La decisión adoptada por la Conselleria de Sanidad de eliminar la doble lectura de las mamografías, es decir, que estas pruebas fuesen analizadas por dos especialistas en radiología para minimizar el riesgo de que se escapara cualquier pequeño detalle que indicara algún problema de salud, especialmente un cáncer, sólo ha durado un mes. A partir de este lunes, estos exámenes volverán a estar siempre bajo la supervisión de dos profesionales, tal y como reclamaban los facultativos y los grupos de la oposición, y como se venía haciendo hasta el pasado 1 de marzo.
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Desde el departamento autonómico han recordado este viernes a LAS PROVINCIAS que la eliminación de esa doble lectura era una «medida coyuntural», aunque defendieron con un amplio argumentario por qué se adoptaba la decisión, mientras que ahora, en apenas cuatro semanas, esa «situación coyuntural ha cambiado», de ahí que se retomen estos análisis por parte de dos especialistas. Además, el nuevo cambio de modelo tiene lugar justo después de que los responsables de Sanidad hayan mantenido una reunión con representantes del colectivo de los radiólogos, encuentro en el que los especialistas expresaron la necesidad de que se retomara el modelo anterior.
Así las cosas, y tras el revuelo generado por la decisión, estas pruebas vuelven al punto de partida tras lo que parece, en un primer momento, una rectificación de la decisión adoptada por la conselleria, pese a que desde Sanidad lo niegan de forma tajante. Además, otras fuentes sanitarias señalaron que se debía, precisamente, a la falta de profesionales. De hecho, como ya recogió este diario, una nota interna emitida por el Servicio de Programas de Cribado Poblacional para la Detección Precoz de Problemas de Salud de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones recogía que «actualmente, el programa de prevención de cáncer de mama no dispone de suficiente personal facultativo para la lectura de las mamografías», de ahí que Sanidad adoptara, al menos de forma temporal y hasta que se contara con más especialistas, la decisión de llevar a cabo una única lectura de las mamografías. Aún así, en aquel momento precisaron que, en casos en los que existiera alguna pequeña duda, se requeriría una segunda opinión.
En la citada nota interna, se aclaraba que se iba a «priorizar que el personal facultativo que participa en el programa realice las primeras lecturas. No habrá segundas lecturas a partir del 1 de marzo de 2023. Las segundas lecturas se reiniciarán cuando existan facultativos suficientes para completar las primeras», y parece que así ha sido, puesto que desde la propia conselleria confirman que se vuelven a retomar.
A preguntas de este diario, el propio conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, insistía este viernes en que «no hemos rectificado, ha sido un problema puntual». Al respecto, ha detallado que «en un momento determinado se hizo un análisis de la lista de espera que teníamos de mamografías, en parte debida a la etapa Covid. Y para rápidamente disminuir esa lista de espera, se disminuyó ese número de lecturas, pero eso fue provisional, porque teníamos que, además, reorganizar el sistema de lecturas con los departamentos que tienen radiólogos en los hospitales expertos en mamografías».
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Asimismo, ha recordado que «para que las mamografías tengan valor, el radiólogo debe de tener una experiencia superior a 3.500 anuales, no puede ser un radiólogo estándar, podría ser siempre tutorizado por un radiólogo experto, y todo eso se ha hecho en el proceso de estas cuatro semanas que hemos evaluado todo el problema y a partir de la cuarta semana se ha visto la viabilidad de volver a la segunda lectura y se ha institucionalizado. Se ha hecho mucho más rápido de lo que podría haber sido. No estaba previsto cuatro semanas, pero sí que en las próximas semanas se haría»
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Protocolos europeos
Frente a ello, en el momento en el que trascendió la eliminación de esa segunda lectura, desde la Conselleria de Sanidad replicaron que los protocolos europeos (Guía de Calidad del Cáncer de Mama y Colorectal de la Comisión Europea) recomiendan especialmente la doble lectura en el caso de radiólogos no expertos (menos de 3.500 estudios al año). Sin embargo, la Comunitat cuenta con una plantilla formada en su totalidad por radiólogos expertos, por lo que iba a iniciar «de forma coyuntural» este programa de única lectura.
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«En el caso de que exista la mínima duda sobre el resultado se realizarán las revisiones, lecturas o pruebas complementarias que sean necesarias», agregaron, para insistir en que no se debía a una falta de especialistas (que han pasado de los 378 de 2015 a los 484 de 2023), sino a un incremento en la cantidad de mujeres que se someten a estas pruebas. Sin embargo, sí parece que ese aumento de profesionales no era suficiente para asumir la carga de trabajo, al menos de forma puntual o en momentos en los que hubiesen, por ejemplo, permisos o bajas laborales.
Al respecto, recordaron también que comunidades autónomas como Navarra, País Vasco, Aragón, Murcia, Asturias, Castilla-La Mancha o Cantabria, algunas de ellas gobernadas por el PP, realizan una lectura única de las pruebas.
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«La Comunitat tiene un programa de prevención de cáncer de mama modélico y fue de las primeras autonomías en poner en marcha este servicio», insistieron, para agregar que «tiene una de las coberturas poblacionales más extensas. Comienza a los 45 años (solo hay cinco autonomías que empiezan tan pronto) y, desde este año, se extiende hasta los 74 años (la Comunitat es la primera en hacerlo, junto con Andalucía, también dirigida por el PP)».
«La calidad del programa de prevención de Cáncer de Mama de la Comunidad Valenciana está absolutamente asegurada», sentenciaban desde Sanidad, que explicaron con este argumentario tan extenso la adopción de una medida que, a la postre, apenas ha estado en marcha durante cuatro semanas y ha recibido un aluvión de críticas.
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Al tener noticias de la decisión, el presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, lamentó que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, estaba «desprotegiendo a las mujeres frente al diagnóstico del cáncer de mama» y exigió que rectificara de manera inmediata y volviera a implantar la doble lectura en el diagnóstico de las mamografías. Mazón subrayó que ésta era «una prueba más del abandono de Puig a la sanidad pública valenciana». «Las mamografías salvan vidas, y si hasta ahora había una doble lectura, que fue implantada por los gobiernos del PP, es porque de esta manera las garantías de un correcto diagnóstico son mayores», resumió.
Desde el Sindicato Médico de la Comunitat (CESM-CV), por su parte, agregaron que «con la excusa de no disponer de radiólogos suficientes para la totalidad de Unidades de Prevención del Cáncer de Mama, la conselleria despide a todos los especialistas que realizan la segunda lectura de mamografías igualando a la baja la calidad y seguridad del Programa de Cribado del Cáncer de Mama». Y alertaron de que la eliminación de la segunda lectura «puede dar lugar a un retraso en el diagnóstico precoz de este tipo cáncer, en el cual la supervivencia de las mujeres a los cinco años de su diagnóstico es del 85%, supervivencia que aumenta cuando más precoz es el diagnóstico».
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