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El conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha explicado este jueves que tras las vacaciones de Semana Santa habrán vuelto a sus localidades casi todos ... los alumnos desplazados a otros centros debido a los daños provocados por la dana en sus colegios originales.
Sólo faltarán los estudiantes del IES Berenguer Dalmau de Catarroja, pues los barracones que los acogerán seguirán en proceso de montaje hasta mayo. Son los trabajos más complicados teniendo en cuenta las dimensiones de la comunidad educativa (1.485 alumnos), lo que ha obligado a diseñar unas instalaciones provisionales especialmente grandes, con aulas prefabricadas a doble altura en una parcela municipal. Darán servicio a todos los grupos de la ESO, Bachillerato y Formación Profesional que actualmente se forman en tres centros de otras tantas localidades distintas.
«Si no hay problemas, tras Semana Santa prácticamente todos los chavales habrán vuelto a sus localidades salvo los del instituto de Catarroja», ha dicho el conseller tras la presentación del programa que servirá para incrementar la presencia de frutas, hortalizas y leche en los menús escolares. «La empresa ha calculado que el montaje terminará en mayo, pero hay que tener en cuenta que son 1.485 alumnos, no es sólo poner cuatro prefabricadas», ha defendido ante los medios. En cualquier caso, ha enfatizado, «prácticamente todos habrán vuelto a su localidad tras las vacaciones, aunque todos están ya escolarizados», ha recordado.
El nuevo plazo difiere del que se había trasladado inicialmente tanto al centro como a la Ampa del IES Berenguer Dalmau, pues se preveía que también retornaran tras la Semana Santa, como todos aquellos que tendrán que pasar varios años en aulas prefabricadas a la espera de la reconstrucción de sus escuelas.
Las comunidades educativas desplazadas a municipios distintos y que volverán a barracones en su localidad son las del colegio L'Horta de Paiporta, pues los alumnos estudian en dos centros de Valencia (Les Arts y Almudena Muñoz) y las del Lluís Vives y la escuela infantil Ausiàs March de Massanassa, que lo hacen en la antigua Facultad de Magisterio de la Universitat de València.
El colegio Orba de Alfafar también se traslada actualmente, aunque dentro del mismo municipio pues el centro acogedor es La Fila. Eso sí, su futuro inmediato también pasa por una escuela en barracones. La misma situación vive el Blasco Ibáñez de Alginet, el IES Alameda de Utiel o el Carme Miquel de Algemesí.
También estudian en otra localidad los alumnos del colegio Rosa Serrano de Paiporta (lo hacen en Alaquàs), aunque en este caso volverán a sus instalaciones originales una vez finalicen los trabajos de reparación. Hace unos días la Ampa denunció su lentitud pese a que el centro no sufrió daños estructurales, a diferencia de los anteriores, que sí tendrán que ser reconstruidos o demolidos para ser sustituidos por instalaciones de nueva planta.
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