«Hemos venido con lo puesto, no pude ni coger las medicinas»

El Espai Veïnal de Pego alberga a las decenas de vecinos desalojados. Hasta el momento han pasado unas 140 personas de los cinco pueblos afectados por el incendio. De ellas, unas 40 han pasado la noche allí. El resto, dada la generosidad de los vecinos de Pego, han sido acogidas en sus casas.

En el Espai Veïnal todos esperan poder volver cuanto antes a sus viviendas que abandonaron de forma precipitada.

«Hemos venido con lo puesto. No pude ni coger las medicinas pero se están portando muy bien y vino un médico y nos han traído lo que nos faltaba», explica Rosa Sanchís, una de las vecinas de Beniali que ha pasado la noche en este albergue improvisado.

Pese a los nervios iniciales, los vecinos más mayores están tranquilos porque creen que el fuego no llegará a las casas ya que no es la primera vez que esta zona del interior de Alicante sufre un incendio.

«No se veía peligro. La parte alta se quema porque está abandonada pero el fuego no llega ya que en la parte más cercana al pueblo los campos están cuidados», comenta Elodia Camps, que ya ha vivido varios incendios pero éste es su primer desalojo.

Algunas de las personas que esperan en Pego a volver a sus casas están preocupadas por los animales que se han quedado allí pero los servicios de emergencias no permiten subir porque el fuego sigue avanzando.

Por su parte, los vecinos de Pego se acercan hasta el Espai Veïnal para ayudar en lo que pueden. Es el caso de Cristina que ha ofrecido su casa para alojar a alguna familia. « La montaña es mi vida y ahora lo único que puedo hacer para ayudar es ofrecer lo que tengo, comida y casa», explica afectada por las imágenes del fuego devorando este espacio natural.

María Ricós fue una de las últimas vecinas en abandonar Benialí. «Creo que soy la única en el pueblo, estoy fuera en mi calle y veo el fuego desde aquí, debe de estar a unos pocos kilómetros», indicaba la joven. Ricós ha explicado que el desalojamiento de su pueblo empezó como una recomendación pero que luego se complicó la situación. «Lo que nos han indicado los servicios de emergencia es que están muy ocupados apagando el fuego en otras zonas y que ahora no tenían tiempo para esta», detallaba. Un rato más tarde la joven desalojada ya viajaba en el coche de su pareja quien vive en otro pueblo cercano y ha acudido a recogerla. «Solo he cogido el bolso y a mi gato. La ropa nos la hemos dejado tanto mis padres como yo», contaba Ricós mientras se alejaba del incendio y añadía que bajando a Benirrama se ve mucho fuego y humo, pero que llegando a Pego estaba todo más tranquilo.

Otra vecina de la Vall de Alcalà, Vicenta, indica que han «salido pitando» en cuanto han podido del pueblo. «Nos han dicho que nos desalojan principalmente por miedo al humo, no al incendio. Aún así el fuego ya estaba dentro del pueblo por la zona de detrás», expresaba. Vicenta ha detallado que cuando les han desalojado sobre las siete de la tarde muchas zonas de campo y de alrededores del pueblo ya se habían quemado. «Hemos cogido lo que hemos podido y nos hemos venido a nuestra casa de Catamarruch. He cogido la ropa que había en las perchas pero ni siquiera se que tipo de ropa es», cuenta la vecina que ha abandonado su casa junto a su marido, dos gatos y un perro.

«Ví como se inició el fuego. Anoche justo bajé a cenar a Vall d'Ebo y es cuando empezó el incenido», narra José Almería, otro vecino de la Vall de Alcalá. «Cuando nos subimos a casa ya había kilómetros de fuego y esta mañana ya caía ceniza. La cosa se complicó todavía más cuando cambió el viento, es cuando el fuego realmente empezó a subir al pueblo», añade.

La alcaldesa de La Vall d'Ebo Leonor Jiménez ha expresado que según le ha confirmado el director de emergencias «el fuego está algo más flojo». «Ahora me he venido a casa a descansar porque llevaba toda la noche sin dormir y lo último que me han contado es que van a desalojar los chalets de Pego que se encuentran cerca de la carretera», detalla la alcaldesa.

El mando del control del incendio ha decidido desalojar de forma preventiva los pueblos de Benirrama y Benialí. Han indicado que el fuego no está controlado y piden a los vecinos que sigan las indicaciones de la Guardia Civil y de otras entidades que se estén ocupando del incendio. Por ahora se están redirigiendo las personas al Polideportivo y al antiguo instituto de Pego.