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La sequía avanza en la Comunitat. La falta de lluvias en lo que llevamos de año hidrológico está pasando factura a pantanos y tierras de cultivo en territorio valenciano. El último informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre el estado de los ... embalses de la demarcación evidencia esta situación. En el último mes los pantanos han perdido casi 45 hectómetros cúbicos.
Este año hidrológico, que empieza en octubre, está siendo especialmente seco. Con los datos de abril ya han transcurrido siete meses del 2023-2024, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y es el inicio más seco desde, al menos, 1950 en la Comunitat Valenciana. No hay precedentes de un inicio tan malo como el de este 2023-2024. En promedio, durante el semestre se han acumulado en lluvias 92,5 litros por metro cuadrado cuando lo normal sería 337,4, con lo que el déficit medio de los últimos siete meses en territorio valenciano es del 73 %.
La situación ha llegado a un extremo tal que la Confederación Hidrográfica ha alertado de que el sistema Turia puede entrar en prealerta por sequía este próximo mes de julio si antes no llueve, lo que no parece demasiado probable. En este caso, habrá que imponer nuevas restricciones al regadío.
De esta forma, la demarcación cuenta en estos momentos con tres sistemas en emergencia por sequía (Cénia-Maestrazgo, Palancia-Los Valles y Marina Alta), el de Marina Baixa en alerta y en prealerta el Vinalopó-L'Alacantí, Mijares-Plana de Castellón y Serpis. Sólo el Túria y el Júcar están en normalidad, una situación que puede cambiar en las próximas semanas, en el caso de que no se produzcan precipitaciones.
La falta de lluvias está afectando de forma especial a los pantanos. Y lo hace de dos formas distintas. Por un lado, la ausencia de precipitaciones impide que aumente el nivel de los embalses. Pero, además, obliga a los agricultores a recurrir con mayor asiduidad al agua embalsada con el consiguiente descenso de las reservas.
El inicio de la temporada de riego está pasando factura a los pantanos y lo seguirá haciendo en las próximas semanas y meses por lo que la bajada de los niveles será continua. Hay que tener en cuenta que vamos hacia el periodo tradicionalmente más seco del año. En estos momentos, los embalses se encuentran al 54,7% cuando a fines del mes de abril estaban al 57%. En estas cinco semanas de pérdidas consecutivas han bajado 45 hectómetros cúbicos.
La primera semana semana de mayo el sistema de embalses perdió 1,5 hectómetros cúbicos. Cantidades que fueron aumentando significativamente en las siguientes de forma que en la segunda las pérdidas fueron ya 2,76; en la tercera, 22,21 y en la última, 20,23.
En estos momentos los pantanos del Júcar almacenan 1.549 hectómetros cúbicos y se encuentran al 54,7%. Hace un mes el agua en reserva era de 1.613 hectómetros.
El embalse más importante de la cuenca, el de Alarcón, ha perdido en esta última semana 8,2 hectómetros cúbicos mientras almacena 758 con lo que se encuentra al 67,8% de su capacidad. El de Contreras ha perdido 2,1 hectómetros y almacena 258 (al 71,5%).
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Gonzalo Bosch Rodríguez
El pantano de Tous está al 34,4% de su capacidad y esta última semana su nivel ha descendido en 4,6 hectómetros cúbicos con lo que almacena 130. Otro de los embalses importantes de la cuenca es el de Benagéber que en estos días ha perdido 3,2 hectómetros y su nivel se sitúa en el 55,8%.
El hecho de que los principales pantanos se encuentren en un nivel todavía aceptable se debe a las lluvias acaecidas en la primavera de 2022. Ese fue el último momento en que la Comunitat recibió precipitaciones copiosas que permitieron rellenar acuíferos y embalses. Gracias a ellas, y en menor medida a las que se produjeron en 2023, los embalses se encuentran con agua suficiente en el Júcar para hacer frente a la campaña de riego. Pero la situación puede cambiar si no se registran lluvias en el corto o medio plazo.
La Confederación ya ha impuesto restricciones al riego en parte de la demarcación. Así, ha recortado el 10% de las demandas a los agricultores de Mijares-Plana de Castellón, que está en situación de prealerta. Estas se suman a las que ya se daban en la zona del Palancia y del Serpis.
Por otro lado, los sistemas de Cenia-Maestrazgo y Marina Baja continúan con restricciones para el uso agrícola. Las salidas del embalse de Ulldecona se mantienen cerradas hasta que el volumen de agua embalsada no aumente hasta los 500.000 metros cúbicos. Y esta semana no ha sido así. Este pantano continúa en una situación crítica con 0,21 hectómetros cúbicos embalsados lo que supone que se encuentra al 1,9% de su capacidad.
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