«Creo que sin vacuna no se van a poder celebrar las Fallas»

Ana Barceló Chico (Sax, 5 de marzo de 1959) no pudo ni soplar las velas de su 61 cumpleaños. El coronavirus golpeaba España y la Comunitat era el epicentro nacional de la pandemia. La bomba biológica del Atalanta-Valencia trajo el Covid-19 a una ciudad alborotada por el aroma a Fallas. Un domingo era igual que un lunes, los casos se multiplicaban y las funerarias no daban abasto. Barceló, cada mañana, ofrecía el parte de bajas. Hoy, el virus sigue en la vida de todo el mundo. Pide responsabilidad para no volver al infierno de la primavera pasada. Se mantiene en el cargo pese a las críticas, incluso del fuego amigo, el peor de todos.

-Minuto y resultado. ¿Qué diferencia hay entre la primera y la segunda ola?

-Una es la menor carga viral; otra, el número de hospitalizaciones, que está por debajo del momento más duro de la pandemia. Además, el tiempo que los pacientes están ingresados es menor. Estamos en una media de nueve días, en el pico más agudo era de dos y tres semanas. Tenemos menos personas en las UCI y no todas están intubadas. Hay más positivos pero menos letalidad.

-¿Cuál es ahora mismo la pendiente de la curva?

-Plana, nos mantenemos en los datos. Debemos cumplir las medidas porque en el momento que hay una relajación surgen brotes y transmisión. Estamos en un momento de contención.

-¿Hay miedo a la llegada del frío?

-Los expertos no saben qué incidencia va a tener la gripe con el coronavirus. Vamos a centrarnos en la vacunación de la gripe -la campaña arranca mañana-. Queremos vacunar a un 75% de personas de riesgo, mayores de 65 años y al personal sociosanitario. Es muy difícil aventurar cómo van a convivir esos dos virus. El invierno propicia que estemos más dentro de casa y es fundamental la ventilación de los espacios interiores. Sobre la confluencia de los dos virus tenemos que tener en cuenta que los test de antígenos nos van a ayudar a esa diferenciación entre un Covid y un resfriado.

-¿Qué diferencia hay entre un test de antígenos y una PCR?

-El antígeno sólo funciona con sintomáticos. La extracción de las muestras las tienen que llevar a cabo los profesionales, no pueden ser los docentes. Hemos hecho una compra de 500.000 y en cuanto lleguen empezaremos su distribución. En las residencias seguiremos con PCR. El test de antígenos nos posibilitará que no tengamos que pasar por laboratorio y que el resultado se obtenga en quince minutos. Nos permitirá diagnosticar inmediatamente y si un niño es negativo se reincorpora al aula. Si da positivo automáticamente se puede proceder a hacer los test de antígenos al resto, pero tienen que ser siempre sintomáticos. No queremos generar una falsa expectativa de que se pueden utilizar con cualquier persona.

-¿Cuándo volveremos a la normalidad?

-Cuando tengamos vacuna. El porcentaje de positivos en la Comunitat -un 8%- es pequeño. La población no está inmunizada. Quiere decir también que la ciudadanía cumplió muy bien el confinamiento y hay que felicitarla. El virus no se ha ido. En el estado de alarma se hizo una demostración de responsabilidad, y eso también evitó que tuviéramos más hospitalizados o muchas camas UCI ocupadas. Ha sido un ejercicio de madurez.

-¿Los colegios de la Comunitat van a seguir abiertos?

-Sí (rotunda).

-A no ser que...

-A las doce menos cuarto de hoy (miércoles 30 de septiembre) es lo que puedo decir. La presencialidad es fundamental...

-¿Y a esta hora se van a celebrar las Fallas de 2021?

-No me atrevería a decirlo, no, no me atrevo a decirlo. Creo que sin vacuna no se van a poder celebrar. No sabemos todavía, hay que ser prudentes, pero no parece que...

-¿Nos van a volver a confinar?

-En la Comunitat los datos epidemiológicos a fecha de hoy dicen que no, aunque es una medida que estará siempre sobre la mesa porque no sabemos el comportamiento del virus. No puede haber relajación. No descarto nada, me gustaría que la evolución sea la actual y sigan bajando los ingresos. No hay certezas con el virus.

-¿Volverá el caos de marzo?

-No. La Comunitat está muy preparada para abordar una situación como la que se vivió en marzo. Se ha ido aprendiendo, la ciencia ha evolucionado y tenemos nuevos tratamientos que son más efectivos. Conocemos más cómo puede entrar el virus, sabemos cuáles son las medidas que han funcionado, sabemos cuáles son los comportamientos y hemos intentado regular algo tan difícil como la vida cotidiana.

-¿Hay que aprender a vivir con el virus?

-Sí, vamos a tener que coexistir con él hasta que haya vacuna.

-¿Cuál es la clave para que la Comunitat tenga una de las incidencias más bajas de España?

