Viernes, 26 de abril 2019, 00:22
La leucemia linfoblástica aguda es el cáncer pediátrico más extendido en España. En todo el país y cada año, afecta a tres o cuatro niños de cada 100.000. La médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros, un tipo de glóbulo blanco, pero también puede afectar a glóbulos rojos y plaquetas. Los signos de LLA infantil incluyen fiebre, hematomas y dolor de huesos o articulaciones. Se debe examinar la sangre y la médula ósea para diagnosticarlo y un rápido reconocimiento es esencial. Por lo general, este tipo de cáncer empeora rápidamente si no se trata. En un niño con LLA, las células inmunológicas no logran combatir bien las infecciones. Además, a medida que aumentan las células tumorales en la sangre y la médula ósea, hay menos lugar para los glóbulos blancos, los rojos y las plaquetas sanas. Esto puede producir infecciones, anemia y sangrados.
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