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Una mujer camina por una calle bloqueada por los coches arrastrados, dos días después de la catástrofe. José Luis Bort
Tormenta de ideas para sobrevivir a las nuevas danas

Tormenta de ideas para sobrevivir a las nuevas danas

Desalojar zonas de altísimo riesgo, una amplia red digital de sensores de lluvia y caudal, drones, alertas múltiples y megafonía, garajes en altura, cese de actividad laboral en jornadas críticas… Dieciséis expertos en meteorología, urbanismo, seguridad o medio ambiente exponen cómo debería ser la nueva estrategia defensiva ante la previsible intensificación de futuras trombas y riadas en la Comunitat

Sábado, 14 de diciembre 2024, 01:53

La historia se repite. Nos sacudió la riada de 1957 con más de 80 fallecidos en Valencia. Llegó 1982, llovió a mares, se rompió la presa de Tous y se superó la veintena de muertes. Ahora una catastrófica DANA con 222 víctimas, hasta la fecha, nos vuelve a destrozar y apremia a mover ficha. ¿Pero cómo?

La lección es evidente. Entre finales de septiembre y mitad de noviembre, este fenómeno causa estragos cada cierto tiempo en el Mediterráneo. Volverán más otoños y caerán lluvias torrenciales. Pero ahora con mayor temor: «Para las DANAS actuales tenemos gasolina de primera», plantean expertos en referencia a un Mediterráneo con temperaturas por encima de lo normal «casi todo el año».

Pagamos fallos y excesos de confianza. Se han construido casas, comercios e industrias en lugares inundables. A veces ha habido suerte y es poco el daño. Otras, como ahora, la devastación. Isaac Moreno Gallo, ingeniero técnico de Obras Públicas y graduado en Geografía e Historia, lo resume así en su vídeo 'Geografía de una inundación': «El error ya se ha cometido». La comisaría de las confederaciones hidrográficas «debería, en función de la Ley de Aguas, impedir construir en zonas inundables o de cauce de los ríos. Podrían haber controlado esto».

Ante esta realidad, ¿qué deberíamos cambiar, mejorar o idear al menos para salvar las vidas? Dirigimos la pregunta a ingenieros, arquitectos, urbanistas, meteorólogos, expertos en seguridad, prevención laboral o medio ambiente. Tormenta de ideas ante las tormentas letales. Las de las DANAS que vendrán.

Meteorología

No olvidar el peligro y educar en la cultura del riesgo

José Ángel Nuñez Jefe de Climatología de AEMET en la Comunitat Valenciana

No olvidar el peligro y educar en la cultura del riesgo

Lluvias o riadas como las del 29 de octubre se repetirán o incluso se superarán. Ahora, con una atmósfera más energética por el cambio climático, estos fenómenos son más intensos, con más lluvia en menos tiempo y con fenómenos más violentos como los tornados. No significa que lloverá en los mismos puntos. Pero el territorio sí es el mismo y, con sierras tan cerca de la costa, lo que llueve en las montañas se encauza en ríos, ramblas y barrancos por los que el agua acaba circulando casi como un tsunami. Es el gran problema para las personas: riadas relámpago donde no ha llovido. Ya pasó en 1957 y 1949.

Pero no podemos aceptar una tragedia humanitaria semejante. En la reconstrucción de los inmensos daños habría que planificar el territorio en base a estas previsiones de fenómenos más intensos. En la zona del Turia, las riadas catastróficas presentan una recurrencia media de 50 a 70 años, pero sin periodicidad fija. Cuando pasan muchas décadas, la desmemoria hace estragos. Muchos desconocen los efectos catastróficos y el territorio se ha planificado y modificado sin contar con ello. La mayoría de la población de 2024 no vivió la riada del 57 y muchos no sabían ni qué podía ocurrir ni cómo reaccionar. Ahora sí: estar muy alerta ante aviso rojo, informados en todo momento, no salir si no es necesario ni coger el coche, alejarse de ríos, ramblas y barrancos…

No podemos permitir que el conocimiento adquirido a base de dolor caiga en el olvido en las siguientes generaciones. La divulgación y la educación en una cultura del riesgo es una tarea que debemos abordar ya, implicando a climatólogos, hidrólogos, técnicos de emergencias, geógrafos y educadores. Países occidentales que sufren fenómenos naturales violentos tienen una cultura del riesgo más arraigada. Es lo que hay que conseguir.

