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P. M.
Jueves, 31 de octubre 2024, 17:30
Las dos imágenes del satélite de la NASA Sentinel Hub, una hoy día 31 y la otra el pasado día 13, muestra en toda su crudeza el efecto de la riada en el territorio valenciano. La Albufera y su entorno, junto con las playas del parque natural, están teñidas de marrón por efecto de los arrastres de los millones de metros cúbicos de agua que llegaron a través de la Rambla del Poyo y el nuevo cauce del Turia en apenas unas horas.
Los sedimentos suponen también el taponamiento de cauces, acequias y barrancos, una tarea pendiente después de la prioritaria, que a día de hoy sigue siendo el rescate de las víctimas, en su mayor parte mortales. A primera hora de la tarde, el recuento del Centro de Emergencias alcanzaba las 155 personas fallecidas.
Al lado de esta cifra, cualquier aspecto de la riada es secundario, aunque lo cierto es que los efectos en el parque natural han sido muchos, precisamente cuando los municipios ribereños aspiran a la declaración de Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco. Los residuos se acumulan tanto en los arenales como en el propio lago.
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