«Está nevando y no tienen dónde descansar»

Este equipo salió ayer desde de la capital del Turia y tras una larga jornada llegaron hasta la ciudad polaca en la que hay instalado en la estación un punto logístico de recepción y ayuda a los refugiados. La presidenta de la ONG ha relatado que ese lugar se ha convertido en el punto neurálgico al que acuden los que huyen del horror la guerra. Allí consiguen un plato de comida caliente mientras esperan hasta el momento de dirigirse a un nuevo destino.

Algunas de las familias que Juntos por la Vida va a recoger ya ha llegado al punto de encuentro. La falta de organización en ese lugar obliga a los voluntarios a ir adaptándose a las circunstancias de cada momento. Uno de los principales problemas radica en la falta de espacio. La estación está repleta de personas sentadas o tumbadas en el suelo y la gente que va llegando «no tienen donde estar» y la climatología invernal tampoco acompaña.

La fundación va a ir llenando autobuses con los niños que participan en sus programas humanitarios de la ONG y sus madres para trasladarlos a Valencia, donde les esperan sus familias valencianas de acogida. También tiene previsto atender a otras familias con algún vínculo con la Comunitat.

El proceso se está retrasando debido a lo peligro que está resultando el viaje por tierras ucranianas hasta la frontera polaca. Los bombardeos rusos han destruido muchas carreteras y deben buscar alternativas para alcanzar su destino.

La presidenta de Juntos por la Vida ha comentado que llegan hasta donde están ellos dos convoyes de caravanas desde Valencia y de otros puntos de España y «nos han ofrecido sitio para llevar a los refugiados nuestros». Así que van a ir llenando esas plazas y también las de sus autobuses para que pronto puedan descansar con cierta tranquilidad a miles de kilómetros de las tropas rusas que invaden su país. Aunque no podrán apartar la preocupación de su mente por los familiares que dejan atrás combatiendo.