Tráfico bajará límites de velocidad ante el brusco repunte de muertes

Un muerto cada dos días. Esta ha sido la abrumadora frecuencia media de las tragedias sobre el asfalto durante julio y agosto en la Comunitat Valenciana. El balance de la DGT, presentado ayer en Madrid, muestra lo que LAS PROVINCIAS ha venido anunciando en las últimas semanas: el repunte de accidentes de este año es especialmente grave en tierras valencianas, con las peores cifras de España en el computo global del año, pero también durante el estío.

Las cifras son contundentes. Entre julio y agosto han fallecido 32 personas en la Comunitat, lo que dibuja un incremento del 63% respecto al verano pasado, que se saldó con 19 víctimas mortales. Esas 13 víctimas más suponen el mayor incremento a nivel nacional. En ningún otro punto de España los fallecidos han aumentado tanto como en tierras valencianas, pese al incremento registrado en Galicia, Aragón y Castilla León, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Murcia.

Es habitual que los siniestros mortales crezcan en la región durante verano. Las peligrosas carreteras de la costa se inundan de turismos, en los coches viajan más ocupantes por las vacaciones de jóvenes y niños. Además, las fiestas y salidas nocturnas aumentan la incidencia del alcohol y las drogas y se suman las operaciones especiales de salida y retorno. Sin embargo, este año, el verano ha resultado especialmente trágico en el contexto del año. De las 95 muertes que acumula la región hasta la fecha, un tercio se han concentrado en julio y agosto.

Según detalló el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Fulgencio, la principal causa de los siniestros en Alicante y Castellón es la conducción distraída, seguida del exceso de velocidad. Mientras, en Valencia es a la inversa. El factor determinante de los accidentes ha sido el exceso de velocidad, seguido de las distracciones. Y en cuanto a la tipología, más de la mitad de los siniestros del verano en el asfalto valenciano responden a salidas de vía en carreteras convencionales de calzada única.

Fulgencio admitió que el repunte de accidentes de este año en la Comunitat resulta «alarmante». Según dijo, es «una tendencia que se repite a nivel nacional y que forma parte de las prioridades de este Gobierno».

¿Qué está sucediendo en España? Los siniestros mortales también crecen, pero no tanto como en nuestra región. El verano terminó con 259 muertos en 236 accidentes, un aumento del 15% respecto al año pasado, según las cifras provisionales de la DGT. Además, hubo más de 900 heridos graves. El máximo responsable del organismo, Pere Navarro, cree que estos datos «no son buenos, pero no hay sorpresas después de tres años de continuo aumento de los fallecidos». Para intentar frenar la siniestralidad, prepara un paquete de medidas que incluyen aumento de radares, reducción del límite de velocidad en las carreteras convencionales y el aumento de la vigilancia.

El director general de Tráfico centró toda su atención en el lugar donde han perdido la vida 198 personas, el 76% de los fallecidos en julio y agosto, para sacar las primeras conclusiones. Y es que son las carreteras convencionales, las de un carril en cada sentido, donde Navarro pretende «concentrar todos los esfuerzos» para «resolver el problema». Estas carreteras suman nada menos que 150.000 kilómetros en España.

De los siniestros ocurridos durante este verano, casi el 40% se produjeron por una salida de la vía. Según detalló Pere Navarro, la mitad de esos accidentes se debió a excesos de velocidad, el 47% ocurrió después de consumir alcohol y drogas y en el 31% hubo distracciones. Mientras, otro 30% de los siniestros consistieron en choques frontales. En ellos, en el 42% de los casos el conductor también iba ebrio y el 36% tuvo una distracción al volante.

Estos datos, insiste, «indican donde debemos hacer los esfuerzos». Y destacó que la velocidad «es la asignatura pendiente y está detrás de las lesiones». Por ello, como primera medida, el responsable de Tráfico defendió el incremento de los radares. Para defender su idea, explicó que Francia cuenta con casi 4.000 radares y Reino Unido, con 7.200. Mientras, en España funcionan poco más de 900 fijos y móviles. La segunda medida pasa por reducir la velocidad máxima permitida en las carreteras convencionales: los 100 km/h. «Para ello hemos abierto un debate» con la finalidad de «homologarnos en velocidad con otros países» europeos. Esta reducción vendría recogida en la reforma del Reglamento General de Circulación. Se trata de un asunto que lleva pendiente más de cuatro años, dados los varapalos que el Consejo de Estado dio al borrador del proyecto de ley para reformar la Ley de Seguridad Vial que presentó en su día el Gobierno de Mariano Rajoy y la entonces directora general de Tráfico, María Seguí. «Mis dos antecesores quisieron reducir la velocidad, pero aquí estamos», reconoció Navarro.

El responsable de la DGT, que en su día redujo durante unos meses a 110 km/h la velocidad máxima en autovías y autopistas, confesó: «Cuando en este país tocas el tema de la velocidad, te salen resistencias extrañas». Recordó incluso que durante la pasada legislatura se quiso aumentar a 130 según las condiciones de la vía.

Ante los excesos de alcohol y drogas, Navarro apostó por incrementar los controles. Y anunció que este mes se incorporan 250 nuevos agentes a la plantilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

El máximo responsable de Tráfico no considera «científico» achacar el incremento de la siniestralidad al envejecimiento del parque móvil, «porque para eso están las ITV». Tampoco echa la culpa de los accidentes a un mal estado de conservación de las carreteras. «Los estudios señalan que las españolas son modélicas». Sí admitió que las convencionales pueden mejorar su diseño con nuevas pinturas que delimiten los dos sentidos de la circulación o aumentando o disminuyendo el tamaño de las calzadas.

Ante el problema de las distracciones, Navarro ya anunció este verano su disposición a aumentar las consecuencias en el carné por puntos del uso del teléfono móvil o dispositivos similares al volante.

es el número de muertes registradas en los meses de julio y agosto en la Comunitat. Son 19 más que el año pasado y marcan un incremento del 63% respecto al año pasado. Se trata del mayor aumento de España durante la época estival