Sanidad deja ahora en manos de los infectados decidir si se inyectan

La administración de vacunas de AstraZeneca se está desarrollando por un camino enrevesado. Después de paralizar de forma momentánea los inyectables reservados para el personal de los centros educativos, al asociar este fármaco con la reproducción de trombos poco frecuentes, ahora se ha retomado su uso, pero con variaciones.

Esta vacuna, inicialmente, sólo estaba prevista para menores de 55 años. Tras ello, se optó por excluir de la vacunación a aquellos que en los últimos seis meses habían contraído el Covid y, paralelamente, se amplió su utilización también hasta los 65 años inclusive. Y para terminar de rizar el rizo, la Conselleria de Sanidad difundió ayer un comunicado en el que recomienda posponer la vacunación de las personas menores de 65 años que han padecido el Covid en los últimos seis meses, aunque deja en manos del paciente recibir o no el inyectable. «Se trata de una recomendación y no de una contraindicación. De este modo, si la persona que ha sido convocada después de ser informada decide vacunarse, se procederá a su vacunación», concretaron desde el departamento. «Las personas que sigan esta recomendación, una vez transcurrido el plazo indicado de seis meses, podrán ser vacunadas cuando se invite a su colectivo (profesional o grupo de riesgo) o a su cohorte de edad para la segunda dosis», añadieron.

Desde Sanidad apuntaron que es muy infrecuente que las personas que han padecido la enfermedad puedan volver a padecerla, por lo que la recomendación se adopta para optimizar las dosis disponibles.