Transportes sigue sin licitar el tramo del bypass que acumula más de 700 accidentes en tres años

El bypass es una de las carreteras con mayor siniestralidad de España y su ampliación es un clamor general, El Ministerio de Transportes (Mitma) no licita, pese a estar todo preparado, la mejora del tramo de once kilómetros entre el enlace de la CV-35 y la CV-32.

Así se lo recuerda el gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunidad Valenciana, Manuel Miñés, en sendas cartas dirigidas a la nueva delegada del Gobierno, Glòria Calero, y al presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructura del Transporte Terrestre (Seitt), el valenciano Julián López.

Las obras acumulan una década de retraso, recuerda Miñés en la misiva. En estos momentos se encuentran en fase de proyecto constructivo y sólo depende de la voluntad del ministerio.

El proyecto supone una inversión de 120 millones de euros y, según expone el gerente de la Cámara de Contratistas, tendría que licitarse en el último cuatrimestre del año porque no hay inconvenientes. Por estos once kilómetros pasan cada día 85.000 vehículos, de los que el 21% son camiones.

La ejecución de la obra mejoraría la seguridad vial ya que se trata de un tramo donde la concentración de accidentes es muy elevada. En los tres últimos años (2017-2019) estos once kilómetros acumulan 727 siniestros de tráfico. En 527 de ellos no hubo ninguna víctima. El intervalo arrastra el triste balance de seis muertos durante el periodo. Otras 20 personas tuvieron que ser hospitalizadas y resultaron con heridas que les ha dejado algún tipo de secuelas, mientras que otras 370 acabaron con daños leves y no fue necesario su traslado a un centro sanitario.

Como consecuencia se han contabilizado 228 retenciones que en algún caso se han prolongado durante ocho horas, aunque el tiempo medio por vehículo ha sido de hora y media, Las colas han llegado a los 18 kilómetros.

En el recorrido confluyen cuatro carreteras por ell norte (la Autovía Mudéjar, la N-340, la A-7 y la AP-7), mientras que por el sur convergen otras cinco vías: A-7, AP-7, CV-42, CV-35 y la N-334). Como no existe una vía alternativa para evitar el paso por Valencia se crea así un efecto embudo con una gran acumulación de vehículos y el riesgo consiguiente.