«La suerte y el adelanto de las medidas sanitarias han salvado a Tormos del virus»

El municipio de Tormos, en la Marina Alta, forma parte de los siete pueblos, de los 33 que conforman la comarca, que todavía no ha registrado ningún positivo por coronavirus desde que irrumpió la pandemia.

Con apenas 370 habitantes, esta pequeña localidad vive con «relativa tranquilidad» la actual situación de crisis sanitaria en la que se ha sumido el país. El secreto para estar en la privilegiada lista de las localidades libres de virus no es otro que una combinación de suerte y una buena gestión por parte de las autoridades locales desde el inicio del problema sanitario. Así lo confiesa el alcalde, Jerónimo Bermúdez, quién asegura que el consistorio decidió adelantar algunas medidas como las del uso de mascarilla o el gel hidroalcohólico. Aunque matiza que la suerte que les ha acompañado por el momento, puede cambiar en cuestión de segundos. «La afluencia de gente este verano ha sido bastante alta, el azar ha querido que se no haya registrado ningún caso, pero perfectamente cualquiera de las personas que trabaja fuera del pueblo puede coger el virus y contagiar a familiares o amigos. De ahí la importancia de cumplir con las medidas de seguridad».

Al igual que el edil, muchos vecinos creen que situarse en el interior de la comarca y a una distancia prudencial de ciudades como Dénia, Xàbia o Calp es uno de los factores más decisivos para seguir libres de virus. «Aquí las calles son más tranquilas, no te estás topando cada segundo con alguien. El aire también es mucho más sano, la gente está más relajada, al final todo influye», apunta un vecino del municipio, propietario de una pequeña tienda de alimentación.

Aunque en el consistorio mantienen la alerta y trabajan coordinados con el servicio sanitario comarcal; pese a que las localidades vecinas ya han registrado varios casos, existe cierta relajación entre algunos vecinos de Tormos respecto al Covid-19 y las medidas de seguridad que deberían cumplir.

«Alguno hay que sale a la calle sin acordarse de la mascarilla», explica vecino, «por suerte, este es un pueblo pequeño», matiza. El alcalde confirma que son especialmente los más mayores los que «en ocasiones se olvidan un poco en la situación que estamos. Aunque cabe matizar que hacen siempre lo mismo y con los mismos, se juntan pequeños grupos, por lo que es difícil que se puedan contagiar unos a otros».