

Secciones
Servicios
Destacamos
DANIEL GUINDO
Martes, 9 de agosto 2022, 21:32
El personal sanitario está satisfecho con el protocolo que la conselleria del ramo ha remitido a los departamentos para que los profesionales sepan cómo actuar con las víctimas de los crecientes casos de pinchazos a jóvenes en zonas de ocio nocturno y festivales de música (las preguntas que deben formular, las muestras de orina, sangre o pelo que se deben extraer, la custodia de las pruebas, etc.). De hecho, esperan que esa mejora de la coordinación con la Policía -el texto establece que los profesionales avisarán a los agentes con la autorización de las agredidas- sea también una fórmula que disuada a los autores de seguir llevando a cabo estas prácticas delictivas.
Al respecto, Antonio Monrabal, facultativo de Atención Primaria y asesor de la junta del Colegio de Médicos de Valencia, señala que se trata de un protocolo muy completo que pone «negro sobre blanco» cómo actuar ante «algo que es nuevo para el profesional». Así, destaca la diferencia entre los casos de abusos sexuales por sumisión química, que ya estaban protocolizados en una instrucción de 2019, con las situaciones actuales en las que alguien nota un pinchazo que «es una agresión y hay que tratarlo como un delito». «Facilita las tareas al profesional -al detallar paso a paso cómo actuar- y la investigación de los cuerpos de seguridad», agrega. «Y como todos los protocolos se podrá mejorar, pero al menos tenemos un punto de partida que es muy bueno».
En esta línea se muestra también José Mínguez, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias en la Comunitat (SEMESCV) y jefe de sección de Urgencias del hospital La Fe. «Es adecuado un protocolo de actuación que venga a unificar el trabajo de los profesionales porque de lo que se trata es que la variabilidad en cuanto al manejo sea la mínima posible de cara al beneficio del paciente», indica para añadir que se trata de «un documento completo» al incluir tanto la respuesta sanitaria como la judicial, puesto que «no deja de ser un delito y va más allá de lo que pueda ser nuestra respuesta como personal sanitario. Es una respuesta integral que hace del protocolo un documento útil y nos permite trabajar a todos los implicados de una manera reglada y consensuada». Frente a ello, indica que el documento no ha variado en gran medida la forma de actuar de los sanitarios, especialmente en lo relacionado con los análisis toxicológicos y los posibles abusos sexuales.
Así, la presidenta del Colegio de Enfermería de Valencia, Laura Almudéver, traslada su agradecimiento al conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, y a su equipo porque «han tardado sólo una semana en la elaboración del documento. Desde el colegio pedimos celeridad y ha cumplido con los tiempos. Especialmente porque las denuncias por pinchazos siguen aumentado». Sin embargo, puntualiza que el texto «aporta pocas novedades sobre la forma de trabajar que los sanitarios ya tenían definida por el protocolo específico de atención integral a las víctimas de agresiones sexuales que ya preveía los casos en los que, para agredir sexualmente a una persona, se utilizaran sustancias químicas, por lo que la forma de actuar y la necesidad de recoger muestras cuanto antes ya formaba parte del quehacer de los profesionales. Desde el colegio pedimos más información y más medios para la Enfermería».
Desde la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO-PV también valoran positivamente el protocolo. «La atención sanitaria que se describe una vez la paciente acude a un centro sanitario nos parece impecable y tenemos la esperanza de que la existencia de este documento sea disuasorio». Desde CCOO manifiestan, además, su «profundo rechazo a estos comportamientos» y esperan que las mujeres «puedan sentirse más libres y seguras».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.