Sanidad duda si administrar un nuevo fármaco contra la bronquiolitis a bebés sanos

El aumento de casos graves de bronquiolitis entre los bebés valencianos llevó al límite a las unidades de cuidados intensivos pediátricas de la Comunitat durante los pasados meses de octubre y noviembre. Tras dos años en los que se extremaron las medidas de protección por la pandemia de Covid, y en los que prácticamente dejaron de circular virus como el de la gripe o el sincitial (VRS), causante de la mayor parte de los casos de bronquiolitis, los más pequeños apenas habían generado inmunidad frente a estos patógenos, por lo que repuntaron en gran medida los contagios y las hospitalizaciones, especialmente en bebés menores de un año.

Ahora, después de que se haya incorporado a la sanidad pública un nuevo fármaco que evita cuatro de cada cinco ingresos por bronquiolitis, el Gobierno central y las comunidades autónomas no se ponen de acuerdo a la hora de decidir a qué población en concreto administrar el medicamento. En el caso de la Comunitat, la Conselleria de Sanidad aboga por usar el antiviral entre los bebés con patologías previas, pero duda si, como defienden otras regiones, extender el fármaco a todos los pequeños. De hecho, en un primer momento se mostró contraria a esta segunda opción.

Como han explicado fuentes del departamento autonómico a LAS PROVINCIAS, al principio se rechazó la propuesta porque se desconocían los precios del medicamento, de ahí que no se pudiera valorar la relación entre el coste y la eficacia. Una vez conocido el gasto que sería necesario dedicar a ello, desde Sanidad han señalado que aún es necesario ampliar más la información sobre el fármaco y la efectividad que tendría en niños sanos. La conselleria considera que sí es conveniente administrar esta especia de vacuna a los pequeños que presentan patologías previas, pero duda en la idoneidad de extenderlo a todos los recién nacidos.

Los expertos, sin embargo, sí abogan por usar el antiviral en todos los niños menores de seis meses poco antes de que comience la época en la que se extiende el virus, por lo que actuaría como una especie de vacuna. Por tanto, será difícil que se adopte una decisión definitiva antes de las próximas elecciones autonómicas.

Otra cuestión que tampoco va a cambiar antes de los comicios es la obligatoriedad de usar la mascarilla en centros sanitarios. Al respecto, desde Sanidad evitan mostrar una postura concreta y señalan que respaldarán la opinión de los expertos y la decisión que se adopte en el consejo interterritorial. En estos momentos, el cubrebocas sigue siendo obligatorio en centros de salud, hospitales, farmacias y otros recintos sociosanitarios como las clínicas odontológicas.

Sobre este punto, tampoco hay un acuerdo unánime entre los especialistas, que estudian si, dada la poca circulación del coronavirus, sería conveniente ya evitar que pacientes y acompañantes sigan utilizando estas medidas de protección. El uso de mascarilla disminuye ligeramente el oxígeno que inspira una persona y aumenta la cantidad de CO2, lo que deriva en fatiga respiratoria, peor ventilación pulmonar, dolores de cabeza y empeora los cuadros de asma.

Por tanto, es más que previsible que antes del verano, y una vez conformados los gobiernos autonómicos y locales, el Gobierno dé el paso de suprimir la obligación de seguir utilizando el que, posiblemente, sea el último vestigio de la pandemia.

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