La sanidad pública valenciana se enfrentará a un 'overbooking' de médicos dentro de veinte años

Esta situación a medio y largo plazo contrasta con la realidad actual y con las previsiones de los próximos años. Como ya avanzó LAS PROVINCIAS el pasado mes de noviembre, en 2026 el déficit de facultativos en Atención Primaria oscilará entre 849 y 728 médicos de familia. De hecho, la Comunitat será la segunda autonomía española, sólo superada por Galicia, en la que la falta de galenos en los centros de salud será más pronunciada.

El déficit de facultativos en la actualidad ya es una constante. Lo demuestra la escasa sustitución de médicos de familia cuando los profesionales están de baja porque las bolsas de empleo están prácticamente vacías, como han señalado en repetidas ocasiones desde la Conselleria de Sanidad; o que plazas de pediatra las tengan que ocupar facultativos sin esa especialidad ante la carestía de este perfil de médico. También con los anestesistas, donde en los hospitales comarcales existen auténticas dificultades para encontrar suficientes profesionales de este perfil.

Sin embargo, la situación cambiará, y de forma notable, de cara a 2036, como recogen los distintos informes elaborados por el citado centro de estudios. De cada a esa fecha, apuntan, se contará en la Comunitat con 3.141 médicos de familia recién formados como valor estimado (como máximo serán 3.502, aunque el centro de estudios ajusta la cifra en relación a factores como el porcentaje de profesionales que abandonan la formación de esta especialidad); mientras que se habrán jubilado (y dejarán su plaza libre) 2.060 facultativos en los centros de salud. La diferencia alcanza, como máximo, los 1.442 especialistas 'sobrantes', aunque como valor estimado el centro fija 1.082, algo más del 50%. A nivel nacional serán más de 11.000 (también la mitad) los médicos que queden fuera del sistema público.

Algo parecido ocurre con los pediatras. Mientras que en esa fecha está prevista la jubilación, en la Comunitat, de 422 profesionales, las cantidad de MIR que hayan concluido su formación oscilará entre los 845 como valor máximo y los 831 como cifra estimada, de ahí que la cifra de especialistas que no podrá absorber la sanidad pública oscila entre 408 y 423. En España, la cifra de pediatras que no tendrían plaza en la red pública rozaría los 2.400.

Por último, en el caso de los anestesiólogos, la cantidad de especialistas en la hornada de 2036, siempre en base a datos autonómicos, rondará los 652 como valor estimado y los 674 como cifra máxima, de ahí que teniendo en cuenta las 231 jubilaciones previstas, la cantidad de especialistas sobrantes quedará entre 421 y 443. En la totalidad del territorio nacional, la cuantía de anestesistas que no podrá absorber el sistema público superaría los 3.400.

«Planificación a medio y largo plazo es lo que se necesita y estamos a tiempo, es urgente un nuevo estudio demográfico con más datos por edad (especialmente por la jubilación), con cifras de recirculación y abandonos MIR, emigración e inmigración y se debe repetir cada dos años para tomar medidas a tiempo», advierten desde la formación, que subrayan también que hay que tener en cuenta que no todos los MIR que finalizan su formación se quedan en España.

En esta línea, insisten: «No podemos formar médicos para que trabajen dos meses en verano y ofrecerles contratos por horas, días, de lunes a viernes... por mucho que pueda interesar a algún gestión», agregan. «La asistencia sanitaria es un pilar fundamental en el estado de bienestar y necesita una planificación a medio y largo plazo coherente y razonable de la que, por desgracia, hasta ahora ha carecido, bien por dejación o incompetencia de los responsables del Gobierno de España y de las comunidades autónomas», denuncian.

Por otra parte, recuerdan que la Administración central ha anunciado un plan piloto para permitir durante tres años una jubilación activa voluntaria de médicos de familia y pediatras en Atención Primaria, «permitiendo cobrar el 75% de la pensión y seguir trabajando media jornada. Sin duda, tanto para que tenga éxito esta jubilación activa como la jubilación demorada es necesario que las condiciones del ejercicio mejoren de forma importante, pues ahora resulta muy poco atractivo continuar con las cargas de trabajo actuales».

A nivel nacional, e incluyendo todas las especialidades médicas, la situación sigue en la misma tónica. Los cálculos apuntan que en 2036 finalizarán su formación algo más de 120.000 facultativos, 57.500 más que los facultativos que se jubilarán en la red pública (y casi 32.000 más que todos los médicos, incluida la red privada, se jubilarán en ese año)