Llevamos mascarillas de «utilidad dudosa»

Desde el pasado 21 de mayo -hace ya casi dos semanas- el uso de mascarillas es obligatorio en todos aquellos espacios públicos en los que no pueda garantizarse una distancia de seguridad de, al menos, dos metros. Sin embargo, y pese a ello, la utilización de este tipo de protección dista mucho de estar generalizada y, ni siquiera, aquellos que las usan escogen siempre el tipo más adecuado.

Así lo pone en evidencia un estudio elaborado por el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la facultad de Medicina y Odontología de la Universitat de València (UV). El informe, en sus conclusiones, establece que cerca del 18% de la población (casi uno de cada cinco) no utiliza mascarilla de ningún tipo cuando sale a la calle. También apunta que alrededor del 30% de los residentes (prácticamente uno de cada tres) hace uso de mascarillas «con una utilidad dudosa», como por ejemplo de tela, confeccionadas en casa, o adquiridas en portales de moda. Además, la gran mayoría de la población -el 90%- reutiliza estas protecciones sin saber si son reutilizables. Los resultados del informe surgen de una encuesta realizada el pasado 25 de mayo -cuatro días después de que se decretase la obligatoriedad del uso de estos dispositivos- en la avenida Blasco Ibáñez de Valencia, y a través de 831 encuestas personales anónimas a mayores de 18 años realizadas entre las 15.00 y las 21.00 horas.

La muestra, según explica el documento, ha sido calculada teniendo en cuenta una precisión del 2%, un nivel de confianza del 95% y una prevalencia estimada del 20%.

Así, el estudio coordinado por José Luis Alfonso Sánchez, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital General Universitario de Valencia y catedrático de Universidad de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UV ofrece otros resultados significativos, como que el 41,5% de los usuarios llevaba mascarillas higiénicas, frente al 11,5% que portaba quirúrgicas. El porcentaje de encuestados que lleva mascarillas «caseras» -elaboradas en casa- roza el 30%, mientras que el resto no portaba ningún tipo de protección.

Una vez conocidos los tipos de mascarillas, otra cuestión relevante es la cantidad de usos que se da a cada dispositivo, independientemente de que sea reutilizable o no. Así, apenas el 13,6% de los encuestados hace un solo uso de la mascarilla, mientras que prácticamente el 30% las utiliza durante seis días consecutivos o más. Un 14%, incluso, no sabría decir -o prefirió ocultarlo- durante cuánto tiempo hace uso de la misma mascarilla.

La distinción por género también muestra diferencias significativas, aunque la mayoría apunta a que las mujeres hacen un mayor y mejor uso de estos dispositivos que los hombres -y pese a que los estudios preliminares apuntan que el Covid-19 tiene más incidencia entre los varones-. Por ejemplo, algo más del 31% de los hombres no llevaba ningún tipo de mascarillas, porcentaje que apenas supera el 7,7% entre las féminas. Además, prácticamente la mitad de los varones que portaba este tipo de medida de protección se había provisto de una mascarilla casera (en el caso de las mujeres, poco más del 17%). Frente a ello, más del 66% de las féminas llevaba una mascarilla quirúrgica o de otro tipo (el 32% en el caso de los hombres). Además, la cantidad de mujeres que utiliza mascarillas quirúrgicas triplica a la de varones.

La obligatoriedad de utilizar mascarillas en buena parte del día a día y el desconocimiento sobre los tipos más adecuados y su uso sirvió para que proliferaran los fraudes con los modelos sin homologar, como destapó LAS PROVINCIAS el pasado 26 de mayo. «Aparece la urgencia, ante la necesidad y la obligación de llevar mascarilla para salir de casa, eso puede ser peligroso para la salud». Es la alarma que lanzaron los fabricantes y distribuidores de productos de protección. Y no fueron los únicos que detectaron la proliferación de fraudes y publicidad engañosa, puesto que también las asociaciones de consumidores advirtieron de estas prácticas fraudulentas.