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Pablo Boullosa, en uno de sus campos este martes. DAMIÁN TORRES
«Sólo se ha salvado la viña. El resto, un desastre»

«Sólo se ha salvado la viña. El resto, un desastre»

Pablo Boullosa, agricultor de Chiva, lamenta los graves daños sufridos en almendros, cítricos y cerezos

MANUEL GARCÍA

CHIVA

Martes, 3 de mayo 2022, 16:50

«La viña es lo único que tiene perspectiva. El resto, un desastre». Pablo Boullosa es agricultor en Chiva y no tiene problemas en definir cómo está siendo la primavera para el sector: «Más adversa, imposible». Los quebraderos de cabeza han sido y siguen siendo continuos y van a generar daños más que cuantiosos en una época del año habitualmente más benigna hacia el agricultor, ya que los efectos más negativos suelen darse al final del verano o principios del otoño, con fuertes precipitaciones o granizo, y en invierno, ya con el termómetro por debajo de los cero grados.

Para este agricultor, quien además es el delegado de la Asociación Valenciana de Agricultores en la localidad, la lista de perjuicios no es escasa debido a la gran cantidad de productos que cultiva.

Las lluvias que están cayendo esta semana han sido, "y nunca mejor dicho, llover sobre mojado" para poner la peor guinda posible a toda una serie de desdichas que comenzaron en los sorprendentes meses de marzo y abril: "El campo ya llegaba en unas condiciones nefastas. Ha afectado a todas las floraciones", ha explicado Boullosa.

Tras un mes y medio donde las lluvias coparon la mayoría de las jornadas, "llegó la helada del 3 de abril" que supuso toda una puntilla a las cosechas.

El almendro es uno de los productos que más se ven por la zona. Sin embargo, Boullosa se atreve a vaticinar "que no se recogerán ni diez kilos en todo el término salvo en alguna zona donde haya habido un microclima especial y se haya podido salvar". Con la lluvia "la fecundación simplemente no existió".

Hablando ya de otro producto, muchas naranjas permanecen en el árbol. Aunque este agricultor espera la visita de un comercio para que se las compren, cada día que pasa los ejemplares caen poco a poco: "El exceso de humedad sigue perjudicando".

El cerezo tampoco va a producir una cantidad que se pueda considerar reseñable. Boullosa tiene 6.300 árboles que ofrecen esta apetitosa fruta "y apenas creemos que tengamos para comer" cuando la previsión habitual ronda "entre los 55.000 y los 60.000 kilos".

Olvidarse de las inclemencias del tiempo y pensar en el dinero que va a recibir por su producto tampoco le ayuda en exceso. La previsión de cobrar "entre 9 y 12 céntimos de euro por cada kilo" no es algo para precisamente echar las campanas al vuelo en un contexto ya de por sí dificultoso para quien se dedica a este oficio.

Asimismo, y cuando se le pregunta por las compensaciones que va a recibir por las inclemencias meteorológicas que han afectado a sus campos, ha apuntado que éstas "van a ser mínimas" debido a las condiciones firmadas en los seguros, con penalizaciones y franquicias que no permiten, ni mucho menos, recuperar lo invertido en meses y meses de esfuerzo.

"El único cultivo que tiene una perspectiva es la uva", ha relatado buscando una línea dorada entre los nubarrones reales y ficticios que afectan al sector. La viña, que ahora está empezando a brotar, se ha salvado pero, vista la mala suerte que se está produciendo en 2022, este agricultor cruza los dedos para que no se dé otra anomalía meteorológica antes del mes de octubre cuando se vendimie. Sus colegas de localidades como la Font de la Figuera o Fontanars dels Alforins pueden dar fe de ello.

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