La siniestralidad de la AP-7 ya iguala a las nacionales tras su liberalización

La autopista AP-7 ya soporta la misma siniestralidad que las carreteras nacionales que recorren la Comunitat de norte a sur cuando se cumple un año y siete meses de la liberalización del peaje. Así se desprende de los datos que maneja la Dirección General de Tráfico si comparamos los siniestros ocurridos desde 2020 en la autopista con los registrados en las carreteras nacionales N-332 y N-340.

En el primer caso, en la Comunitat y antes de la eliminación del pago, la N-332 acumuló 233 siniestros con víctimas en 2019 frente a los 109 de la AP-7. Pero al dispararse el tránsito desde el 1 de enero de 2020 las tornas han cambiado. En el último año y medio son 192 los accidentes con muertos y heridos en ambas vías. En el caso de la provincia de Valencia se aprecia un ascenso y ya son tres más los siniestros registrados en ese tiempo en la AP-7.

En el caso de Castellón, la comparación es con la N-340. Los siniestros en la AP-7 desde su liberalización, sean con o sin víctimas, ascienden a 260 frente a los 171 de la carretera nacional en la misma franja temporal.

Capítulo aparte son las obras pendientes de la autopista. El acceso de Algemesí ya se encuentra habilitado tras meses de obras. Pero sigue en ejecución el de Favara. Se trabaja en la adecuación del puente que cruza por encima de la localidad y la presencia de maquinaria pesada causa molestias en la zona, en especial en está época de más tránsito.

Tampoco avanza el proyecto de un nuevo acceso con Alzira, una demanda reivindicada desde décadas. Se plasmó en los Presupuestos Generales del Estado en 2018 pero todo sigue parado.

En Oliva se está ejecutando el acceso sur a la vía, proyectado antes de que la carretera dejara de ser de pago. La obra cuenta con una inversión de 30 millones y evitará el paso de unos 15.000 turismos por la población.

En La Safor, la AP-7 sólo cuenta con enlaces a Oliva y Xeresa. La demanda de empresarios y vecinal es crear accesos a Gandia que faciliten la llegada de turistas a las playas, tanto de Tavernes, como de Gandia u Oliva.

La liberalización de la AP7 está siendo un quebradero de cabeza para los vecinos de la urbanización Terra Marina, en Finestrat. Con el incremento de vehículos también ha aumentado el ruido. Los cerca de 300 vecinos de la urbanización han urgido en repetidas ocasiones sistemas de insonorización.

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