Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Dual es un ultraciclista valenciano conocido por su historia de superación y su afán por liderar o secundar causas solidarias. Su continua lucha para prevenir el cáncer le ha llevado varias veces al quirófano. Le han tenido que extraer varios trozos del aparato digestivo, entre ellos el estómago, para que su organismo no genere un tumor que lo consuma. Ha aprendido a exprimir vida haciendo lo que le genera felicidad. Y a él la alegría se la otorga el deporte y ayudar a los demás. Esto es justo lo que está haciendo en medio de la tragedia desencadenada por la DANA.
«Me voy a Paiporta». Belén, su novia, giró la cabeza. En el fondo ya se esperaba algo así. Era jueves por la mañana y Juan ya no resistió. Estaba harto de ver miseria por la televisión. «Llenaré la mochila de 70 kilos. Bajo a comprar al supermercado y me cojo la bici de gravel. Voy a repartir comida», informó. Y así fue: llevó al epicentro de la tragedia agua, pan y otros alimentos para hacer bocadillos.
Pero eso no era sino la semilla de una especie de solidaridad a la carta que desde ese día ha tenido como epicentro el parque de La Rambleta, en San Marcelino. «Por el camino habló con una amiga, de la tienda Todobicicletas. Enseguida le prestó unas cuantas, algunas con cargo. Llamó a amigos. Juan tiene capacidad de convocatoria, y de inmediato hubo gente que secundó la iniciativa», explica Belén.
Desde el jueves por la tarde. En la mañana del viernes, el dispositivo ya estaba perfeccionado. Llamó a gente de Vila-real y otros lugares que conoce. Necesitaba ciclistas y personas que donaran alimentos, aguas, medicinas… lo que necesiten las personas afectadas por la tragedia. «Nos ha venido gente de las fallas de Patraix y San Marcelino para donarnos alimentos. Dinero no cogemos, creemos que eso se debe canalizar por las cuentas oficiales o de ONG que estén debidamente registradas», señala Juan Dual.
Las bicicletas les permiten ir más lejos y no quedarse sólo en los primeros núcleos tras cruzar la V-30, como ocurre con muchos de los voluntarios que acuden a pie. «Cada persona sabe sus condiciones físicas y formamos grupos de 10 como máximo. Vamos todos juntos y volvemos todos juntos. A Massanassa, a Catarroja… a donde sea», precisa Belén.
Ha llegado un momento en el que optimizan cada viaje. Y desde el viernes ya empiezan a realizar repartos a la carta. «Por ejemplo, en el Parque Alcosa nos dijeron que necesitaban una leche infantil muy específica, de farmacia», explica la joven. «Apuntamos las necesidades de las personas que nos encontramos y a la vuelta miramos a ver si lo tenemos entre las donaciones que hemos recibido en La Rambleta. Si no, vamos y lo compramos», señala Juan Dual.
Así van pasando los días. Desde las 8 de la mañana hasta las 18. «Es cuando hacemos el último viaje», precisa Juan Dual: «Nos han comentado que cuando cae la noche no es demasiado seguro, porque está habiendo pillaje. Nosotros seguimos las instrucciones de la Policía y de la Guardia Civil. Queremos ayudar, no ser un estorbo». La iniciativa se va perfeccionando con el paso de los días. Juan y Belén llegan a casa agotados y tienen que organizar la logística del día siguiente: a veces cuentan con más bicicletas que voluntarios, o les escasea la materia prima. De cara a este domingo incluso hay una persona que ha puesto a su disposición su cuenta de Instagram para que los afectados que tengan acceso a la red puedan trasladarles sus necesidades: Ana Ruiz (@ar__anaruiz).
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.