido todo, incluso a un ser querido. Una situación traumática por la que están pasando y que les costará asumir porque les ha sobrepasado psicológicamente. Especialmente, a los más vulnerables: los niños.

Publicidad

A algunos les hemos visto colaborar en las labores de limpieza, pero otros tienen miedo de salir a la calle. Menores que se enfrentan a tener que reanudar su vida en un contexto físico diferente que les obliga a adaptarse sin remedio cuando aún están en shock por lo sucedido.

Para ayudarles en ese tránsito, desde la Federación Valenciana de Asociaciones de Padres y Madres, FAMPA, con la colaboración de la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya, Educo y Save the Children, ha impulsado la iniciativa 'Una infancia sin barro' con el objetivo de proporcionar un respiro emocional urgente a las niñas y niños que viven en los pueblos devastados por la riada.

Así, un grupo de 50 escolares de 5º y 6º de Primaria del colegio Orba de Alfafar ha sido el primero en disfrutar de unos días de campamentos alejados de la zona cero, en donde, además de reencontrarse con sus compañeros, han recibido la ayuda de profesionales para poder gestionar todas las emociones vividas en estos días tan traumáticos para ellos, pero también para enfrentarse al día de después.

Para muchos era la primera vez que salían de casa, que bajaban a la calle desde el 29 de octubre, porque tenían miedo. Para otros, la primera vez que pasaban la noche alejados de su familia y lejos de la alegría que en condiciones normales supone para los menores salir de excursión y no estar bajo la tutela de los padres, en esta ocasión, en el autobús que les trasladaba desde Alfafar hasta la Granja Escuela La Torre del Marqués, en Benigànim se percibía la contención y la tristeza.

Publicidad

Los escolares han podido conocer una granja de animales y difrutar de deportes en la naturaleza como tiraolina. LP

De hecho, según explica una de las maestras que ha acompañado al grupo, han tenido que hacer un arduo trabajo de campo en el barrio, yendo casa por casa y explicando a cada familia la importancia de que participaran en estos campamentos. Sobre todo para prepararles para este lunes, cuando se tengan que incorporar a un colegio que no es el suyo, con nuevos compañeros. «Necesitan una mínima estabilidad emocional para recibir todos esos cambios que van a tener a la vuelta del viaje», subraya.

Lo único que les ha emocionado y lo que les ha hecho felices es reencontrarse con sus amigos y amigas del colegio. Algunos de ellos no se veían desde hacía casi un mes. Y en todas esas emociones es en las que han trabajado el equipo de educadores, monitores, psicólogos y maestros que han pasado estos cuatro días con ellos. «Les hemos dado un acompañamiento psicosocial, para saber cuáles son sus necesidades y darles las herramientas para que puedan canalizar todo lo que han vivido», explica Montse Bobés, educadora de Educo.

Publicidad

Amistad, amor y descanso

Así, a lo largo de estos días han realizado diferentes actividades. Se han creado grupos de diez y doce menores que han ido rotando por cada una de esas actividades como la visita a la granja, actividades en la naturaleza como tirolina, juegos colectivos y talleres de terapia, entre ellos Arteterapia. «Se trata de una propuesta que trabaja con distintos materiales plásticos para crear como un escudo para crear un espacio en el que se sientan seguros y protegidos en un entorno concreto», señala la educadora.

Otro de los talleres ha tenido como objetivo conocer cuáles son sus necesidades de manera lúdica. Entre las más comunes que se han expuesto está el de la amistad, el sentirse queridos, sentirse cuidados y  poder descansar, porque esta situación les ha quitado el sueño. «A partir de aquí vamos viendo como comprometiéndonos para poder cubrir esas necesidades entre los que estamos y ellos mismos han aportado propuestas».

Publicidad

Lo cierto es que los profesionales que han participado en esta experiencia piloto sí que han notado un cambio de los menores desde el día que llegaron al campamento. «Ahora se ríen, charlan entre ellos, tienen más confianza para expresar lo que quieren y para pedir ayuda», subraya la responsable de Educo.

«Quiero pensar que ha habido un cambio, aunque están sufriendo. Pero el haber estado conviviendo estos días en la granja escuela va a hacer que la incorporación al cole sea infinitamente mejor que si no hubieran venido, gracias a ese contacto que han tenido entre ellos», apunta una de las maestras del colegio.

Publicidad

«En el futuro no recordarán la DANA, pero seguro que estos días de convivencia en la Granja Escuela de Benigànim no los van a olvidar»

Es más, asegura que «en el futuro seguro que no recuerdan la DANA, pero que estos días de convivencia en la Torre del Marqués de Benigànim nunca lo van a olvidar».

La idea es que esta primera convivencia sirva para implementar mejoras en la forma de afrontar estos respiros emocionales de los escolares, porque la intención de FAMPA y el resto de organizaciones que han participado de manera desinteresada es que continúe en el tiempo.

«Tenemos que poner todos los recursos para que este alumnado y sus profesores tengan la posibilidad de hacer una salida de este tipo para poder continuar trabajando la situación traumática por la que están pasando, porque la experiencia que han vivido no se soluciona en dos meses», subraya Rubén Pacheco, presidente de FAMPA.

Noticia Patrocinada

S.O.S: Refuerzo de recursos

Al respecto Pacheco agradece la predisposición del Ministerio de Infancia y Juventud, «que nos ha respondido inmediatamente tras presentarle el proyecto y se ha comprometido a que tenga continuidad al menos tres años más». Por contra lamenta que la Conselleria de Educación se haya desentendido de esta iniciativa.

Como representante de las asociaciones de madres y padres denuncia que la administración pública autonómica no haya previsto de cara a la vuelta de este alumnado afectado a las aulas, el refuerzo de recursos para atenderles no sólo a ellos, sino a los profesores, muchos de los cuales también son damnificados.

Publicidad

«La solución no puede ser ahí tenéis el nuevo centro. La responsabilidad no puede recaer en el centro ni en el profesorado. Se tienen que poner recursos para que la superación de esta situación se haga de manera mancomunada. De ahí la importancia de actividades como 'Una infancia sin barro'».

La próxima semana será otro grupo de 70 alumnos el que participe en un campamento en la comarca de Utiel.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad