Sanidad desconoce aún el uso que dará a los hospitales de campaña sin terminar

«Nos van a ser muy útiles». Así se refería ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, a los tres hospitales de campaña que el Consell ha previsto construir para hacer frente a la pandemia. Barceló eludió dar una fecha sobre su puesta en servicio después de que el plazo inicialmente fijado, el 11 o 12 de abril para el de Valencia, no se haya cumplido.

En estos momentos, según Barceló, se está a la espera de resolver algunos aspectos técnicos. Además las lluvias de ayer dificultaron los trabajos al encharcar las zonas en las que se han levantado.

Pero las circunstancias han cambiado en los últimos días. El sistema ha podido asumir el incremento de contagiados por Covid-19 de forma que ya en estos momentos no son necesarios para atender al aluvión de pacientes inicialmente previsto. La Conselleria de Sanidad busca ahora dar una nueva utilidad a estos hospitales de campaña, aunque todavía no ha decidido a qué va a dedicarlos.

Barceló explicó que el uso se irá adaptando a la evolución de la pandemia del Covid-19. También advirtió de que aunque la presión asistencial en estos momentos va a la baja queda «mucho camino que recorrer» y reiteró que serán «muy útiles».

La conselleria contempla ahora «diversos escenarios» para los tres hospitales de campaña que se están levantando junto a La Fe en Valencia y los hospitales generales de Alicante y Castelló.

Una de las posibilidades que baraja la administración autonómica es la de ingresar en ellos a todos los casos positivos de coronavirus para permitir a los hospitales retomar su actividad quirúrgica y asistencial. No obstante, quiso dejar claro en que todavía no hay ninguna resolución cerrada. La consellera precisó que «más que un cambio de estrategia es adaptarse a la situación cambiante que se va produciendo porque contemplamos distintos escenarios según la incidencia del virus sea baja, media o alta».

Para la consellera estos hospitales serán infraestructuras que «van a permanecer» porque «aun queda mucho camino por recorrer». En este sentido se refirió a que habrá que esperar a ver cómo evoluciona la enfermedad tras la vuelta al trabajo y cómo se comporta durante el proceso de desconfinamiento paulatino.

Defendió, además, que la decisión de construir estos hospitales se tomó cuando la enfermedad tenía «una línea ascendente que parecía que no iba nunca a parar». Para la consellera ahora estamos «en una llanura, no bajando, pero la presión asistencial es menor» y señaló que a la hora de planificar hay que tener en cuenta muchos factores.

La consellera también negó que hubiera habido precipitación al anunciar el martes el Consell el reparto de mascarillas gratuitas para los mayores de 65 años y colectivos vulnerables, pese a las críticas vertidas por el colegio de farmacéuticos. Barceló justificó la noticia en un intento del ejecutivo autonómico de «tranquilizar» a la población sobre el acceso a este material por parte del ejecutivo autonómico.

La titular de Sanidad señaló que en los próximos días «a lo mejor mañana» estarán «en condiciones de anunciar cuándo podría poner en funcionamiento la medida», que beneficiará a 1,2 millones de personas en la Comunitat y se informará a través de los canales oficiales.

Las mascarillas que se repartirán a estos colectivos son de tipo quirúrgico y se van a poder distribuir de forma gratuita porque el material que la Generalitat ha adquirido en China es en estos momentos «suficiente» para proteger al personal sociosanitario y de servicios esenciales.

«Esta medida se adoptó cuando se tuvo la certeza de que teníamos cubiertas nuestras necesidades y se decidió cubrir las necesidades de las personas que lo necesitan», los colectivos más vulnerables y de mayor riesgo ante un contagio«, puntualizó.

También indicó que las farmacias tienen también problemas para adquirir este material, porque no tienen un mercado al que acudir, y con ello se facilita que esté disponible también para el resto de la población.

Mientras, los policías y guardias civiles volvían a repartir ayer miles de mascarillas en estaciones de metro y paradas de autobuses, en las puertas de algunas farmacias se formaban colas de ciudadanos a primera hora de la mañana para comprar el escaso material de protección.

Tras el anuncio de la Generalitat, las farmacias recibieron multitud de llamadas telefónicas y visitas de clientes que pedían un material sanitario que todavía no han recibido. «Dentro de pocos días podremos repartirlas con una receta electrónica incorporada al SIP, pero primero hay que adaptar el sistema informático y preparar también la distribución», afirmó Vicente Colomer, secretario del Colegio de Farmacéuticos de Valencia.

En reuniones con los responsables de Sanidad, los farmacéuticos han pedido que el Gobierno establezca un sistema de control del precio de este material sanitario de primera necesidad. También han solicitado una vía urgente de distribución. Algunas farmacias como las de María Meliá o José María de Jaime vendieron ayer mascarillas en Valencia tras superar numerosas trabas, pero otros muchos establecimientos no pudieron hacerlo por el desabastecimiento .

Respecto al riesgo de contagio en el sector farmacéutico, Colomer señaló que es muy alto y mostró su preocupación por la carencia de test para detectar el Covid-19. «Hemos pedido a Sanidad que hagan pruebas a los trabajadores de las farmacias porque es una de las medidas más eficaces», señaló.

Por otro lado, Sanidad solicitará a los Registros Civiles que le comuniquen los datos de las personas fallecidas en sus domicilios por Covid-19 para poder incorporarlos a las estadísticas oficiales y poder informar de ellos con «transparencia». Para Barceló «no es lógico» que Salud Pública no disponga de estos datos.