Doble alerta integrada meteorológica e hidrológica

Rafael Armengot Doctor en Geografía y meteorólogo. Miembro de Avamet.

Doble alerta integrada meteorológica e hidrológica

Aemet ha de integrar las alertas meteorológicas e hidrológicas, como sucede en Francia: que puedas tener aviso rojo aunque no te llueva, alertándote de posibles avenidas de ríos o barrancos. Y se ha de reforzar la implicación de los meteorólogos de cada delegación territorial en el control de las situaciones de riesgo.

Las Confederaciones Hidrográficas se han de dotar de un mecanismo de alerta automática de atención ineludible cuando se dispare un caudal, que impida que se desatienda un riesgo por haberse quedado atrapado en el seguimiento de otro. Y los ingenieros hidráulicos han de cambiar desde ya sus cálculos de períodos de retorno, que son a menudo muy erróneos y crean falsa seguridad. Atribuyen retornos de miles de años (por tanto casi imposibles) a fenómenos que se han mostrado perfectamente posibles y recurrentes.

Las decisiones cruciales de Emergencia han de estar en manos de los excelentes expertos y técnicos de la Agència Valenciana d'Emergències, con conocimiento, determinación y sangre fría. No pueden volver a estar en manos de políticos que puedan ser incompetentes y/o frívolos. En estos casos, la vida de muchas personas se juega en una hora.

Y las alertas a la población han de recurrir a muchos más medios que el ES-alert de aviso a móviles, que por cierto está de momento absurdamente mal diseñado. Hay que interrumpir las emisiones de todas las emisoras de radio y televisión de la zona con el mensaje de alerta; implicar la megafonía de las policías locales, interrumpir el tráfico por las fuerzas de seguridad... En 1957 y 1982, con medios infinitamente menores, se alertó mejor, y se salvaron muchas vidas.

Desalojos ordenados en zonas de altísimo riesgo

Jorge Olcina Director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA)

Desalojos ordenados en zonas de altísimo riesgo

En lo social, mejorar la rapidez de avisos meteorológicos a móviles de la población. Desde que AEMET lanza un aviso rojo hasta que llega, previo filtro del CECOPI autonómico, debería pasar, como mucho, media hora. Y los ayuntamientos, con megafonía fija o móvil para sus poblaciones.

En lo natural, seguir invirtiendo en el sistema de avisos meteorológicos y dotar de más personal a los centros de Aemet. También renovar y mejorar el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del litoral mediterráneo, donde hay inundaciones 'relámpago'.

En lo territorial, una cartografía de detalle de zonas de altísimo riesgo de inundación ocupadas urbanísticamente y proceder a desalojos ordenados. En áreas de riesgo alto, infraestructuras hidráulicas urgentes: desvío de cauces, laminación, depósitos pluviales, parques inundables… Y en territorio, una máxima a partir de ahora: reducción del riesgo y salvaguarda de la vida humana por encima de todo.

Hay que revisar planes municipales de emergencia y adaptarlos a la nueva realidad. Los períodos de retorno ya no sirven para delimitar zonas inundables, porque se rompen sistemáticamente. Propongo paralizar planes urbanísticos en zonas inundables de bajo o medio riesgo hasta una nueva valoración. Y la acción política, asesorada por especialistas en territorio, cambio climático y riesgos.

Urbanismo y arquitectura

Enrique J. Giménez Profesor de Urbanística y Ordenación del Territorio (UPV)

Megafonía y garajes en altura en zonas inundables

Las grandes riadas en el Turia se repiten en períodos de 70 años, pero podrían suceder el año que viene. Urgen las obras planificadas ante avenidas, pero son costosas y no van a estar listas a corto plazo. Puede que tengamos otras lluvias torrenciales antes.

