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Una mujer busca las últimas existencias en un supermercado de Dénia.

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Una mujer busca las últimas existencias en un supermercado de Dénia. Tino Calvo

«Sacamos mercancía del almacén y la gente se la lleva sin mirar»

Los empleados de los supermercados aseguran que en una única jornada se compra «el papel higiénico que tardaba en venderse 15 días»

Viernes, 13 de marzo 2020

Son las 8:55 de la mañana y decenas de personas aguardan en las puertas del supermercado del barrio. Los empleados abren puntualmente a las 9:00 y los clientes entran con rapidez para hacerse con todo tipo de productos en las estanterías que, pese a que ayer a la hora del cierre muchas estaban vacías, ahora han recuperado la normalidad. El problema, a lo largo del día no da tiempo a reponer muchos y productos y muchos estantes quedan vacíos.

Esta es la situación que viven los valencianos desde el pasado miércoles, el día después del anuncio del aplazamiento de las Fallas por el coronavirus y la jornada en la que comenzó la compra masiva de productos de primera necesidad por encima de lo necesario. Desde entonces, sea cual sea la hora a la que vas a un Mercadona, Consum o Masymas la imagen suele ser la misma, clientes con carros llenos, largas colas en las cajas, trabajadores saturados y estantes mucho más vacíos que de costumbre.

Una trabajadora de uno de estos centros relata que las ventas se han duplicado y que muchas veces «están desbordados». «Las estanterías que están vacías no es porque no hayan productos sino porque cada vez las reponemos se acaban en cuestión de minutos» remarca esta trabajadora, que insiste en que lo más demandado es el papel higiénico porque «lo que antas tardaba en venderse 15 días ahora se termina en una sola jornada». Un reponedor explica que si ahora quieres hacerte con este producto tienes que venir a primera hora de la mañana porque «en cuánto pasan unas horas se terminan todas las existencias».

En una visita a un supermercado se suele ver como los productos de higiene suelen estar más agotados así como la carne refrigerada o la leche. Depende del local también pueden faltar congelados o incluso productos no perecederos como arroz, legumbres o pasta. Es cierto que la situación es muy desigual y que en los locales de municipios costeros como Dénia ayer se vieron sobrepasados ante la llegada de madrileños que solo suelen estar en la ciudad salvo en verano y ahora han decidido acudir muchas veces sin hacer caso a las recomendaciones oficiales. Por tanto, en algunos puntos la situación es más dramática aunque en Valencia, por norma general, es todo mucho más sostenible.

Una cajera de uno de estos supermercados cuenta que ahora se vende «más que en Navidad» y los datos dejan claro que se ingresa más del doble que lo habitual siendo la sección de carnicería la que más experimenta este incremento, con aumentos de hasta el 240%. Esto ha llevado a que se hayan tomado medidas como alargar los turnos o tratar de posponer las vacaciones de empleados que iban a comenzar estos días. Esta trabajadora relata que se viven «situaciones un poco surrealistas» por el estado de psicosis de la población ya que ha visto en los últimos días como la gente, cuando sacan cajas del almacén, acuden a ellos y empiezan a coger productos sin saber qué es lo que se llevan. «A veces no nos da tiempo ni de colocarlo en su sitio» afirma.

Otro trabajador aprovecha para hacer un llamamiento a la calma. «Los suministros están garantizados y no hace falta que la gente acumule tanta comida en casa porque los supermercados no van a cerrar y no se van a terminar las existencias« indica un encargado, que quiere dejar claro que el desabastecimiento no existe y que la falta de artículos que se da de manera puntual dura apenas unas horas. »Cada día que abra el supermercado te vas a encontrar todos los productos, incluidos el ansiado papel higiénico y el gel desinfectante« sentencia.

En estos establecimientos también han tomado precauciones para evitar la expansión del coronavirus y todos los días realizan una limpieza exhaustiva de las principales superficies. Además, cada trabajador tiene que mantener la distancia de seguridad de un metro y tiene asignado un gel alcoholizado para que cada rato pueda desinfectarse sin dejar de atender a los clientes.

Compras online

El aumento de la demanda en las tiendas físicas ha llevado a la dirección de las empresas a dejar de lado la venta por internet. Pese a que este servicio sigue activo, ahora los encargos llegan varios días después de realizar el pedido ya que se ha decidido dar prioridad a la atención de los clientes en la tienda. Además, la compra online se ha limitado a un importe de 90 euros para que no hayan macropedidos. Se espera que esta opción pueda desaparecer por un tiempo tal y como ha ocurrido en Madrid.

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