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Domingo, 23 de mayo 2021, 23:57
2021 es año jubilar del Santo Cáliz y con este motivo se ha realizado en Valencia un congreso en la que se han conocido las últimas investigaciones que se han realizado sobre la reliquia. La de Gabriel Songel, catedrático de Diseño en la Universitat Politècnica de València, ha puesto de relieve las múltiples referencias iconográficas que se conservan en la pieza. A partir de una investigación multidisciplinar se ha podido adelantar en 300 años la primera referencia al Santo Cáliz en un documento.
Hasta ahora se pensaba que el primer documento escrito en el que se mencionaba era el escrito de 1399 por el que Martín I El Humano reclama la reliquia al monasterio de San Juan de la Peña. La investigación, explica Songel, «nos muestra que la pieza fue montada antes del siglo XIV como se creía hasta ahora».
A Songel siempre le habían llamado la atención las marcas de los canteros en las piedras que identifican a los profesionales, han sido catalogadas en cuatro grandes grupos. El catedrático de la UPV le sorprendió que el Santo Cáliz había sido diseñado siguiendo uno de estos patrones. «Fue algo pensado intencionadamente», afirmó.
Pero aún más sorprendente, según el investigador, fue que la diminuta inscripción en la base de la pieza también fue diseñada siguiendo uno de estos patrones.
Songel empezó a profundizar en la iconografía e identificó que una moneda acuñada por Sancho Ramírez coincidía con la estructura del Santo Cáliz. Ambas utilizaban el salmo de Isaías del tronco de Jesé que se refiere a la llegada del Mesías y de una nueva dinastía. Las ramas curvas del tronco coinciden con las asas del Cáliz y por eso este lleva decoración de hojas en los laterales.
El paso siguiente fue identificar el nudo de Salomón en el nodo del vástago que se parecía a la firma del rey Sancho en lo que parece indicar una correlación de formas y símbolos. «A partir de ahí se puede colegir que existe un programa iconográfico», explicó Songel.
El catedrático de Diseño descubrió luego varias pistas. La inscripción en la base del Cáliz siempre se ha interpretado que está en árabe cúfico y significa 'la resplandeciente'. Pero al u un patrón de diseño circular llevó a Songel a pensar que podría ser escritura especular. De esta forma descubrió que la imagen inversa se podría interpretar en hebreo como 'Yaveh Joshua'. O sea, 'Dios Salvador' o 'Jesús es Dios'.
El autor, según explicó, cotejó el significado de estos anagramas con diversos expertos en árabe y hebreo que avalaron esta posible significación.
Ante estos hechos, Songel concluyó que el autor debía conocer el hebreo y el árabe con acceso a San Juan de la Peña. El autor de la investigación señala que en esa época (S. XII) existió la figura de Pedro Alfonso de Huesca, antiguo rabino de esa ciudad y judeo converso apadrinado por Pedro I y Alfonso el batallador, hijos de Sancho Ramirez.
Una prueba más para Songel son los ideogramas que dejó dibujados en sus escritos en los que combina letras para demostrar la divinidad de la Trinidad «con una clara semejanza formal y conceptual con las inscripciones de la base del Cáliz».
El paso siguiente en la investigación fue el estudio de los documentos en los que aparece citado el Santo Cáliz. La primera referencia es el Canon Romano del Misa (S.II). La segunda es muy posterior. Data de 1135 y procede de un documento por el Ramiro II saca un cáliz de San Juan de la Peña para acuñar moneda.
Hasta la petición de Martín el Humano del cáliz a los monjes de San Juan de la Peña en 1399 no existía una referencia directa a la reliquia. El acróstico permite adelantar en 300 años la datación porque su presencia en el relicario del monasterio en el siglo XI recoge la inscripción 'Calis Lapis Exilis Domini' (el Cáliz de Piedra Preciosa del Señor) escrito con un estilo geométrico.
El investigador ha deducido que se trata de una referencia «implícita y directa a que el Cáliz de piedra preciosa del Señor se encontraba en Huesca» a partir de la alusión a la tradición de San Lorenzo de que la copa de la Última Cena había sido trasladado hasta allí por el diácono.
El razonamiento se basa en los nombres que aparecen en los acrósticos de este documento, un procedimiento muy utilizado en la época como es el caso de las firmas papales 'Bene Valete' concentradas en logograma compuesto de letras en torno a la 'N'.
Para Songel todas estas referencias unidas dan fuerza a la legitimidad de la reliquia conservada en Valencia por el sentido simbólico de los recursos compositivos utilizados y mantener la tradición de custodia del Santo Cáliz.
Todas estas investigaciones están recogidas en el libro 'El cáliz revelado' de la editorial Tirant y en la exposición itinerante que actualmente se puede visitar en la catedral de Valencia.
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