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Aspirante durante una de las pruebas de la selectividad del año pasado. Irene Marsilla
El retraso en el paso de fase amenaza con perjudicar a alumnos que afrontan la selectividad

El retraso en el paso de fase amenaza con perjudicar a alumnos que afrontan la selectividad

El planteamiento del Gobierno puede provocar que haya centros con repasos presenciales mientras otros siguen cerrados

Joaquín Batista

Valencia

Miércoles, 13 de mayo 2020, 00:15

El curso avanza pero la incertidumbre crece entre la comunidad educativa, sobre todo cuando el Gobierno lanza mensajes generales cuya concreción se dilata en el tiempo. Pasa con la desescalada y con el nuevo curso. Un ejemplo es la posible diferenciación entre alumnos que pueden volver a las aulas en la fase 2 para preparar la selectividad, mientras otros siguen en sus casas, con enseñanza a distancia, porque sus zonas no avanzaron a las primeras de cambio. O las condiciones para que las escuelas infantiles abran a finales de mes, sin olvidar qué pasará en septiembre o cómo se preparará el sector para esa nueva realidad en la que la docencia online no será, como antes, testimonial.

Profesorado

Desde el sindicato Anpe CV inciden en el riesgo de la desigualdad. «La situación ahora es asimétrica, con centros en fase 1 y otros en fase 0, y parece que se mantendrá con el paso a la siguiente», argumenta el presidente, Laureano Bárcena. «De los tres planteamientos del Gobierno el que más visos tiene de aplicarse es la vuelta de alumnos que finalizan etapa para tareas de refuerzo, y puede dar lugar a desigualdades, sobre todo entre los que se juegan la selectividad, unos volviendo y otros no», señala.

El sindicato Stepv confía en que mañana, en la conferencia sectorial convocada por el ministerio, se concreten los colectivos que retornan y en qué condiciones. «Esperemos que el posible agravio comparativo entre territorios se valore en el encuentro», dicen en relación a la citada diferenciación, antes de recordar que su postura es que no se adelante la vuelta en ningún caso. Y para el próximo curso plantean «una bajada de ratios y un incremento de personal» para tratar de concretar la idea de que no se superen los 15 alumnos por aula.

Centros de Educación Infantil

«En caso de abrir no sabemos en qué condiciones, con qué ratios o cómo pretenden que cumplamos la distancia de dos metros», señala Carmen Bardal, de la patronal Acade Adeiv. Tampoco saben qué pasará en caso de contagio, si tendrán que cerrar, o si las administraciones proporcionarán material sanitario o si habrá test para los trabajadores. «Creemos que es una temeridad que seamos los primeros en abrir, y nos preocupa muchísimo la exposición al contagio», añade.

La secretaria de Salvem 0-3, María José González-Mayo, lamenta no saber qué se les va a exigir para retomar la actividad. «Tenemos experiencia en protocolos sanitarios, pero debería hablarse con el sector y nadie nos consulta», señala. «Se plantea que abramos atendiendo a nuestro carácter social, pero ¿qué pasa si en julio vienen menos alumnos y en agosto ninguno? ¿Podremos ir recuperando trabajadores de los Ertes en función de las necesidades? ¿Nos ayudará la administración al menos para cubrir gastos?», se pregunta. «No podemos esperar al BOE de la noche anterior», zanja.

Centros concertados

La preocupación pasa por el acondicionamiento de los centros y la inversión que conllevará. A corto plazo se adoptarán medidas organizativas, por ejemplo para poder recibir a familias de cara a la admisión. Pero para el nuevo curso la incertidumbre es grande a raíz de lo manifestado por la ministra Celaá. «¿Habrá que tomar medidas en comedores o cuartos de baño, con personal de limpieza continuo? ¿Y turnos para los recreos o itinerarios para entradas y salidas?», se pregunta Vicenta Rodríguez, de la patronal Escuelas Católicas, que también piensa en cómo se podrán organizar actividades sociales, desde reuniones de padres hasta actos de Navidad o de graduación, sin olvidar cómo se regulará la acumulación de familias a la hora de salir del centro.

En cuanto a la vuelta del alumnado de Bachillerato, reconoce que habrá diferencias, pero cree que serán de apenas una semana. «Y se trata de refuerzos específicos, entendemos que no tan intensos como en una situación normal», dice. Por último, reconoce la inquietud en los centros ante la vuelta del alumnado menor de seis años ante la imposibilidad de garantizar las medidas de seguridad.

Directores de colegios públicos

Vicent Mañes, presidente de la Federación de Directivos de Centros Públicos de Infantil y Primaria, pone el foco en el futuro inmediato. «Esta situación nos ha cogido en un contexto en que los recursos tecnológicos eran un complemento de la actividad presencial y ahora son clave. La incertidumbre que se plantea es que ahora tendrá que convivir ese modelo dual y debemos estar preparados», alega, para lo que se precisa formación a docentes, familias y alumnos.

La federación, de ámbito estatal, ha propuesto de cara a la sectorial de mañana que no se permita la vuelta anticipada del alumnado de Infantil ni de Primaria, ante la imposibilidad de garantizar las medidas de prevención de contagios, mientras que de cara a septiembre consideran necesario «un plan de inversión» que dote a los centros de recursos personales y materiales. «Para mantener los planes de refuerzo ya previstos y los específicos para suplir las carencias del tercer trimestre se necesita una organización distinta y más personal, o reducir la estancia del alumnado en los centros», señala Mañes. «Si queremos que vuelvan todos al mismo tiempo, como mínimo se precisa del doble de espacios y del doble de profesorado», aventura.

Las familias

Desde el sector de familias, la Confederación Gonzalo Anaya planteó en la última mesa de negociación con la administración, de principios de mayo, diferentes cuestiones a responder, entre ellas, las que tenían que ver con la desescalada. «En caso de que se abran los colegios, qué alumnado tendrá acceso? Se ha hablado de la conciliación para los menores de 6 años, pero ¿qué pasa con la del resto de familias? ¿Y cómo se garantiza la distancia con alumnado tan pequeño?», se preguntan a través de un comunicado.

Para Covapa, la otra confederación de la red pública, «si se puede abrir con todas las prevenciones para Infantil, es ridículo no permitirlo para el resto de edades hasta 14 años, pues también existen necesidades de conciliación», en palabras de Sonia Terrero, la presidenta.

Por su parte, Luis Gamón, presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Valencia (Fcapa), lamenta la incertidumbre en diferentes aspectos de la desescalada. Por ejemplo en la admisión, pues «se debería permitir a las familias acercarse a la secretaría del centro, que estará abierto para labores de desinfección y acondicionamiento», con el objetivo de informarse. Sin olvidar que todavía «se desconocen las medidas sanitarias previstas para la fase 2», que abre la puerta a la vuelta de determinados colectivos de alumnos. Y para el inicio de curso advierte de que la posibilidad de combinar clases presenciales y a distancia «hará muy difícil la conciliación».

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