La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, en Les Corts. iván arlandis

El retraso en los pagos fuerza la renuncia de unas monjas a gestionar un centro de menores

El Consell adeuda seis meses a la congregación por «cuestiones técnicas que ya se han solucionado» y ultima un nuevo contrato para prestar el servicio

Daniel Guindo

Valencia

Miércoles, 1 de junio 2022, 00:49

El centro de acogida de menores Xiquets, gestionado por la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, ha cumplido este mes de ... mayo 40 años desde su fundación, cuatro décadas en las que se ha especializado en la atención a niños tutelados con necesidades muy específicas o con alguna discapacidad o enfermedad grave. Sin embargo, y pese al delicado perfil de los menores asistidos, el Consell acumula medio año de retraso en el abono de las preceptivas mensualidades, situación que ha afectado directamente al pago de las nóminas de los trabajadores del centro. Esta demora, sumada al progresivo descenso del número de hermanas disponibles, ha precipitado que la entidad haya presentado su renuncia a seguir gestionando el recurso, por lo que la Generalitat ya ha activado un nuevo concurso para buscar una empresa que continúe prestando el servicio.

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Las hermanas, según fuentes próximas al centro, llevan desde el fin de la Guerra Civil Española haciéndose cargo de niños huérfanos y abandonados. Al principio eran varios cientos los menores que atendían, aunque afortunadamente, y con el paso de los años, la demanda fue disminuyendo. En la actualidad, la casa de acogida que dirigen cuenta con una decena de plazas para menores tutelados con discapacidad profunda o enfermos de gravedad para los que este recurso es o ha sido temporalmente su hogar. Pese a ello, y por algún tipo de problema técnico, el Gobierno autonómico lleva desde finales del pasado año sin hacer efectivo el abono de las mensualidades previstas en el contrato, por lo que los responsables del centro, a la vista de estas demoras en los pagos, las dificultades que esto genera para el abono de los salarios y la falta de hermanas jóvenes capaces de llevar ese ritmo de trabajo, han decidido no continuar con la obra.

Desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas reconocen que el departamento autonómico, al menos hasta el pasado lunes, tenía seis meses pendientes de pago a la entidad encargada de gestionar el centro. «El retraso se debe a cuestiones técnicas que ya se han solucionado, lo que ha permitido que cuatro de las seis facturas pendientes de pago ya estén tramitándose para proceder a su pago», concretan. También precisan que los actuales gestores han renunciado a seguir prestando el servicio, por lo que la conselleria liderada por Mónica Oltra «ya está gestionando un nuevo contrato para poder seguir prestando este servicio con normalidad y mejorando la atención».

Al respecto, agregan, «se ha decidido convertirlo en un recurso de ocho plazas (actualmente cuenta con diez) adecuándolo al nuevo modelo residencial de infancia que tiene una mejor ratio de atención e incrementa el precio-plaza», por lo que es probable que a corto o medio plazo sea necesario trasladar de centro a algunos usuarios. Además, y mientras se resuelve el nuevo concurso, todo apunta a que será la congregación la que siga al frente del centro.

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La congregación, en su página web, detalla que el centro cuenta con diez plazas destinadas a menores de edad con necesidades específicas de apoyo. «La acción socio-educativa de C.A.M Xiquets está orientada a la acogida de los/as menores de edad a partir de un gran sentido de la responsabilidad que articula una estructura organizativa sencilla y ágil. El modelo de intervención con ellos y ellas es personalizado, es decir, intenta seguir los principios de atención integral centrada en la persona (AICP)». El objetivo, añade, es «conseguir una mayor calidad de vida, el desarrollo positivo de habilidades básicas de la vida diaria y la intervención socio-familiar».

También explica que la estancia en el centro de los y las menores de edad es de internamiento (en situación de tutela o de guarda) con posibilidad, según proceda, de salidas o visitas durante fines de semana y vacaciones con sus progenitores, familia extensa o familias de acogida. «Este recurso está pensado para niños, niñas y adolescentes que no pueden vivir con su familia por distintas circunstancias», agrega.

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El número de trabajadores con los que cuenta el centro, agrega la página, es diferente según la época del año. «En plantilla somos diez trabajadoras: Directora (trabajadora social), administrativa, psicóloga, cocinera, cocinera suplente y cinco cuidadoras. En el periodo vacacional necesitamos refuerzo y somos unas doce trabajadoras». El refuerzo suele ser de dos cuidadores más.

«El centro Xiquets atiende a los/as niños/as y adolescentes preferidos por el Carisma, los más pobres y necesitados, y nuestro trabajo y nuestra reflexión va en la línea de vivir y transmitir los valores de acogida, servicio, sencillez de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana», agrega la citada web.

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Por otra parte, fuentes conocedoras de la situación, recuerdan el trabajo altruista de las hermanas y los voluntarios que colaboran con el centro, mientras que dudan de que un recurso de ocho plazas con estas características pueda ser rentable para una empresa. También cuestionan el probable traslado de dos de los menores a otras instalaciones, especialmente si no son adecuadas para atender los cuidados personalizados que requieren y que en la actualidad reciben.

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