Hay que responder de abajo a arriba. Los planes municipales de prevención son importantes pero unos los tienen, otros no. Es crucial que se elaboren y revisen. Ante la amenaza o avenida, megafonía mejor que alerta de móvil. Sistemas simples, rápidos y seguros en manos de policías. Más en pueblos con barrancos. No por ser modernos hay que dejar de lado lo útil.

Los caudalímetros de la CHJ son antiguos. Ni abundantes, ni actualizados, ni bien colocados. Viene una avenida con cañas y se rompen. Hay hoy tecnología de sobra para informatizar y detectar en tiempo real tanto lluvia como caudal y hay que extenderla. No se trata de recoger datos, ponerlos en una web para que terceros tomen decisiones y punto. Hace falta uno o varios técnicos competentes que controlen y diagnostiquen y esta labor debería asumirla la administración central porque los ríos surcan todo el territorio.

El planeamiento urbano tiene que revisarse para que salvar el coche no sea una trampa, con impedimentos para construir garajes subterráneos en casas nuevas en zonas inundables. Es la codicia de rentabilidad lo que ha llevado a este error constructivo.

Terreno permeable, simulacros y casas protegidas

Begoña Serrano Profesora de Arquitectura. Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructuras (UPV)

Terreno permeable, simulacros y casas protegidas

Cuando construyes grandes ciudades en zonas inundables hay que asumir riesgos. A nivel urbanístico, durante años se ha taponado la capacidad de drenaje. El firme tendría que ser más absorbente. La huerta sí lo es, pero se urbanizó y nos cargamos esa capacidad.

Hoy hay sistemas de drenaje urbano que deberían implanterse, más en municipios en zonas inundables. Si estos terrenos han de reconstruirse, que sea con sistemas con mejor absorción de agua. Son materiales constructivos con juntas o red porosa que pueden filtrar el agua en cualquier pavimento. En segundo lugar, la población debe formarse e informarse. La alerta roja, sin más explicación, no cala. Necesitamos órdenes más claras y simulacros, como los de incendios en colegios o terremotos en Japón. Ante el mínimo atisbo de desbordamiento, orden de ascender a puntos elevados, no sólo que eviten desplazamientos.

Las casas de pueblo de planta baja ya no se pueden cambiar, pero las construcciones nuevas tendrían que ser más resistentes a inundaciones. Por ejemplo, que al menos en 30 centímetros no haya electrodomésticos o bienes importantes.

Ayudas para viviendas más resistentes

María Jesús Romero Profesora de Urbanismo y miembro del Centro de Investigación en Acuicultura y Medio Ambiente (UPV)

Ayudas para viviendas más resistentes

El riesgo cero de inundación no existe, pero se ve agravado por la ocupación urbana en espacios de peligro. No se ha tenido en cuenta la denominación de zona inundable y ahora es clave revisar el Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat (PATRICOVA) y establecer un régimen jurídico excepcional, una adaptación para evitar desarrollos urbanísticos en terrenos de alto riesgo de inundación.

Como no se puede hacer desaparecer las edificaciones que se han visto afectadas en zonas inundables, en este caso se deberían otorgar nuevas y amplias ayudas para adaptarlas al riesgo. Por ejemplo, donde el calado de inundación supere los 80 centímetros, accesos a la cubierta o azotea con escalera interior, forjado, accesos estancos...

En la recuperación y reconstrucción de zonas desoladas en puntos de muy alto riesgo de inundación, sencillamente no volver a construir ahí. Aplicar la figura de la expropiación forzosa por prevención o, en su caso, a través de nuevos deslindes realizados por el organismo de cuenca correspondiente. La adopción de medidas ante el riesgo de inundación se ve entorpecida por la dispersión de competencias de las diferentes administraciones públicas. Resulta totalmente necesario establecer un marco normativo coordinado y coherente.

Infrastructuras

Un plan integral y un protocolo comprensible

Eugenio Pellicer Un plan integral y un protocolo comprensible

Un plan integral y un protocolo comprensible

Es necesario un mando único centralizado y un protocolo de actuación sencillo de aplicar y de interpretar. En esta catástrofe, aparentemente, nadie sabía quién tenía la responsabilidad ni sobre qué y se ha confundido una alerta pluvial con una alerta fluvial. La ciudadanía debe conocer el protocolo y acatarlo. En países americanos hay protocolos para terremotos o huracanes. Y simulacros. Está interiorizado.