La decisión se ha tomado después de que en Madrid se hayan sumado mas de 620 fallecidos por coronavirus en sus domicilios que no estaban contabilizados en las estadísticas oficiales.

Mientras, ayer se produjo un leve repunte en la evolución con 211 nuevos casos de coronavirus, 38 fallecimientos y 291 altas hospitalarias en las últimas 24 horas, lo que supone un leve ascenso en las tres cifras. Desde el inicio de la pandemia el número total de contagiados asciende a 9.424, ha habido 945 decesos y un total de 3.360 personas han recibido el alta.

El dato más positivo es que cada vez hay más curados de la dolencia. Es el caso de Carlos Ferreira, que ha abandonado la UCI del Hospital Clínico de Valencia tras tres semanas ingresado.

En una entrevista a Efe, Carlos, de 48 años, afirma que «ha recuperado su libertad». Ahora se encuentra ya en una habitación del centro hospitalario. «Me han dado la noticia esta misma mañana», relata este profesor al que la Covid-19 «no le dio ni tiempo para teletrabajar» en casa, donde estaba tras decretarse el estado de alarma con su mujer Marian y sus cuatro hijos.

«Mi mujer y mis hijos están todos fenomenal», asegura Carlos desde su cama del hospital y recuerda que cuando llegó sufrió «un desmayo» y tras «dos o tres días sin mejorar de la fiebre», le trasladaron a la UCI

De las más de tres semanas en la unidad de cuidados intensivos, «estuve intubado catorce días. No era consciente, estaba sedado y apenas me enteraba de nada, pero no pensaba que hubieran sido tantos días». No tiene más que buenas palabras para el personal sanitario: «En todo momento han sido amables conmigo».

Por otro lado, la consellera fue tajante: «Sí que hay material de protección». La afirmación de Barceló contrasta con las denuncias formuladas por los sindicatos denunciando la situación del personal sanitario. El hecho es que en estos momentos hay ya 1.525 profesionales en la Comunitat que se han contagiado.

Barceló señaló que, aunque no les consta ninguna queja, si algún centro de salud concreto tiene alguna carencia que la reclame a su departamento. Indicó que gracias a los últimos envíos, hay material suficiente, aunque destacó que lo que más precisan son batas. Pero añadió: «No nos consta que haya falta».

Sí que reconoció que ahora no se puede acceder al material con «tanta libertad» como al principio de la crisis porque ahora «es un bien preciado que hay que cuidarlo y se da al personal que lo requiere» y matizó que se reparte por a los departamentos en función de criterios como los casos positivos que tiene, o el número de población y residencias que atiendan, y estos a su vez lo distribuyen conformen las peticiones de demanda.

La consellera consideró que ha cumplido con el plazo de cuatro días fijado por un juzgado de lo social para la entrega de estos productos.

En este sentido, Andrés Cánovas, secretario general del Sindicato Médico, señaló que «el personal sanitario está mejor dotado que la semana pasada pero no está totalmente dotado». El responsable sindical apuntó que su organización está recabando información de los 24 departamentos, pero con los datos disponibles señala que la zona de la Plana y Vinaròs «aún tienen carencias» mientras que centros de referencia como La Fe y hospitales como el Arnau «están bien abastecidos».

También diferenció entre la protección de los médicos respecto a otros profesionales sanitarios. A juicio de Cánovas, el equipo de protección para los auxiliares es mejorable.

Ante ello, Cánovas sostuvo que Sanidad está distribuyendo el material aunque «no esté cumpliendo a rajatabla» el mandato judicial. Desde el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana se mostraron cautos antes de adoptar alguna otra medida judicial. «Esperaremos a tener toda la información», concluyó.

Por su lado, el sindicato CSIF anunció ayer que ha interpuesto una denuncia contra los responsables de la Conselleria de Sanidad por incumplir su obligación legal de proteger a los trabajadores dotándoles de medios preventivos para hacer su trabajo. El sindicato señala en el escrito ante el juzgado que la falta de protección al personal sanitario podría constituir, entre otros, delito de prevaricación por omisión.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, por su parte, anunció ayer la llegada de un nuevo avión con material sanitario con 2,5 millones de mascarillas que permitirán «el máximo abastecimiento» a las farmacias antes del fin de semana.

Sanidad también descartó ayer realizar pruebas masivas para detectar el coronavirus a personas asintomáticas porque «no son fiables».

Barceló explicó que las pruebas se realizan siguiendo los protocolos establecidos a partir de los criterios clínicos que marcan los epidemiólogos y microbiólogos, que señalan que los test a personas asintomáticas «no son fiables» porque podrían dar positivo pasados unos días. Por ello, mientras no se cambien estos protocolos no habrá pruebas masivas. Insistió que gracias a la orden del Ministerio de Sanidad para que centros, servicios y establecimientos sanitarios de diagnóstico clínico de titularidad privada se van a reforzar los circuitos de diagnóstico públicos y el porcentaje de pruebas PCR, que ahora ronda las 1.700 diarias, aumentará aunque no se puede cuantificar aún.

Por otro lado, la conselleria tampoco se ha planteado realizar un estudio autonómico de seroprevalencia del coronavirus para conocer qué personal sanitario, sociosanitario y esencial ya ha pasado la enfermedad.

Por el momento solo se hará el estudio del Ministerio que dentro de los 60.000 pruebas nacionales, 5.100 serán en la Comunitat Valenciana: 1.800 en Alicante, 1.000 en Castellón y 1.300 en Valencia.