Soledad y silencio en la vuelta al colegio más excepcional

Todo los colegios de la Comunitat pudieron abrir ayer sus puertas para acometer las tareas permitidas en la fase 1: limpieza, organización y gestión, preparación de materiales para repartir a las familias o colocación de la señalización sanitaria y para mantener la distancia de seguridad. Fue una especie de 'primer día' en la gran mayoría de escuelas, las que se sumaron al paso dado ya por los 610 centros que pudieron adelantarse en la desescalada. Y fue una jornada rara, fría y de sentimientos encontrados en la que llamaba la atención el silencio y la falta de bullicio de las instalaciones.  

Carlos Justo dirige el Ceip San Juan Bautista de Torrent. «Hemos aprovechado para ventilar estancias, colocar la cartelería y distribuir geles y guantes, y también hemos hecho simulacros, por ejemplo, si va a venir un padre pasa por determinada zona, se pone gel y espera en determinado espacio», explica. También ha solicitado una limpieza completa del centro al ayuntamiento, ultima la instalación de mamparas y ha empezado a organizar la atención de familias y alumnos por ciclos y en días distintos de la semana. Está a la espera de que llegue el material que enviará la conselleria (geles y mascarillas) y el centro ha cubierto con sus recursos propios otros materiales, como un termómetro. «Es una sensación rara, falta la vida del centro. No oyes ni ves a los niños. En realidad no estamos yendo a un colegio, estamos acudiendo a un edificio«, reflexiona.

En el colegio Marni de Valencia la idea es fomentar en todo lo posible el teletrabajo. Además de la limpieza general, ayer se trabajó en secretaría en la confirmación de la plaza para el curso próximo, que requería algo de papeleo in situ, y la previsión es solicitar estos días mamparas para zonas de atención al público. La directora y titular, Ana Marín, explica que quieren repartir el material que permanece en el centro cuando se llegue a la fase 2 y que los refuerzos para 4º ESO se harán online, de manera individualizada, por decisión de las familias.

Marín también está dedicando estos días a la preparación de la próxima admisión de alumnos.«Las jornadas de puertas abiertas las hemos sustituido por videoconferencias individuales con las familias interesadas. Supone más trabajo, pero es fundamental hacerlo«, explica la directora.

Ginés Pérez, director de Ceip El Fabraquer de El Campello, se ha estudiado a fondo el plano del colegio, pensando en itinerarios de cara a la posible atención de alguna familia o alumno. «También hemos estado mirando la capacidad que tenemos en las aulas manteniendo la distancia», señala, pensando en la vuelta al centro el próximo curso. Además, ha buscado proveedores para la instalación de mamparas. El primer día sólo acudió él y el conserje. «La sensación más destacada ha sido la de soledad. De ver el colegio en una situación normal, cuando es una institución con una vida enorme, trepidante y con la alegría de los niños, se pasa a verlo vacío. Hay ganas de volver a la normalidad, un colegio sin niños no es una institución educativa», comenta.

A Alberto Villanueva, director del colegio Trafalgar de Valencia, la situación le recuerda a un mes de junio o julio normal, cuando la actividad lectiva ha terminado pero se mantiene el trabajo docente y de administración. «Es una sensación de vacío y de extrañeza», explica. Esta semana se dedicará a ultimar la limpieza, y ya están pensando en diferentes protocolos a aplicar de cara a la vuelta a la normalidad y en relación a las medidas de higiene que recoge la normativa: uso de mascarillas, distribución de hidrogeles o sobre el lavado de la uniformidad. También aprovecharán estos días para repartir el material escolar que permanece en la escuela mediante citas previas cada diez minutos, y en cuanto al vuelta anticipada para tutorías, resolución de dudas y refuerzos, ha optado por dar autonomía a sus docentes mediante acciones personalizadas. «Cualquier situación que resolvamos ahora es evitarnos una dificultad añadida en septiembre», señala.

«Trabajo hay muchísimo», destaca la directora del IES Lluís Vives de Valencia, Carmina Valiente. Y pone el ejemplo de la preparación para la selectividad, en cuya organización ya están pensando pues son el centro que, junto al Ribalta de Castellón, más alumnos presenta. Y sin perder de vista las pruebas de recuperación, que también serán presenciales, y la posible acogida del alumnado que termina etapa (en la fase 2). «Estamos estudiando los espacios, distribuyendo mesas y sillas, organizando turnos y lugares de reuniones, estableciendo rutas y poniendo cartelería con indicaciones», destaca, antes de añadir otras tareas como intervenciones de albañilería o la recepción de material por parte de la administración. Guerola también destaca el trabajo realizado por la conselleria ante la situación, así como del colectivo docente, adaptándose a una realidad tan distinta de la noche a la mañana.

En el colegioGran Asociación, también de la capital, ayer volvieron al centro el equipo directivo y el PAS con el objetivo de ir preparando el retorno del resto del personal y para avanzar en las tareas administrativas y de gestión. Tal y como explica el director Pedro Ramírez, a las tareas habituales de señalización y aprovisionamiento de material sanitario y de protección y a la preparación de la distribución de los materiales didácticos entre las familias se suman otras labores, como «preparar la admisión del alumnado del próximo curso y la atención a las familias interesadas con entrevistas con cita previa». También se estudiará esta semana la posible organización del próximo curso, y se quiere reforzar la infraestructura telemática y el equipamiento en las aulas para la posible retransmisión online de las clases.