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TAMARA VILLENA
Valencia
Miércoles, 28 de agosto 2019
No suele pasar todos los días, literalmente. Por la costa mediterránea circulan navíos constantemente y de todo tipo, pero rara vez tanto lujo surca el oleaje valenciano. El yate 'Ulysses' ha atracado este miércoles en el puerto de Cullera y ha despertado curiosidad, admiración y todo tipo de suposiciones. El impresionante buque es el cuarto más grande del mundo en su ostentosa categoría, con 107 metros de eslora y capacidad para 60 personas, perfectamente acondicionado como una mansión flotante para una placentera y opulenta estancia sobre el mar.
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El barco de lujo, valorado en más de 200 millones de euros, ha echado anclas en la playa de los Olivos, recién llegado de Ibiza y tras un repentino cambio de rumbo después de pasar por la Albufera. Un 'cambio de planes' que ha llevado al espectacular navío a atracar esta mañana en aguas cullerenses y que haría suponer que su misteriosa tripulación podría haber realizado una 'parada' para probar la gastronomía valenciana en el Palmar, si hubiesen llegado a acercarse a la costa. Pero el destino escogido finalmente para tomar tierra ha sido Cullera, donde permaneció parado frente al faro. Tras pasar el día en esta costa regresó a Ibiza.
Alcanza una velocidad de 15 nudos y es capaz de dar la vuelta al mundo sin tener que repostar, incluso pasando por las zonas más hostiles del planeta. Por sus nada discretas instalaciones, construidas en 2013 por encargo del hombre más rico de de Nueva Zelanda, Graham Hart, han pasado diversos multimillonarios como el creador de Facebook, Mark Zukerberg. Sin embargo, poco se sabe de quién viaja actualmente en el barco, que se alquila a clientes de alto poder adquisitivo para cruceros privados. Ni siquiera desde el consistorio cullerense conocen la identidad de sus nuevos visitantes, aunque también se han mostrado sorprendidos ante la inesperada parada.
Sus quince camarotes tienen capacidad para albergar a treinta personas, más los 43 miembros de la tripulación y sus 20 habitaciones. Un total aproximado de 60 pasajeros que pueden disfrutar de las instalaciones en las siete cubiertas de la embarcación, donde no podían faltar una piscina, jacuzzi, spa, bodega, salón de belleza, sala de cine, amplias zonas de sofás y mesas y hasta un helipuerto, con un garaje pensado para guardar un helicóptero por si algún tripulante decide darse otro tipo de paseo. Además, también cuenta con un barco de 24 metros y un coche 4x4 en su interior.
Un interior que tampoco pierde detalle: gimnasio, sala de cine, sauna y lujosos salones dignos de película. Y, cómo no, cuenta con multitud de 'juguetes' acuáticos con los que divertirse sobre el mar: desde motos de agua hasta tablas de SUP, pasando por flyboard, wakeboard, varias lanchas. Rara vez se conoce tan en profundidad este tipo de embarcaciones, por lo que el video comercial que se realizó en 2016 para encontrar arrendatarios a este superyate generó especial atención. Así se vive dentro de 'Ulysses':
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