Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel: «Trabajamos por los ciudadanos, ya habrá tiempo para ver qué ha fallado»

A sus 60 años y con sólo un año al frente del Ayuntamiento de Utiel, fue de los primeros en tener que tomar decisiones. Sigue trabajando sin descanso y rehúye de culpas y de debates estériles

-Ha pasado una semana ya, ¿qué estaba haciendo el pasado martes a esta hora (la entrevista se realiza minutos después de las nueve de la mañana)?

-Ya estaba lloviendo a mares y habíamos decidido suspender las clases. Tomamos esa decisión a las siete de la mañana y fue de las mejores de mi vida, porque el instituto, al que acuden unos 300 chavales, está anegado. No hubiera sido lo mismo tomar la decisión a las diez. Eso, o lo haces o ya no lo haces porque hubieran estado todos en el centro

-¿Qué aviso tenía usted a esa hora?

-Teníamos la alerta naranja, pero veía que estaba lloviendo mucho y que había riesgo.

-El momento más tenso sin duda fue el de los rescates cuando empieza a desbordarse el río.

-Fue angustioso, terrible. Creo que era la una o la una y media. La gente me llamaba al móvil diciéndome que se estaba ahogando. En un momento nos pusimos todos en marcha: agricultores, ganaderos, policías locales y guardias civiles. Muchos se jugaron la vida. También pudo llegar un helicóptero. Pudimos rescatar a entre 60 y 70 personas.

-¿Está pudiendo dormir?

-Sí, cuatro o cinco horas. Los dos primeros días no dormí pero ahora estoy descansando algo.

-¿En qué fase está ahora el pueblo?

-Seguimos limpiando. Una cuarta parte del pueblo quedó anegada. Puede que el fin de semana ya hayamos acabado de limpiar y pensemos en construir.

-¿Han recuperado ya todos los servicios básicos?

-Casi todos, falta un poco el gas y las comunicaciones y el agua falta llegar a un barrio.

-Y, a partir de ahora, ¿cómo se va a actuar un poco más a medio o largo plazo?

-Tenemos que reconstruir infraestructuras, como el puente del río, afectado por el desbordamiento. Y hacer una evaluación en materia de urbanismo: ver dónde y cómo se puede construir. Y actualizar documentos: aquí tenemos un plan de inundabilidad que dice que en determinadas zonas donde ha habido más de tres metros de agua puede subir hasta 0,7. Eso, evidentemente, habrá que estudiarlo.

-Una cuestión que está surgiendo estos días y que a usted no le gusta es el de los responsables de todo esto, los avisos...

-(Resopla) No es algo que me guste. Me fastidia. Deberíamos trabajar todos en comunión por el bien de los ciudadanos. Luego habrá tiempo para ver qué ha fallado. Tenemos que tener toda la información. Pero en mi caso concreto no tengo ninguna queja, porque hablé tanto con la consellera de Justicia como con la delegada del Gobierno y su respuesta fue inmediata. Aquí no pudo entrar la Unidad Militar de Emergencias hasta las siete o las ocho de la tarde porque estábamos aislados. No tengo ninguna queja, y si la tuviera, lo diría.

-Esta tragedia ha vuelto a poner en primer plano la importancia de la figura del alcalde.

-La importancia del alcalde en general es vital porque somos el parapeto con nuestros vecinos . Somos a los que se dirigen en primera instancia. Nosotros tenemos a más de 200 familias en la calle que lo han perdido todo y estamos a su lado.

-¿Cree que de todo se extraerá una lección para el futuro?

-Ojalá la saquemos y la pongamos en práctica. Había cosas que ya sabíamos y que seguimos sin aprender. Que las administraciones no están para pelearse sino para colaborar: desde los municipalidad, pasando por la administración autonómica, la estatal e incluso también a Europa. Es que igual hay que ver si tenemos un protocolo correcto y si existe un sistema adecuado de alertas

-¿Puede desconectar en algún momento? ¿Leer un poco, escuchar algo de música? Aunque sea durante unos pocos minutos.

-No tengo tiempo. Pero no sólo yo. Quisiera destacar que tengo un equipo de gobierno que, sin ningún tipo de sueldo, está trabajando muy duro las 24 horas. Pero sí, también es verdad que dentro de un tiempo tendremos que tomar ya alguna pequeña pausa.