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Ó. DE LA DUEÑA/LP
Benidorm
Viernes, 3 de julio 2020
«Casi dan ganas de decir que no venga más gente...». El comentario, pronunciado estos días –con la boca pequeña y no poca carga de ironía– por un hostelero de uno de los grandes enclaves turísticos de la Marina es la prueba de que algo se mueve en el sector turístico de la Comunitat. Con cifras muy alejadas todavía de la habituales de la época estival, lo cierto es que algunos detalles empiezan a apuntar la aparición de 'brotes verdes'. El aeropuerto de Manises presentaba ayer un aspecto casi digno de cualquier mes veraniego, con 90 vuelos y un movimiento próximo a los diez mil pasajeros. Muy lejos aún de los 200 trayectos que se contabilizaban hace un año por estas fechas, pero todo un despegue respecto a los apenas 20 vuelos que llegaban hace dos semanas al reabrir fronteras.
«Ha sido y sigue siendo muy duro», reconoció ayer el Rey Felipe VI durante su visita con Doña Letizia a Valencia y Benidorm, donde se reunió con operadores turísticos. «Ha ido muy mal estos meses, pero ya empieza a remontar», reconoció el heladero Luis Alberto Sirvent a Su Majestad antes de servirle un helado de turrón en la capital turística de la Marina.
Allí, en esa comarca, los 'brotes verdes' de algunos hoteles llegan al 80% de ocupación. En Valencia, con apenas la mitad de establecimientos abiertos, la ocupación media no rebasa en la mayoría el 50%. Las grandes urbes aún siguen lastradas por el miedo a aglomeraciones y rebrotes.
Benidorm
Banderas de España y vítores. Eso es lo que encontraron los reyes en Benidorm. La ciudad alicantina fue la primera parada de la etapa en la Comunitat, la segunda fue Valencia. Todo, dentro de la gira que Sus Majestades realizan por España para conocer de cerca los efectos del coronavirus, tanto en la sociedad como en la economía.
En Valencia se repitieron las ovaciones en la playa de las Arenas y en el restaurante La Pepica. En Benidorm, destinaron buena parte de su tiempo a un encuentro con representantes de empresarios y sindicatos, donde se abordó la situación actual del turismo.
Tras este acto de trabajo, los Reyes pasearon por la playa de Levante, donde recorrieron 300 metros por el paseo y donde les esperaban grupos de bañistas con su teléfono móvil en la mano para fotografiarles.
La pareja real respondió a los aplausos y a los vivas a los reyes y a España que se encontraron en la capital del turismo con saludos y posaron a solas para los informadores gráficos, todo con la playa y la conocida isla de Benidorm a sus espaldas.
En su recorrido, Felipe y Leticia hicieron parada en una heladería de la playa, en la que el rey degustó el producto que elaboran con turrón de Jijona. La reina se interesó por los helados producidos sin azúcar. Los Reyes charlaron con los propietarios sobre la situación del negocio y ellos hablaron de la drástica caída de ventas debido al descenso de turistas.
En su estancia en Benidorm, posaron junto a las autoridades que les acompañaron, entre las que se encontraban el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; el alcalde de Benidorm, Toni Pérez; y el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.
Con una pancarta de 'Bienvenidos a Benidorm' y banderas de España les esperaba ayer otro grupo de vecinos en su recorrido. Más tarde, a su llegada a Valencia, los reyes hallaron más muestras de cariño. Los reyes pasearon por la playa de la Malvarrosa y escogieron para comer el conocido restaurante La Pepica, un local al que ya acudía Juan Carlos I, el Rey Emérito, hace años en sus visitas a la capital.
Al local entraron entre aplausos y vítores, como en ocurrió en Benidorm. Algunos de los comensales se levantaron en el momento en que Sus Majestades entraban al estabecimiento y aprovecharon el instante histórico para hacer fotografías. Por la tarde acudieron a la Gala de los Premios del Diseño.
Los empresarios turísticos de Benidorm (Alicante) han confesado a Felipe VI y doña Letizia que dan el verano por «perdido» y que muchas de las tiendas, bares y restaurantes las van a «pasar canutas» y no podrán llegar al próximo año.
El presidente de los hoteleros de Benidorm y de la Comunitat Valenciana (Hosbec), Toni Mayor, ha expuesto a don Felipe y doña Letizia que «el verano se da por descontado, por perdido», aunque tienen una pequeña esperanza de que a partir de agosto remonte ligeramente con la llegada de turistas británicos y del resto de España.
«Hoy la cosa no pinta nada bien porque ha habido un impacto psicológico muy fuerte» de la crisis sanitaria en los posibles visitantes, lo que hace al sector «no esperar alegrías» durante el presente periodo estival.
Los hoteleros, según el presidente de la patronal, tienen «riñón» para aguantar por el momento pero para ello necesitan «el apoyo del Gobierno» mediante «ERTEs mejorados», donde esta figura «no nos cueste tanto dinero a las empresas».
Mayor, que ha destacado que la reina se ha preocupado especialmente de los comercios que se verán abocados al cierre, ha señalado que Felipe IV se ha interesado por los esfuerzos para conseguir la desestacionalización turística.
La infrafinanciación de las localidades turísticas y la situación de otros sectores económicos también han sido tratadas en la reunión en el hotel Belroy.
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