Lo ideal sería un plan integral que programe las actuaciones fundamentales, realizado por técnicos competentes y sólo con criterios técnicos. En lo ecológico, reforestación de cuencas. Además, laminación de avenidas mediante nuevas presas, como las de Vilamarxant o Cheste, y revisión y rehabilitación de las existentes. Sumaría el encauzamiento de El Poyo, La Saleta… Y mejorar de la red de alerta, canalizando la información en tiempo real al mando único centralizado.

La manera de evitar las grandes avenidas es combinando actuaciones. Los cauces de la Rambla del Poyo y del Turia son completamente independientes. Las infraestructuras del Plan Sur no han agravado esta riada. Al contrario, han prevenido una catástrofe humana mayor y han demostrado la viabilidad práctica de estas obras. Y en lo urbanístico, hay que ser escrupuloso y estrictos con el cumplimiento del PATRICOVA, revisando planes de ordenación municipal.

Sirenas y revisión de las obras previstas

Javier Machí Decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat

Sirenas y revisión de las obras previstas

Nuestras cuencas son pequeñas y el desplazamiento del agua entre cabecera y desembocadura suele tardar entre hora y media y dos horas y media. Eso es muy poco tiempo para avisar. O tienes unos sistemas de alerta temprana muy eficientes o es casi imposible reaccionar.

Tiene que haber un sistema de gobernanza con avisos rápidos de protección civil para avisar a ciudadanos de forma contundente y rápida, con sirenas municipales o teléfonos. Y que los niños de los pueblos con riesgo sepan desde pequeños como tienen que reaccionar.

En el entorno de la rambla del Poyo se han hecho las cosas sin una ordenación del territorio equilibrada, teniendo en cuenta lo que se sabía desde hace muchos años. Hay que revisar lo ocurrido y revisar en qué puntos hay que encauzar mejor. Existen actuaciones previstas y habrá que volver a revisarlas, porque este episodio marca un hito. Hay que retomar estudios y planificar rápidamente lo que conviene.

Tecnología y comunicaciones

Sensores de lluvia y caudal y redes alternativas de comunicación

Héctor Esteban Director de la Escuela de Telecomunicaciones (UPV)

Sensores de lluvia y caudal y redes alternativas de comunicación

Las comunicaciones inmediatas y precisas apoyadas en la tecnología son clave cuando se llenan presas o cabeceras de ríos y barrancos. Hay que implantar sistemas de alerta temprana, como el ES Alert, pero también avisos automáticos a través de redes sociales o aplicaciones.

Sería útil una buena red de sensores IoT (conectados a internet) capaces de monitorizar lluvia, caudales de ríos y presas para transmitir, con baja latencia y redundancia, por redes 5G y satélites, a centros de control múltiples. Eso permitiría una respuesta más rápida.

Además, crear sistemas de comunicación alternativos en caso de catástrofe y fallo de los habituales. El big data y la IA sirven para buscar patrones y ser más precisos en las predicciones meteorológicas, comportamientos humanos y afinar a la hora de avisar y tomar medidas. Por último, plataformas de comunicación entre administraciones y población para trasmitir datos preventivos o logísticos y de rescate, después. Aconsejaría campañas de concienciación y guías para que la población esté preparada y sepa cómo actuar.

Potenciar los drones para monitorizar riesgos

Israel Quintanilla Director de la Comisión Oficial de Drones de la UPV

Potenciar los drones para monitorizar riesgos

Los drones son una poderosa herramienta que cabría potenciar y extender ante grandes lluvias o crecidas como la de esta DANA. Incorporan cámaras, accesorios como altavoces para dar avisos o focos, y tienen capacidad de transporte, junto a otras tecnologías.

En prevención, antes del verano, pueden servir para obtener cartografía de alta precisión que generen modelos hidrográficos predictivos para anticipar comportamientos de las crecidas de los ríos e identificar zonas inundables. Días antes de una época o jornada de lluvias, pueden detectar vulnerabilidades en diques, presas y cauces para intervenir con urgencia o evacuar zonas en peligro en caso de fallo crítico.

