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«Vamos hacia máximos históricos». Así define Vicente Díez el interés de los compradores extranjeros por el mercado de la Comunitat. O por una jugosa parte del mismo. Vicepresidente y portavoz del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), constata el 'boom' de ciudadanos de otros países con nivel adquisitivo medio, alto o directamente millonario en busca de casa, chalé, masía o ático en tierras valencianas.
La tendencia ya era creciente antes incluso de que la prestigiosa revista de negocios Forbes situara Valencia como la mejor ciudad del mundo para vivir. «La demanda extranjera de vivienda aumenta a todos los niveles. Y no sólo por el atractivo de la Golden Visa o visado dorado –el permiso de residencia para extracomunitarios dispuestos a invertir más de medio millón en nuestro país–. También buscan casa por debajo de ese precio, o por mucho más. Sean permanentes, segundas residencias o para comprar y alquilar. Y cada vez más vienen a invertir pero acaban enamorados de la ciudad y deciden quedarse», describe el profesional.
Según el último balance del colegio, una de cada cuatro viviendas adquiridas en propiedad en la Comunitat se las quedan los extranjeros. Son más de 25.000 en el último año, y las están comprando a razón de 82 al día. Los principales hasta 2021 eran los ingleses, belgas y suecos. Sin embargo, a lo largo de este ejercicio el sector palpa un auge en las adquisiciones de alemanes, franceses, italianos, israelíes, kuwaitíes, ucranianos o venezolanos. «Y ya no sólo buscan la costa alicantina, sino también pisos, chalés o áticos de Valencia o las urbanizaciones», explica Díez.
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¿Y por qué les enamora el suelo valenciano? A su juicio una clave es «la elevada rentabilidad de la adquisición de vivienda para alquilar, situada en un 6%, la número uno de Europa y al mismo nivel que Varsovia». La buena posición de Valencia en Forbes «también ayuda, igual que el clima, la cercanía del mar, las buenas comunicaciones, la oferta de centros bilingües y la tranquilidad superior a Madrid o Barcelona», refiere. «Muchos vienen para invertir pero acaban viviendo o pasando algunas temporadas para alquilar el resto del año».
El caso de una italiana de 66 años es un buen ejemplo sobre las motivaciones de un extranjero para elegir tierras valencianas. Vivió en diferentes países europeos trabajando como profesora y traductora pero finalmente se instaló en L'Eliana hace tres años.
Entre las causas de su elección, explica que influyó la meteorología, especialmente en invierno, el tamaño de la ciudad y su «habitabilidad» y «la amabilidad de la gente». Llegó con su marido, aunque también se les ha unido su hijo y la familia. «El precio –930.000 por una vivienda individual– me pareció barato. Antes había vivido en Alemania y Austria y allí las viviendas son mucho más caras», explica, antes de referirse a conocidos que se han desplazado a la Comunitat para valorar, también, la posibilidad de fijar su residencia.
Desde el sector también apuntan a otra cuestión crucial para contextualizar este boom. «Los nuevos inversores extranjeros son personas a las que no les afecta la crisis, la inflación o el tipo de interés. Un francés, por ejemplo, sabe que aquí puede comprar cuatro pisos para alquilar y en París difícilmente podría hacerlo con uno», señala Díez.
Tamara Pérez es la gerente de la inmobiliaria Trececasas, que gestiona viviendas en urbanizaciones como Torre En Conill y zonas de referencia de Valencia capital. Su relato confirma el escenario. «En Cruz de Gracia y Torre En Conill están llegando tras la pandemia muchos israelíes o kuwaitíes que vienen tanto a vivir como a invertir en viviendas de lujo para alquilarlas», explica, antes de destacar un caso llamativo: un ciudadano que ha adquirido cuatro casas en estas zonas, una para vivir y las restantes para arrendar, con una inversión de seis millones de euros.
«Suelen ser empresarios pudientes que vienen con sus familias atraídos por el clima, y se instalan cerca el aeropuerto», continúa Pérez, antes de añadir que la clientela extranjera puede haber subido un 20% en los dos últimos años. «El mapa actual de propietarios israelíes, venezolanos, italianos, kuwaitíes o ucranianos se ha sumado a una clientela habitual previa de norteamericanos o chinos. Los rusos o noruegos, por su parte, buscan más la Costa Blanca», señala.
