La Torre dels Coloms de Alzira se arruina por las lluvias a la espera de las obras

Finaliza otro año en el que sigue sin llegar la inversión prometida por el Consell para rehabilitar la Torre dels Coloms de Alzira. Una situación que provoca que el estado de deterioro de esta torre emblemática, que forma parte del Monasterio de la Murta, se haya agravada debido a las intensas lluvias que han afectado esta zona.

Los arquitectos encargados del plan director, Marina Sender y Ricardo Perelló, han realizado un informe para valorar el estado actual ya que ha sido un año complicado en cuanto a temporales. Este año en la Murta se han recogido unos 900 litros por metro cuadrado, a falta de los datos de diciembre, concentrados en tres episodios.

«La parte exterior, aparentemente está bien, pero el interior que está destapado es donde se filtra el agua y en todas las plantas, el herraje está en precario», explica el director del Muma, Agustín Ferrer. Un herraje fue colocado hace 20 años de forma provisional hasta que comenzara la rehabilitación.

Los técnicos señalan que este monumento declarado Bien de Interés Cultura necesita una intervención inmediata ya que nunca se ha actuado en la torre y corre el riesgo de derrumbarse por el mal estado. «Es necesario actuar cuanto antes para evitar que los costes sean más cuantiosos», dice Ferrer.

Una actuación que fue prometida por la Dirección General de Patrimonio en 2017 e incluso aseguró que ese año comenzarían las obras. El proyecto de intervención ya está en poder de la Conselleria, «ajustado en dos ocasiones» y valorado en cerca de un millón de euros para realizar una rehabilitación integral de esta torre, único elemento que se mantiene en pie del todo el recinto monástico de la Murta. Mientras en otras zonas del monasterio se han realizado durante los últimos años algunas actuaciones urgentes como la protección de muros del cenobio, en la torre no se ha podido intervenir por el elevado presupuesto que supone.

«Estas ruinas necesitan protección porque en esta zona llueve muy fuerte. El año pasado ya se cayó un muro no histórico de la zona del jardín», recuerda el director del museo alcireño. El Ayuntamiento de Alzira realiza tareas de mantenimiento en el entorno pero no tiene capacidad para intervenir en el monumento que es el emblema de la ciudad. De ahí que se solicitase la ayuda de la administración autonómica para el proyecto de rehabilitación ya que el Consistorio se comprometía a hacerse cargo de la musealización de la torre con un coste de 150.000 euros.

En 2018, un año después de la promesa, desde la Conselleria de Cultura explicaron que estas obras se recogían en el capítulo VI de inversiones directas de la dirección general pero sin especificar el proyecto. Ante esta situación, la concejalía de Patrimonio de Alzira y la asociación Amics de la Murta no han parado de insistir a Patrimonio sobre la urgencia de estas obras. La última vez fue hace sólo unas semanas cuando la edil Isabel Aguilar reiteró a los responsables que desbloquearan los presupuestos con el fin de poder restaurar esta seña de identidad de Alzira.

Aguilar dijo que, si es necesario, «se solicitará ayuda a instancias superiores como al Ministerio». La última promesa ha sido la del diputado provincial de Patrimonio, Andreu Salom, que visitó hace días las ruinas. Aseguró que estudiaría si a través de la Diputación se puede destinar una partida.