Y ya durante la emergencia, los drones aportan una panorámica aérea que se transmite en tiempo real al puesto de mando para planificar soluciones o acciones lo más rápido posible. Además, operan en condiciones peligrosas o inaccesibles para equipos humanos y sirven para localizar personas atrapadas, el rescate o los traslados de agua o medicamentos a zonas inaccesibles. También ayudan a evaluar las zonas afectadas por daños, medir riesgos de desplomes o identificar rutas de acceso para la distribución de suministros.

Medio ambiente

Mejor red de medición de lluvias en tiempo real

Juan Soria Profesor titular de Ecología en la Universitat de València

Mejor red de medición de lluvias en tiempo real

El refranero valenciano lo dice: «A vora riu no faces niu, ni en hivern, ni en estiu». La autoprotección y la prevención en la ubicación de nuestros bienes es el factor clave. Pero si somos incapaces de ubicarnos en un lugar protegido, la ecología nos muestra la teoría de las perturbaciones, y cómo las poblaciones se adaptan a ellas o desaparecen.

La clave es tener mejores redes de medida de la pluviometría en tiempo real. Estos datos permitirán predecir las posibles avenidas que se produzcan y avisar a los posibles afectados. En segundo lugar, disponer de conducciones, canales y cauces suficientes para transportar las aguas hacia zonas donde la perturbación no sea grave.

En esta ocasión no se dispuso de los datos pluviométricos en tiempo real, lo cual impidió la previsión de la crecida y avisar de forma conveniente. Las redes de transporte de las aguas no se habían adecuado desde hace años, pese a saber cómo se tenían que construir. Si alguna de las dos cosas se hubiera realizado, las pérdidas habrían sido menores.

Cuidar la barrera natural del monte y cauces limpios

Santano Álvarez Presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales.

Cuidar la barrera natural del monte y cauces limpios

Necesitamos mayor capacidad de los cauces para que las aguas lleguen al mar. Tenemos, torrenteras, ramblas y barrancos con más anchura en la cabecera que en el curso medio y bajo. Si no ampliamos esas capacidades, el agua pasará por cultivos, casas, carreteras o polígonos.

En zonas llanas, asfaltadas y urbanizadas, el agua no se retiene como cuando llueve en un monte. Y las obras hidráulicas son muy importantes. Las pequeñas presas ralentizan la bajada de las aguas torrenciales. También los diques de piedra en barrancos. Además, hay que conservar mejor los montes porque, bien cuidados, retienen agua de lluvia y evitan arrastres de tierras, piedras o ramas. Barrancos, montes y suelos tienen que estar preparados para cumplir con esta función, asignatura pendiente desde hace muchos años.

Lo mismo ocurre con los cauces. La vegetación de ribera tiene su función, pero el cauce debe estar sin restos, basuras, cañas, vegetación u obras que impiden el paso y favorecen desbordamientos. Hay que hacer simulacros y acostumbrar a la población a interpretar las alertas.

Seguridad

Ante alerta grave, cierre de comercios y empresas

Eduardo Cano Secretario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)

Ante alerta grave, cierre de comercios y empresas

Las autoridades debieron lanzar la alerta roja en la mañana del 29. Y las alertas meteorológicas deben tomarse más en serio, incluso con obligación de cierre de comercios y empresas. No es de recibo que en estas jornadas la gente continúe vida normal ni obligar a ir a trabajar cuando debería prohibirse, igual que en los colegios.

Lo anterior se sustenta, en parte, en el problema que han supuesto los vehículos. En la riada del 57 en España había un parque automovilístico de cuatro millones. Hoy, 34. Han colapsado las carreteras, calles y garajes. Con ellos o por ellos han fallecido muchas personas. Impidieron rescates y acceso de los servicios de emergencias. Planteo evitar o prohibir construir garajes subterráneos en zonas inundables, con obligación de situarlos en planta elevada.