Miguel Ángel Cantos es el director de Engel & Völkers Valencia, empresa muy potente en el mercado extranjero y centrada en propiedades de lujo. Explica que el 36% de las viviendas que han vendido tienen propietarios de otros países y un 9% las dedican a alquileres vacacionales o de corta estancia (por meses). En los últimos tiempos han trabajado con 37 nacionalidades distintas, destacando los europeos, aunque también despuntan compradores de países sudamericanos como Chile, Paraguay o Venezuela. «Muchos vienen por cuestiones como el ahorro energético, tienen posibilidad de teletrabajo y por la calidad de vida, como el clima, la gastronomía o el nivel de precios«, resume.
Daniel Norell | Ingeniero
Daniel tiene 42 años y desde junio de 2020 reside junto a su esposa, sus dos hijos y su perro en el barrio de Nazaret. Dejó Suecia, su país natal, por la capital del Turia. Es ingeniero de formación y trabaja para una compañía especializada en productos cosméticos y relacionados con la nutrición. Adquirió su vivienda por 375.000 euros. Es grande, de unos 550 metros cuadrados, y dispone de una piscina y dos terrazas de más de cien cada una. «Creemos que fue un buen precio, ya que está muy cerca del centro de la ciudad, a doce minutos en metro hasta Ruzafa, y dispone de mucho espacio», explica el propietario.
Si se le pregunta por las razones de su elección, enumera varios de los criterios a los que se refieren los representantes del sector, más allá de la ya citada accesibilidad de Valencia en cuanto a tamaño y comunicaciones. «Elegimos Valencia por el clima, la playa y la calidad de vida que obtienes a un bajo coste», reflexiona Daniel. Es decir, fue una inversión asumible que más que económica fue de carácter vital. «Los extranjeros se sienten muy atraídos por Valencia por la calidad de vida que existe aquí», añade, antes de hablar del efecto llamada que ha supuesto su experiencia: «Uno de nuestros amigos de la escuela también compró una propiedad aquí después de visitarnos varias veces».
Mathieu Mercier | Artista plástico
Natural de París, Mathieu Mercier es un artista plástico de prestigio internacional. En España trabaja exclusivamente con la galería Albarrán Bourdais de Madrid, y en Valencia sus obras se pueden disfrutar en la Fundación Bombas Gens. En 2015 adquirió una finca en ruinas en el barrio del Carmen, que fue rehabilitada y en la que se sitúa también su taller. Vive entre París y la capital del Turia. «La inversión en Valencia fue mucho mayor de lo planeado y acordado. No por la compra de la finca en sí, porque en su momento el precio fue correcto. Pero sí por la rehabilitación, pues fue mucho mayor de lo presupuestado inicialmente por el arquitecto», dice.
Reside con su esposa Moraima, su hija Eloïse y su perrito Marlon, «el único valenciano», bromea. Conoció Valencia cuando acudió para preparar una exposición y le atrajo «la luz, el sol y el silencio, aunque estemos en el casco antiguo de la ciudad». Otro aspecto que destaca es «la facilidad para poder hacer senderismo sin tener que viajar mucho tiempo», y entre sus lugares preferidos de la capital están el cauce del río –«un parque maravilloso»– así como los mercados Central y de Ruzafa. «Tenemos amigos de Francia y Estados Unidos que también se han trasladado aquí y como nosotros viven entre los dos países», sentencia el artista.
En cuanto a las características de las viviendas que buscan los nuevos inversores, se pueden sintetizar en inmuebles grandes y modernos, con cinco habitaciones, sótano y piscina. «Muchos teletrabajan para sus negocios y reciben visitas o familias y necesitan viviendas amplias», explica Pérez. Por su parte, desde Engel & Völkers destacan operaciones de grandes viviendas y áticos en el centro de Valencia y villas en zonas de lujo como Santa Bárbara.
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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