-Es un éxito colectivo. Una parte importante es el papel que ha jugado Salud Pública y Atención Primaria. Los profesionales han hecho un sobreesfuerzo. E insisto, los ciudadanos. Pasas por la calle y ves a niños que están jugando con seis añitos y llevan su mascarilla. Los padres han hecho una labor pedagógica extraordinaria. También se debe a que hicimos una desescalada muy lenta. Nos mantuvimos en la última fase tres semanas. Es cierto que al pasar de la fase 0 a 1 entendíamos que no era necesario ralentizar a algunos departamentos de salud. Lo mantengo porque la Comunitat reunía los requisitos. En las siguientes fases hemos sido muy prudentes, hemos permanecido más tiempo que otras autonomías. Hemos sido muy cautos y hemos tardado muchísimo en pasar. Hemos encadenado unas medidas con otras y hemos tomado decisiones como las de Gandia, Benigànim o Valencia. Hay que reconocer la colaboración de los ayuntamientos y la implicación de los alcaldes.

-Entonces, ¿qué se ha hecho mal a nivel nacional?

-No tengo todo el conocimiento que pueda tener un ministerio del mapa general. Hay factores distintos porque hemos adoptado en muchas ocasiones las mismas medidas pero hay que tener en cuenta características propias como los jornaleros. Algunas comunidades no llegaron a estar una semana en la última fase, pero no puedo entrar a hacer una valoración de si cuando se tomó la decisión era oportuno o no.

-¿Siente que se imponen las medidas desde Madrid?

-No considero que nadie me haya impuesto nada. Hemos confinado cuando hemos tenido que hacerlo y hemos cerrado establecimientos cuando lo hemos tenido que hacer. Seguiremos actuando de la misma manera, tomando medidas de acuerdo con los estudios de los expertos para ver dónde podemos incrementar las restricciones o evaluamos en qué territorios tenemos alguna incidencia mayor, y sobre todo analizamos a qué se debe, que es lo importante. Somos de las comunidades que más brotes hemos comunicado desde el levantamiento del estado de alarma, 1.054 y en estos momentos tenemos sólo un 15% activos. Se ha hecho muy bien el trabajo de identificar el brote, de hacer el rastreo y la trazabilidad.

-¿Garantiza que no va a haber problemas con el material sanitario de protección?

-Tenemos reservas para seis meses, por encima de lo que establece el Ministerio de Sanidad en el plan de contingencia. Hemos hecho un acopio suficiente que nos permite asegurar que no va a faltar material.

-¿Es posible el autoabastecimiento con firmas valencianas?

-Veremos cuando volvamos a sacar los nuevos concursos, pero la industria valenciana se ha volcado durante la pandemia y ha cambiado su producción, ha introducido nuevos materiales y el Carlos III le ha acreditado varios productos. Hay que contar con esa industria valenciana.

-¿Los hospitales de campaña son mejores que los provisionales, como el de Ifema?

-Los hospitales de campaña nos dan seguridad y van a permanecer ahí hasta que sea necesario por si la situación cambia.

-¿Se ha sentido derrotada?

-Nunca me he planteado un límite ni he tenido la sensación de que no vamos a poder más. Lo que me motivaba cada mañana era venir aquí a primera hora y pensar: vamos a vencer.

-¿Qué pensaba en soledad al volver cada noche a casa?

-Dormía dos o tres horas. En la soledad de la noche todo eran imágenes en mi cabeza para ver cómo podíamos resolver la situación: el material de los sanitarios, lo que estábamos viviendo en los hospitales, cuando llegaban personas más jóvenes a las UCI sin patologías previas... y piensas mañana tenemos que ver cómo abordamos esta cuestión, todos los días teníamos reuniones, incluso sábado y domingo porque en esos meses no se distinguían los días de entre semana con el fin de semana.

-¿Qué no borra de su cabeza?

-Recuerdo una situación muy especial, la de un joven de 23 años, sin patologías previas. Fue al principio. Entró en la UCI y creíamos que lo perdíamos. Tuvimos que movernos con celeridad para lograr un medicamento de laboratorio fabricado por un hospital de Madrid. Pedimos autorización a la Agencia del Medicamento, montamos un dispositivo para traer el medicamento y se lo administramos. El chico remontó. Esos días no dormí.

-¿Ha pensado: por qué me toca a mí esto?

-No he tenido ni tiempo. Lo he visto como una gran oportunidad para poder entregarme con este equipazo que hay en la conselleria, en Salud Pública, expertos... No he pensado nunca en la responsabilidad como una carga sino como un momento para darnos cuenta de que sin salud no hay economía.

-En ese caos, dónde parecía que no había solución y dónde vivió una situación personal dura con la pérdida de su madre, ¿de dónde sacaba las fuerzas para comparecer cada mañana?

-(Silencio... se emociona). Creo que por mi vocación de servicio público, lo tengo muy marcado. Soy defensora del bien común. Pensaba: «lo que pueda hacer y esté en mis manos voy a hacerlo, voy a volcarme en dar lo mejor, mucho más». Pensaba en los familiares, en lo mal que lo pasaban, en los hospitales donde no había despedidas para los fallecidos, en los profesionales agotados que veían que no podían salvar vidas. Todo eso me hacía venir con más fuerza. Recuerdo la noche del 31 de diciembre y cómo ahora nos ha cambiado la vida, cómo hemos sufrido.