También una activación de efectivos más amplia para prevención o rescate. Desde el minuto uno, cientos de guardias se ofrecieron a trabajar lo que hiciera falta, incluso de forma voluntaria. Pero nunca llegaron a activarlos. ¿Alguien lo entiende? La Guardia Civil tiene alrededor de 88.000 efectivos disponibles en toda España.

Adaptar alertas y recuperar la confianza debilitada

Antonio Aledo Catedrático de Sociología Ambiental de la Universidad de Alicante (UA)

Adaptar alertas y recuperar la confianza debilitada

Los mensajes de alerta ante emergencias como esta no conllevan un cambio directo en el comportamiento de los ciudadanos. Las instituciones emiten el mensaje, pero al final son los ciudadanos los que tienen la responsabilidad de actuar. Pueden hacer caso o no.

Para que se genere la autoprotección hace falta calidad del mensaje, que esté bien construido, y confianza en la institución que lo emite. Tras una petición de la Generalitat, editamos una biblioteca de 94 mensajes de alerta sobre inundaciones. Pero se hizo antes del sistema ES Alert y ahora necesitarían una adaptación.

Las críticas irresponsables y bulos no ayudan a generar confianza entre el ciudadano y la institución que alerta. Tras lo ocurrido, se ha debilitado la confianza de los ciudadanos en el emisor del mensaje de alerta por parte de las instituciones que gestionan el riesgo. No sé si en la próxima DANA, cuando Aemet avise de un aviso rojo, la población va a confiar o va a dudar. Hay que revisar errores y fallos, mejorar la comunicación entre instituciones y fortalecer la confianza de los ciudadanos.

Mundo laboral

Protocolos de las empresas y permisos climáticos

Ana García Secretaria general de CC.OO.-PV

Protocolos de las empresas y permisos climáticos

Lo principal es la anticipación de alertas, que debemos tomar en serio, la prevención y la protección, disponer de protocolos de respuesta y prepararnos ante una DANA. El aviso con alertas claras es imprescindible para salvar vidas y priorizarlas a la producción económica. Con la segunda DANA, se primó la seguridad.

En cualquier elemento vinculado a la actividad productiva ha de primar la seguridad y la salud en el trabajo. Las empresas deben aplicar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el artículo 4 del texto refundido del Estatuto de los Trabajadores, que prevé como derecho la integridad física. No hay nada más importante que la vida. No obstante, conviene avanzar en la negociación de protocolos de actuación en las empresas ante este tipo de emergencias. La buena dirección es el reciente Real Decreto-Ley 8/2024 que recoge los permisos climáticos. Van a dotar de seguridad jurídica y de protección.

Además, hemos de replantear elementos estratégicos de ordenación urbana y adaptar el espacio en el que vivimos a nuestro medio natural. La magnitud de lo sucedido se ha agravado por modelos urbanísticos que no han respetado zonas inundables. En la ordenación del litoral y en nuestra relación con el Mediterráneo no se sostiene una Ley de Costas que desprotege ecosistemas y biodiversidad y plantea riesgos humanos.

Precaución, incluso a costa de desabastecimiento

Carlos García Secretario general de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte (FVET)

Precaución, incluso a costa de desabastecimiento

Cuando un riesgo por DANA está objetivamente evaluado hay que tomar medidas serias de paralización de movimiento de vehículos. Pero antes, con al menos un día de antelación, porque muchos transportistas, además, llegan desde fuera. Si no hay una buena previsión, las alertas pillan a los camiones o furgoneta ya rodando y todo es mucho más complicado y caótico. Una suspensión de la movilidad con buena antelación es lo deseable. Aunque haya inconvenientes o desabastecimiento puntual es preferible a perder vidas.

En la respuesta tras la inundación, se ha improvisado mucho. Para nosotros es importante saber las alternativas. Hay que marcar bien preferencia de vías para suministros sobre los movimientos de particulares. Lo de trabajar por las noches, por ejemplo, ha sido un error. Muchos centros de suministro de mercancía o entrega estaban cerrados.

Además, hemos crecido mucho en suelo logístico e industrial pero los accesos son muy complicados. Esta catástrofe es una oportunidad para mejorarlos y que no se conviertan en una trampa en caso de fuertes lluvias para quienes trabajan en la carretera.

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