Un sanitario contagiado tras usar las mascarillas defectuosas del ministerio

Al menos uno del cerca del millar de sanitarios que utilizaron las mascarillas no homologadas proporcionadas por el Ministerio de Sanidad se ha contagiado de coronavirus, como admitió ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló. En total, el departamento ha realizado 671 pruebas PCR a profesionales de los cinco departamentos de salud donde se distribuyó este material. En total, fueron usadas 1.266 mascarillas: 87 en el departamento de Dénia, 511 en el de Sant Joan, 118 en el General de Alicante, 200 en el de Orihuela y 300 en el Clínico de Valencia. Barceló explicó que estas mascarillas defectuosas Garry Galaxi distribuidas por el Ministerio de Sanidad fueron utilizadas en momentos distintos por los profesionales sanitarios, y fue el 15 de marzo cuando se lanzó la alerta para que fueran retiradas. Hasta el momento, en el Hospital de Dénia se han hecho pruebas PCR a 50 profesionales sanitarios, en el de Sant Joan a 259; en el General de Alicante a 17; en Orihuela a 145; y en el Clínico a 200 sanitarios.

Por otra parte, la consellera anunció que ayer arrancó la realización de test rápidos en el hospital provisional de Castellón, con 500 citas, y entre hoy y el lunes en los de Valencia y Alicante. «Era una necesidad y tendrán su papel en la planificación de la desescalada», aseveró. En una comparecencia de balance en Les Corts, también avanzó que la Generalitat tiene en marcha un plan para reforzar la atención primaria en la nueva fase de la pandemia, con la contratación del personal que «va a hacer falta«. Sanidad está en contacto con sociedades científicas y asociaciones de medicina para saber los recursos necesarios.

Barceló también alabó la colaboración «total y extraordinaria» entre el sistema público y privado, sin que la orden que centralizó todos los medios fuera una «imposición». Auguró que la sanidad privada será útil en la desescalada: «Necesitamos un sistema robusto para lo que pueda venir».

Ante las críticas por la compra de material, destacó que no faltaran respiradores y recordó que los problemas surgieron cuando China y Alemania cerraron sus fronteras, canales que «nadie pensaba que se fueran a romper». «Cuando compramos millones de productos, son cosas que pueden pasar», sostuvo.

También descartó que las cifras que ofrece diariamente no sean fiables, asegurando que los valencianos pueden estar «tranquilos», o que se haya reutilizado material cogido de la basura. «Lo hemos visto en alguna foto, es algo desagradable, pero nunca se llegó a esterilizar ni utilizar«, recalcó, confiando en que los auxiliares »actúan con buena voluntad«.

En general, aunque reconoció que «se podría haber actuado de otra manera», también recordó que todas las administraciones se enfrentaban a un virus que no conoce fronteras. «Todo era desconcierto», lamentó.