-¿Se ha sentido sola?

-No tenía a mi familia aquí...

-En realidad le pregunto por sus compañeros del Consell.

-He sentido el respaldo del presidente de la Generalitat. De él y del Consell. El presidente Puig no sólo ha prestado su apoyo sino que ha hecho un seguimiento diario de la pandemia.

-Hay críticas a su gestión. Unas son públicas. Otras, en privado, desde dentro de la Generalitat. ¿Se siente cuestionada?

-No me siento cuestionada.

-Es un Consell de matices. ¿Compromís se ha puesto de perfil?

-Trabajamos juntos siempre.

-Sí, pero quizá usted ha asumido las críticas de las residencias y Oltra ha salido indemne.

-Sanidad en marzo ya dictó su primera resolución para asumir la inspección de las residencias. Políticas Inclusivas había hecho un trabajo previo de planes de contingencia. La coordinación con la vicepresidenta ha existido en todo momento. He asumido mis responsabilidades y le puedo contestar de la gestión desde Sanidad. Ha sido compartida entre la vicepresidenta y esta consellera.

-Tiene una nueva comisionada para Atención Primaria. ¿Le resta protagonismo a Compromís?

-El soporte técnico se lo va a dar Asistencia Sanitaria, que depende de la secretaria autonómica, Isaura Navarro (de Compromís). El objetivo es impulsar un plan de transformación de Primaria. Hemos hablado con Navarro y no siente que se le reste protagonismo. La comisionada se va a dedicar a pensar, no al día a día de la gestión.

-Es cierto que el 95% del desgaste en esta pandemia ha recaído sobre su figura y la segunda de a bordo, en este caso Isaura Navaro, no lo ha sufrido.

-No lo creo. Isaura Navarro ha realizado las funciones que tenía que cumplir y que yo le he ido encomendando. Es verdad que la imagen de la conselleria recae en la consellera y más en esta pandemia. El trabajo es coordinado.

-¿No ha echado de menos estar más arropada?

-No. Yo lo que no quería es que se diera a entender que la consellera quería preservar su imagen y que por eso debía de ir acompañada a las ruedas de prensa.

-Con la comisionada para ejecutar las compras, los asesores, el último nombramiento para Primaria. ¿No siente que su conselleria está intervenida?

-No, en absoluto. Hay propuestas que nacen de esta conselleria y el presidente siempre las ha apoyado. En ningún caso me he sentido intervenida, escucho a todo el mundo y si me trasladan reflexiones las acepto. Es coordinación. La salud tiene muchas repercusiones a nivel social y económico.

-¿Cuándo se enteró de que no existía el comité de expertos del Gobierno?

-Yo creo que sí que existía.

-El Ejecutivo de Sánchez reconoció que no.

-Yo sí he tenido conocimiento desde el primer momento, de hecho la subdirectora de Epidemiología, Hermelinda Vanaclocha, pertenece. Son funcionarios que tienen una trayectoria muy importante. A lo mejor los ciudadanos piensan que son expertos ajenos a la administración pero dentro tenemos gente muy formada.

-Decía que sin salud no hay economía. De acuerdo, pero ¿cómo la vamos a salvar?

-Si no contenemos la pandemia difícilmente vamos a poder salvar la economía. Lo importante es no bajar la guardia para que las empresas no tengan que cerrar. Tienen que entender que se pueden ver afectadas si sus trabajadores no están seguros.

-¿Tiene un plan?

-Hemos colaborado mucho con las empresas para garantizar la seguridad de los empleados.

-¿Por eso se va a reducir la cuarentena a diez días?

-Se entiende que diez días son suficientes, lo que pasa es que hay que determinar desde cuándo se empiezan a contar. Lo importante es que la gente cumpla el confinamiento que se determina. Si cumplimos los diez días vamos a cortar la transmisión. Si son quince y nos los saltamos al séptimo o al octavo.... Los ciudadanos deben entender que hay que cumplir con la cuarentena.

-¿Cree que se comunica bien a los valencianos lo que pasa?

-Hemos informado dentro de las limitaciones y del desconocimiento que tenemos del virus. No hablamos de matemáticas.

-¿Se subestimó el coronavirus?

-Lo subestima la población cuando piensa que está bien...

-Y los políticos también, ¿no?

-Creo que no porque aquí tomamos medidas como el Valencia-Atalanta cuando teníamos muy pocos casos. Fueron unas medidas que no aceptó muy bien la ciudadanía.

-Puig llegó a decir que el virus no nos iba a amargar la vida.

-No teníamos suficiente información. Había incertidumbre, incluso los periodistas me preguntaban si se iría en agosto con el buen tiempo. Todas las decisiones estaban avaladas, como no traer a la afición del Atalanta. Todos los casos eran importados.

-¿Hubiera tomado las medidas antes?

-Con la perspectiva que tienes hoy... en aquel momento no tenía respuesta.

-¿Prefiere el mando único del ministerio o que las autonomías tengan más libertad para tomar decisiones?

-Me gusta la coordinación. El virus no tiene fronteras. Las decisiones no las ha tomado el Gobierno como un mando único, hasta en el estado de alarma hemos participado.