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«El ritmo de derivaciones en 2018 de pacientes en lista de espera quirúrgica a hospitales privados es similar al del año pasado», cuando se remitieron 14.226 enfermos a centros privados para ser sometidos a una operación, lo que supone, de media, cerca de 1.200 al mes. La Conselleria de Sanidad necesita todas las armas a su alcance para reducir las actuales demoras quirúrgicas que, al menos hasta el mes de junio, último dato disponible, ascendían a 61.800 pacientes esperando a ser intervenidos, de media, 90 días. Y para tratar de reducir estas esperas, el departamento que en la actualidad encabeza Ana Barceló se está apoyando tanto en la derivación de hospitales privados como en el denominado autoconcierto -programar operaciones fuera del horario habitual en hospitales públicos-, pese a las dificultades para acordar con algunos sindicatos las retribuciones que recibirán los sanitarios del ámbito público por estas operaciones adicionales.
De esta forma, el plan que intentó impulsar la anterior consellera del ramo, Carmen Montón, de atajar las demoras, principalmente, con recursos humanos y materiales propios de la sanidad pública se ha visto cuestionado seriamente con las actuales cifras. En 2016, su primer año completo al frente del departamento, Montón sí rebajó sensiblemente la derivación de pacientes a los hospitales privados -en concreto, un 13,17%- con respecto a un ejercicio anterior, el último presupuestado por el PP y gestionado, en parte, por el Ejecutivo popular -el cambio de Gobierno tuvo lugar en mayo-. Frente a ello, y también en 2016, Montón aumentó un 6,8% las operaciones fuera del horario habitual en hospitales públicos. Sin embargo, las listas de espera se dispararon un 12,5% hasta superar los 65.000 pacientes a la espera de pasar por el quirófano en comparación con el cierre de 2015.
14.226 pacientes en lista de espera quirúrgica se derivaron en 2017 a hospitales privados. Este año el ritmo es similar.
61.800 valencianos estaban a la espera de pasar por el quirófano el pasado mes de junio, último dato disponible.
12,5% creció la lista de espera en 2016 después de reducir los planes de choque con hospitales privados.
Al año siguiente, y pese al discurso oficial contrario a esta práctica, la también exministra tuvo que rectificar sus políticas y aumentó las derivaciones a centros privados un 22,57%, decisión que también vino acompañada de un incremento de intervenciones bajo la fórmula del autoconcierto, con lo que logró que descendiera la lista de espera en algo más de 3.000 pacientes.
Y ante este panorama, los actuales responsables del departamento continúan con unos índices de derivación similares a los del año pasado, una decisión refrendada por el propio presidente Ximo Puig, quien indicó hace poco más de un mes que se seguirá apostando por los plantes de choque y el autoconcierto para tratar de atajar las esperas que sufren los pacientes valencianos.
En esta línea, desde la Conselleria de Sanidad confirmaron también que durante este año tampoco se ha modificado la oferta de patologías ofertadas en el plan de choque con respecto a 2017, lo que contribuye a mantener los índices del pasado año; aunque matizaron que «en todo caso, la remisión de los pacientes a un centro privado del plan de choque depende de la aceptación del paciente». Por tanto, siempre es el usuario al que se le propone ir a un centro privado el que, en última instancia, decide si pasa por quirófano o espera su turno para operarse en un hospital público.
Así las cosas, frente al cerco que el actual Consell está llevando a cabo sobre los hospitales concertados, con la reversión ya ejecutada del hospital de La Ribera y la intención de adelantar la de Dénia, y los continuos discursos que abogan por la sanidad pública cien por cien, lo cierto es que la Conselleria de Sanidad, especialmente en el segundo año de mandado de Montón y en el actual de Barceló, se ha apoyado más en los centros sanitarios para tratar de reducir las crecientes esperas para someterse a una operación. «Mientras decía una cosa, hacía lo contrario», resumía el portavoz de Política Social del grupo popular en Les Corts, José Juan Zaplana, sobre las decisiones adoptadas por Montón.
El Sindicato de Facultativos y Profesionales de Sanidad Pública (Simap) exigió ayer la inclusión del departamento de salud de Dénia en la apertura de la bolsa de trabajo, prevista para noviembre, ante su anunciada reversión a gestión directa. Así, solicitó que se permita que los candidatos que deseen trabajar en este departamento puedan inscribirse en la bolsa.
La selección del personal con este método consta de varias fases, con posibilidad de presentar alegaciones a los candidatos. Por ello, el proceso requiere un tiempo «suficiente» para ser operativo, que «no se debe improvisar en el momento en que se presenta la necesidad de contratar personal», indicaron desde el sindicato.
En esta línea, recordaron que, cuando se produjo la reversión del departamento de Alzira el pasado 1 de abril, fueron contratados unos 500 trabajadores por bolsa de trabajo en los tres primeros meses, ya que las plantillas debían equipararse a las ratios del resto de departamentos públicos.
Así, añadieron que el departamento de Dénia presenta una situación «crónica de falta de personal» según los estudios de ratios de personal realizados por el Simap, de ahí «la importancia que tiene que exista de forma previa una bolsa de trabajo con candidatos inscritos en el departamento al momento en que se produzca la reversión» y, con ello, se cumplirá «escrupulosamente con la legalidad».
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